Cuando la vida, pone pruebas difíciles de superar y a pesar de todo sonríes ante la adversidad...
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Reencuentro
Han pasado los días y por fin han encontrado la isla de Sebastián, fue un tanto complicado el dar con dicho lugar, pero se sabe que la fe mueve montañas.
Gibran se comunicó con uno de los agentes.
Agente 1: Señor hemos encontrado la ubicación exacta de la isla, ahora esperamos sus indicaciones.
Gibran: Excelente salgo ahora mismo para allá, y no hagan nada hasta que llegue. Qué saben de mi esposa, se encuentra bien?
Agente 1: Lo que sabemos es que está recluida en la casa, se ve bien, pero no podemos asegurar que así sea.
Gibrán: Comprendo aun así, quiero que se aseguren de que ella está bien. Y me den la certeza de que lo está, no quiero falla señores. Tal vez me voy a oír mal, pero para eso les pago.
Agente 1: Comprendemos su preocupación señor, pero como usted comprenderá. La Isla está totalmente asegurada, en este momento no podemos aseverar que la señora esté bien, simplemente es lo que alcanzamos a ver de lejos. Espero que usted lo entienda y nos dé tiempo de corroborar esa información.
Gibrán: Creo que les he dado el suficiente tiempo para corroborarlo, necesito Ya esa información, tienen de aquí en lo que llego al lugar, si se puede espero me informe antes de mi llegada.
Que tenga buena tarde.
Agente 1: Seguiremos en contacto, cambio y fuera señor.
Gibrán tomó su jet privado y salió directo hacia la isla de Sebastián, sabía que no le darían entrada, pensaba en aterrizar en un aeropuerto cercano y de ahí tomar un pequeño yate hacia allá. Iba por su amada esposa, esperaba que todo saliera según lo planeado.
Confrontación
El agente había informado a Gibrán que su esposa se encontraba bien.
Habían corroborado la información y solo esperaban interceptar la isla de Sebastián, y así recuperar a Silvana.
Al llegar al muelle de la isla, Gibran pidió hablar con Sebastián, este salió con soberbia mirada hacia Gibran y le dijo:
Sebastián: Vaya veo que has logrado encontrarme, qué pensaste que me alejaría de ella?, que dejaría ser feliz?
No me hagas reír, bien sabes que me pertenece y no te dejaré el camino libre.
Mejor dime qué quieres?
Gibran: Qué quiero? Quiero a mi esposa, eso quiero.
Sebastián: De que hablas, ya no es tu esposa, firmaste el divorcio, o ya lo olvidaste?
Gibran: Eso creíste, veo que no hiciste tu tarea, tienes que investigar antes que cualquier cosa.
Sebastián: De qué estás hablando,?, a qué te refieres con investigar?.
No comprendo tu manera de decir las cosas, habla que quieres decir?
Gibrán: Veo que mi esposa no te habló del contrato. Pues te explico, mi amada esposa y yo tenemos un contrato, que estipula que si ella quiere divorciarse de mí antes del año, no podrá hacerlo y tendrá que reiniciar nuevamente el año completo.
Solo estaríamos casados durante un año pero creo que ya no te lo dijo, en fin Ella es mi esposa, devuélveme a mi esposa y a mi hijo.
Sebastián: Piensas que voy a creerte?, por quién me tomas?.
De ser así mi abogado me lo habría hecho saber, no soy un tonto.
Mejor dime, no has pensado que ese niño es mío?
Gibran: No me hagas reír, tengo a mi esposa vigilada y nunca la vieron, ni contigo, ni con nadie así que deja de hacerme perder el tiempo y devuélveme a mi mujer.
De pronto Sebastián se fue a los golpes a Gibrán, él pudo esquivarlos perfectamente, ya que no era muy sabido que él practicaba kick boxing, aunado a que hacía ejercicio se conservaba en muy buena forma y sus reflejos eran excelentes.
Mientras Sebastián intentaba asestar un golpe sobre Gibrán, cayó del muelle golpeando su cabeza con una madera que sobresalía del mismo.
Gibran al ver esto, salto al agua y Salvo a Sebastián, en ese momento toda la gente de Gibran y la policía tomaron la isla, Sebastián se fue en helicóptero al hospital y varios agentes se fueron, con el, ya que estaría detenido por privación ilegal de la libertad.
Gibran fue en busca de Silvana, ella estaba dormida en la cama de la recámara principal, ella al verlo se alegró y lo abrazó, después recordó las fotos y se alejó de él.
Silvana: Gracias por rescatarme, podemos irnos a casa? Quiero ver a mi hermano y al pequeño Samuel.
Gibran: Aún no nena, hay que ir a rendir declaración, y a levantar la demanda respectiva contra Sebastián.
Silvana: De acuerdo, me permites. Me pondré ropa y mis zapatos.
Gibran salió de la habitación confundido, no sabía a qué se debía la frialdad de Silvana.
De pronto su celular sonó y era Miley, preguntando cómo había salido todo.
Gibran: Todo está en orden te veo mañana en el trabajo.
Miley colgó molesta y se dijo así misma, pronto sabrás de mi Silvana y me las pagarás.
Silvana iba muy seria, y Gibrán lo noto y de pronto le pregunto:
Gibran: Te sucede algo? Ese infeliz te hizo algo?
Silvana: No me hizo nada, solo estoy cansada.
Gibran: Llevas varias semanas así, qué te sucede?
Silvana: Nada no tengo nada.
Gibran: Silvana sé que tienes algo, dime qué te pasa?
Silvana: Ya te dije que nada, o tú estarías feliz, si me vieras en la cama con otro.
Gibran: Esto a qué viene?
Silvana: Olvídalo no pienso decirte nada más.
Gibran: Por favor Silvana, solo quiero saber que te pasa.
Silvana estalló en ira y casi gritando le dijo a Gibrán:
Silvana: Hace unas semanas, me llegaron unas fotos tuyas, con una mujer en la cama. Ya lo dije contento?
Gibran estaba estupefacto, no podía creer lo que escuchaba, sabía que no la había engañado, pero cómo?
Girbran: Me muestras las fotos?
Silvana: Te las mostraré en casa.
Después de eso, solo fue silencio. Silvana se sentía enojada y triste, Gibran no sabía ni que pensar, solo esperaba que el viento no soplará con tanta fuerza.
sino es lo mismo de siempre