En este mundo puedes elegir dos cosas, ser un super héroe o una persona normal. Toda la población de la humanidad tiene por lo menos un poder, pero en el siglo XXI nace una persona que cambia por completo la humanidad y el planeta.
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El fin de la prueba
Habían pasado ya siete días, y solo faltaba un día para que terminara la prueba. Los que habían resistido hasta el final estaban felices, mientras que los que perdieron se mostraban tristes, especialmente después de recibir los regaños de los profesores. En el campo de batalla había doscientos cuarenta equipos de tres, de los cuales se habían eliminado doscientos doce, dejando un total de veintiocho equipos en pie. Esa era una cifra bastante buena, y los profesores estaban muy satisfechos. De décimo grado quedaban dieciocho equipos, y de noveno, diez.
Mientras tanto, Junior, Karoth y Daniela reflexionaban sobre cómo habían llegado tan lejos. Al principio, no tenían fe en sí mismos, pero el mérito se lo llevaban principalmente Daniela y Karoth, quienes habían cuidado de Junior durante cuatro días mientras se recuperaba de la pelea que tuvo contra Ordoñez, Suárez y Ricardo. Después de un rato de pensar, Junior tuvo una idea.
—Miren, lo que vamos a hacer es lo siguiente: Karoth se hará invisible mientras termina la prueba. Daniela y yo nos encargaremos de pelear contra todos —explicó Junior con determinación.
—¿Vamos? —preguntó Daniela, con una mezcla de nervios y emoción.
—Sí. Tranquila, yo te estaré cuidando —le aseguró Junior.
—Bueno —asintió ella.
—Listo —respondió Karoth, listo para llevar a cabo su parte del plan.
Se acostaron temprano esa noche, preparados para el gran día que se avecinaba. Al ser el último día de la prueba, necesitaban estar en óptimas condiciones. La prueba concluiría a las nueve y media de la mañana, momento en el que se anunciaría al equipo ganador.
Al Día Siguiente
El gran día llegó. Junior y las chicas despertaron a las siete y media de la mañana, sabiendo que solo quedaban dos horas para el final. Se dirigieron al lugar donde todo había comenzado, posicionándose a una distancia segura para observar el caos que se desataba a su alrededor. A lo lejos, escucharon una explosión y vieron que los otros equipos ya estaban en el campo de batalla.
—Listo, vamos —dijo Junior, su voz firme.
—¡Tengan cuidado! —les advirtió Karoth, preocupado por la seguridad de sus amigos.
—Lo tendremos —respondieron al unísono, sintiéndose listos para enfrentar cualquier desafío.
Junior y Daniela se lanzaron al campo de batalla, mientras Karoth se hacía invisible. A medida que se adentraban, Junior notó que las peleas se libraban por todas partes. En un instante, dos estudiantes de décimo se acercaron. Sin pensarlo, Junior respondió con una patada precisa, mientras que Daniela le siguió el paso con una cachetada. La pelea no duró mucho: ambos estudiantes fueron rápidamente eliminados.
Sin embargo, cuando Junior pensaba que todo había terminado, un chico se acercó para atacar a Daniela. Rápidamente, Junior la alzó y giró sobre sí mismo, permitiendo que ella le diera una patada en la cara al atacante. La coordinación entre ellos era impecable; estaban formando un equipo formidable.
Mientras tanto, Nicole, Ome y Figueroa también se unieron al fray. No tenían un plan específico, así que comenzaron a lanzar golpes indiscriminadamente. Figueroa corría hacia cualquiera, golpeándolo sin dudar, mientras que Ome hacía lo mismo. Nicole, por su parte, empujaba a todos con una ventisca que desestabilizaba a sus adversarios.
Al campo de batalla también llegó Johan, acompañado de Danna e Isabela. Apenas habían llegado, pero ya estaban listos para combatir. Los profesores, desde la distancia, observaban con satisfacción el espectáculo que se estaba desarrollando. El profesor Rubén se dirigió al profesor Edgar y le pidió que hiciera caer granizo sobre el campo de batalla.
—¡Hazlo! —exclamó el profesor Rubén.
Obedeciendo a su compañero, el profesor Edgar levantó la mano, y de repente, el cielo se oscureció y comenzó a llover granizo. Los estudiantes miraron a los profesores con cierta indignación, pero no era momento de quejas; quedaba poco tiempo antes de que la prueba finalizara, así que continuaron luchando.
Junior se encontró lidiando con un oponente de gran tamaño que poseía una fuerza sobrehumana. Ambos estaban enzarzados en un forcejeo, pero el rival, que era corpulento, parecía ganar la batalla.
—¿Qué, acaso te vas a quedar ahí las dos horas? —le gritó Daniela con desdén, esquivando un golpe que estuvo a punto de conectarle.
—¡No! ¡Ya voy! —respondió Junior, apretando los dientes mientras trataba de superar a su oponente.
Con un renovado sentido de determinación, Junior encontró una forma de liberarse del agarre del chico y, aprovechando su velocidad, lanzó un golpe directo a su abdomen, derribándolo al suelo. Sin embargo, la pelea no había terminado; había otros adversarios a los que enfrentarse, y con la ayuda de Daniela, estaban decididos a salir victoriosos.
—¡Ya! —exclamó Junior.
Comenzaron a pelear en equipo. De repente, un grupo los rodeó, pero Daniela le guiñó un ojo a Junior. Él entendió el mensaje, la tomó de la cintura y la lanzó con fuerza hacia los tres adversarios que los rodeaban. Daniela conectó una patada certera a uno de ellos, derribándolo. Junior, por su parte, agarró a los otros dos y los estrelló contra el suelo con tal fuerza que vomitaron sangre, antes de sacarlos fuera del campo.
Por otro lado, Johan eliminó a un equipo entero utilizando una cuerda, mientras que Isabela congelaba a varios rivales con su poder. El trabajo en equipo estaba siendo efectivo, y cuando se escuchó un grito resonante, todos supieron que el tiempo se estaba agotando.
—¡LES QUEDA UNA HORA, JÓVENES! —anunció el profesor Rubén.
Todos se pusieron las pilas y continuaron peleando con una ferocidad que hacía temer por la seguridad de los presentes. Junior observo a lo lejos a Ordoñez y Ricardo acercándose hacia él. Daniela se dio cuenta también y se posicionó al lado de Junior, preparándose para lo que venía.
—Déjame a mí —dijo Junior, decidido a enfrentarlos solo.
Avanzaron hacia sus oponentes, y Junior se preparó, cargando su puño con electricidad. Con un golpe certero, impactó a Ricardo, quien fue lanzado fuera del campo. Ahora solo quedaba Ordoñez.
—Mierda, solo quedo yo —murmuró Ordoñez, nervioso.
Junior y Daniela se lanzaron sobre él. La pelea era intensa, y parecía que el resultado podría ir a favor de cualquiera. Ordoñez lanzó una bola de fuego, pero Junior la esquivó hábilmente. Daniela aprovechó la distracción para darle una cachetada y, luego, un puñetazo en la cara. Junior siguió con un rodillazo que hizo que Ordoñez escupiera sangre. Molesto, Ordoñez lanzó otra bola de fuego, pero Junior levantó su barrera eléctrica, absorbiendo el impacto y con un rayo dejó a Ordoñez fuera de los límites.
Mientras tanto, Nicole y Figueroa luchaban con valentía, trabajando en equipo. Ome estaba ocupado enfrentándose a unos amigos, pero se unió a ellas rápidamente. A lo lejos, se escuchó de nuevo la voz del profesor Rubén.
—¡JÓVENES, LES QUEDAN TREINTA MINUTOS! —gritó.
El aviso generó preocupación, pero no detuvo a los combatientes. Karoth se mantenía en medio de la pelea, tratando de evitar tocar a nadie, mientras el plan continuaba desarrollándose a la perfección. Danna, por su parte, detenía el tiempo y golpeaba a cualquier rival que se acercara. Sin embargo, en un momento de distracción, se estrelló contra Karoth, quien había vuelto a hacerse visible nuevamente.
Se quedaron mirando, pero de repente, alguien las levantó del suelo. Karoth reconoció a la chica de las gafas, quien las sacó a ambas del campo de batalla, dejando al equipo de Junior y Johan con solo dos miembros.
—¡Maldita sea! ¡Sacaron a Karoth! —exclamó Junior, frustrado.
Sin saber qué hacer, continuaron luchando, decididos a ganar a pesar de la adversidad. Con veinte minutos restantes, se enfocaron en eliminar al mayor número de oponentes posible. Nicole y Figueroa seguían combatiendo juntas, hasta que una explosión las sorprendió. Nicole empujó a Figueroa para protegerla, pero recibió el impacto y fue lanzada fuera de los límites.
La preocupación llenó el aire; nadie sabía quién sería el ganador. Justo en ese momento, un grito resonó en el campo.
—¡SE ACABÓ, NO MÁS PELEA! —gritó el profesor Rubén.
Todos se detuvieron; algunos se rieron, mientras que otros se dejaron caer al suelo, agotados.
—Se acabó al fin —dijo Junior, aliviado.
—Sí —asintió Daniela.
—¿Quién habrá ganado? —preguntó Ome, mirando a su alrededor con ansiedad.
—¡MUY BIEN! EL GANADOR DE ESTA BATALLA ES EL EQUIPO DE NICOLE DAYANA RAMIREZ, JUAN ESTEBAN OME Y SARA FIGUEROA! —anunció el profesor Rubén con entusiasmo.
—¿Qué? —exclamó Junior, sorprendido.
—Pero, ¿si ellos tienen solo dos? —se cuestionó Karoth, confundida.
—NO SEÑORES. LA SEÑORITA NICOLE NO SALIÓ DEL CAMPO. ¡MIREN! —respondió el profesor Rubén, señalando hacia donde estaba Nicole.
Nadie podía creerlo. Nicole estaba en el suelo, pero la mitad de su cuerpo seguía dentro del campo de batalla. Junior sintió una ola de felicidad al enterarse de que su prima no había sido descalificada, y el profesor Rubén continuó.
—YA VIERON. Y AHORA TODOS VENGAN QUE LOS VAMOS A CURAR —gritó, convocando a los estudiantes.
Todos se acercaron para recibir atención médica, y felicitaron al equipo de Nicole. Estaban muy contentos, pero entre ellos, Figueroa se negaba a que le curaran la herida de bala, temiendo que la investigación sobre la herida revelara más de lo que deseaba. Finalmente, todos se fueron a sus casas, aunque Junior se marchó en silencio, guardando para sí lo que había ocurrido con David, consciente de que tenía un nuevo enemigo al que enfrentar.
soy nuevo en este lugar y en todo el tiempo que tengo aquí (2 días XD) eres el mejor que escribe. PERO ahí te va
Narras bien, pero te falla en cuanto a colocar los tiempos y los sucesos, osea, se entiende a dónde vas, pero vas muy rápido y no dejas q lo demás tome se desarrolle o tome explicación. Muchos datos en muy poco tiempo. Te recomiendo que tengas un poco más de paciencia y orden para escribir en cuanto a dar datos se refiere (yo sé q todos tenemos y queremos dar nuestra historia a conocer pero no hay q comer ansias)