Eras Tú.

Bastian junto con su esposa ya estaban a la espera de Nil, quien ya venía en camino, y después de su corta espera su amigo había llegado, pero de inmediato percibió algo en él, se saludaron sin cuestionarle.

Al abordar el Jet, Nil espero impacientemente a que este despegara, y mientras veía las muestras de cariño de aquel nuevo matrimonio.

Y al verlos negaba mientras recordaba qué hace días su amigo seguía con su amargura y ahora parecía que aquel antiguo Bastian se había fugado.

Al estar por los cielos, Nil desabrocho el cinturón de seguridad y se levantó, camino hacia su amigo y su cuñada.

— siento interrumpir, pero estó, es urgente que lo leas— Bastian asintió levantándose de su asiento y fue hacia los asientos junto con Nil.

— dime, ¿qué es eso tan urgente?— él solo asintió, y esa carpeta la tomo de uno de los asientos y se la entregó— ¿qué es esto?.

— léelo y lo sabrás — y mientras Bastian leía cuidadosamente ese documento, Nil le pidió a la azafata que trajera su portátil, al tenerla de inmediato sacó el usb de su bolsillo, lo inserto y de inmediato busco los archivos para mostrárselos a su amigo.

Bastian ignoró su entorno y comenzó a leer con detenimiento ese contrato, donde venían los nombres del padre de Mabel y un tal Sandro, no entendía aún.

Los primeros párrafos solo mencionaba sobre la colaboración para levantar la empresa e inyectar una cantidad fuerte de dinero a la misma.

Siguió leyendo hasta que apareció el acuerdo del porqué la ayuda, donde había un matrimonio de por medio, continuó leyendo, pero una palabra lo hizo detenerse y sorprenderse.

El matrimonio al que se refería el papel era con los primogénitos de ambas familias, repaso de nueva cuenta ese párrafo y recordó que su esposa es la primogénita de la que hablaban.

No podía creer lo que estaba leyendo, levantó su vista fijándola en su amigo, quien al ver su expresión giro el portátil hacia él dándole a entender que también eso era importante de leer.

Y así lo hizo Bastian, su rostro estaba serio, pero su mandíbula se podía notar que estaba tensa al igual que sus manos, pues estas estaban empuñadas ejerciendo presión, ya que el tono de sus dedos era diferente.

Cuando termino de leer, tenía demasiada rabia y quería matar a ese viejo, quien se atrevió a poner en venta a su hija por dinero, cerró con fuerza el portátil y vio a Nil.

— ese viejo no sabe con quién se ha metido— Nil ladeo sus labios mostrando una sonrisa, pues le agradaba escuchar hablar de esa manera a su amigo.

— yo estaré listo para dar cualquier paso— ambos asintieron mientras Bastian intentaba controlarse— Bastian, Mabel, ¿lo sabrá?, ¿no te ha comentado nada?.

— no sé, pero en este momento le preguntaré, tenemos que prepararnos, porque puedo asegurarte que ese viejo está desesperado, ahora entiendo de la visita a Nathan, todo tiene sentido— se quedó en silencio por algunos segundos, hasta levantarse de su asiento— ya regreso Nil.

Su amigo asintió mientras veía irse asientos más adelante, Bastian se sentó al lado de su esposa, tomo su mano y habló— Mabel— está de inmediato volteo al notar el tono serio de su voz— perdón, pero tengo que ser directo, ¿te suena el apellido los Bailey?— Mabel se sorprendió de la pregunta de su esposo, pero asintió— Ivar quiere casarte con el hijo de los Bailey, ¿lo sabías?.

— Ivar me pidió ayuda con eso, por su empresa, pero por lo que me dijo quien tenía que casarse era Elia— Bastian al escuchar se molestó porque le había ocultado esa información un poco delicada y más porque se dio cuenta de que ese viejo la engaño diciéndole algo que no era cierto.

— y, ¿cuando tenías pensado decirme?— Mabel al verlo molesto, suspiró, pero entendió su molestia y más porque tenía razón.

— lo siento amor, pero, si iba a decirte, solo que al tenerte todo mis problemas se me olvidaron, perdoname por ocultarte esto.

— no estoy molesto, solo, que esto es mucho más grande de lo que tú sabes — Mabel al escuchar no entendió, cruzó sus brazos y levantó su ceja.

— ¿como que más grande?, ¿a qué te refieres?, Bastian.

— simple, Ivar te manejo su versión donde tú eras su segunda alternativa, pero no lo es así, él hizo un contrato con el padre de Sasha y te ofreció a ti a cambio de que él salvará la empresa.

— ¡que!, esto, esto— Mabel grito muy enojada e indignada por lo que apenas se enteraba gracias a su esposo y a Nil, se levantó y volvió a gritar— ¡Ivar Cooper eres un maldito!, ¡te odio! — Bastian de inmediato se levantó y abrazo a su esposa, donde ella al sentir sus cálidos brazos rompió en llanto— porque no me deja en paz.

— tranquila, te aseguro que muy pronto te dejará en paz— Mabel se separó de él mientras que Bastian limpiaba sus lágrimas.

— pero ahora que pasará, mi padre tiene mucho poder y cuando se entere de nuestro matrimonio puedo jurar que no dudará en separarnos.

— quizás tu teoría sea un poco cierta, pero te recuerdo que ahora eres mi esposa, señorita, y nadie puede atreverse a intentar tocar lo que es mío, porque te aseguro que conocerán el infierno.

Mabel solo sonrió y asintió, volvieron a sentarse, Bastian espero a que su esposa se calmara y cuando lo hizo de inmediato regresó con Nil para idear y armar sus próximos movimientos.

El resto del viaje hablaron sobre el mismo tema, donde los dos estaban de acuerdo en una sola cosa, hacer caer a los que se metieron con un King y hacerles ver y vivir el infierno en carne propia.

Se prepararon para el aterrizaje, cuando el Jet dejó de moverse, la azafata les indicó que podían bajar, los tres se levantaron y bajaron por la escalerilla.

Sus hombres ya los esperaban con un convoy repleto de seguridad, pues Nil ya les había notificado sobre el refuerzo a la seguridad para sus patrones.

Subieron a una de las cuatro camionetas, y de inmediato la caravana salió de la pista, encabezando las primeras dos camionetas llenas de hombre la tercera era donde ellos venían y la cuarta camioneta de igual manera venía con hombres y por los costados una flotilla de motociclistas iban al resguardo.

Siendo tan llamativo para cada persona que los veía pasar, esa seguridad ni el presidente la tenía, pero Nil y Bastian no querían moverse a la ligera pues su prioridad para ambos era cuidar, proteger y resguardar a Mabel.

Fueron a alta velocidad por las calles principales, hasta que entraron a una zona residencial, traspasaron el portón de seguridad, hasta que llegaron a una enorme casa.

Llena de vegetación, las camionetas al estacionar ellos bajaron y entraron a la casa, sin decir palabra los tres subieron las escaleras y cada quien se fue a sus habitaciones.

Donde se acostaron pues el largo viaje era muy agotador y Bastian, Nil y Mabel necesitaban descansar porque los días siguientes quizás serían de turbulencia.

Bastian a temprana hora se levantó, se duchó y se arregló, beso a su esposa quien aún dormía, dejo sobre la mesita una hoja y salió de la habitación.

Al bajar las escaleras se encontró con Nil.

— ya todo está listo, la reunión con Nathan será en una hora y media.

— perfecto, así sabremos si le llama a ese viejo, debemos estar preparados para los movimientos de un hombre desesperado.

— no te preocupes, todo está cubierto— Bastian asintió y juntos salieron de la casa, abordaron la camioneta y se fueron al encuentro.

Y Nathan al enterarse de que su socio estaba en la ciudad, presentía que Mabel también estaba y al tener esa información valiosa no dudo en tomar su teléfono y marcar el número de Ivar, quien estaba muy desesperado caminando de un lado a otro por todo su despacho, pero se detuvo al sentir la vibración en su bolsillo, de inmediato sacó su teléfono y sin ver el número abrió la línea.

📲 ¿Quién carajo habla?.

📲 Hola señor, soy Nathan.

📲 Me agrada que hayas entendido el mensaje, ahora dime, ¿Sabes donde esta?.

📲 No, aún no, pero mi socio vendrá y nos reuniremos hoy, y si el está en la ciudad puedo asegurarle que Mabel también está aquí.

📲 ¿Dime la hora de tu reunión con ese bastardo?.

📲 Será en hora y media.

📲 Perfecto, ahí estaré.

Ivar corto la llamada ignorando el parloteo de Nathan, de inmediato llamo a sus hombres para que fueran a los puntos estratégicos donde quizás su hija iría,

Tomó su saco y salió de su despacho, reunió a su gente y salió de la casa bajo la mirada de su esposa e hijas, quienes no entendían que pasaba para ese gran movimiento de los hombres de Ivar.

Subió a su camioneta y se fueron a alta velocidad por las calles, quería llegar y tener la primicia de hablar con ese hombre y emplear sus tácticas si era necesario, pues su hija tenía que aparecer si o si y casarse en cuatro días con Sasha Bailey.

Quien al verla por foto su corazón fue flechado al instante, y donde por primera vez, su padre lo veía entusiasmado por algo y al ver su cambio positivo él no dudaría en llevar sus planes hasta las últimas con tal de ver feliz a su hijo.