El Viudo Impiedoso y la Niñera

Lorenzo: Me ducho, me visto, voy hacia el balcón y allí está Alice. Decido bajar hacia ella, me acerco y la escucho sollozar suavemente.

Alice: Lorenzo se sienta en silencio a mi lado, seca mis lágrimas e trato de disimular que estoy llorando.

Lorenzo: ¿Hay algo que pueda hacer para aliviar este dolor que sientes?

Alice: Lorenzo...

Lorenzo: Déjame ayudarte, Alice, ya no puedo ignorar el hecho de que estás sufriendo en este frío todas las noches.

Alice: Nadie puede ayudarme, Lorenzo.

Lorenzo: Me dijiste que por la noche, la soledad trae todos los sentimientos a la superficie. Podemos ver una película hasta que el sueño llegue, así evitaremos que la soledad traiga esos sentimientos y no tengas que quedarte en este frío.

Alice: No sé si funcionará.

Lorenzo: Descubrámoslo, estaré contigo y no permitiré que la soledad gane.

Alice: Lorenzo pasa los brazos por mis hombros y me acaricia los brazos para darme calor. ¡Quiero palomitas!

Lorenzo: Solo sé hacer las de microondas.

Alice: Con mantequilla, en este caso.

Lorenzo: ¡Es mi preferida! ¿Vamos?

Me levanto y ayudo a Alice a levantarse, entramos en silencio. Ella va al salón a poner la película.

Alice: Lorenzo, ¿puede ser en tu habitación? Te respetaré y me iré cuando duermas. Es que así ya estarás acostada y si te quedas dormida no tendrás que despertarte para ir a la habitación y correr el riesgo de perder el sueño.

Lorenzo: Está bien.

Voy hasta la habitación y pongo la película "Cómo perder a un hombre en 10 días". Lorenzo entra en la habitación y hace una mueca mirando la televisión, con un cubo de palomitas y una botella de refresco en las manos. Me levanto y le ayudo.

Lorenzo: ¿En serio?

Alice: ¿Ya la has visto?

Lorenzo: No, creas o no, no es mi estilo.

Alice: Es un clásico. ¡Te gustará!

Lorenzo se sienta en la cama, claramente incómodo con mi elección de película, siento que me mira todo el tiempo. La película va pasando y llega una parte en la que hay una canción que amo, empiezo a cantar y me detengo cuando recuerdo a Lorenzo a mi lado.

Lorenzo: Canta, Alice, tienes una voz hermosa.

Alice: Esta canción tiene una traducción perfecta, Lorenzo.

Lorenzo: Cántamela, quiero escuchar.

Alice: Empiezo a cantar con mucha vergüenza, esta es una de mis canciones favoritas y tiene una traducción que en partes define esta etapa de mi vida. Me pierdo en mis pensamientos mientras canto con Lorenzo mirándome seriamente.

🎶 Feels Like Home (Chantal Kreviazuk)* Algo en tus ojos me hace querer perderme* Me hace querer perderme en tus brazos* Hay algo en tu voz* Que hace que mi corazón lata más fuerte* Ojalá que este sentimiento dure el resto de mi vida* Si supieras lo solitaria que ha sido mi vida* Y cuánto tiempo me he sentido sola* Si supieras cuánto deseo que alguien aparezca* Y cambie mi vida como tú lo has hecho* Se siente como estar en casa* Se siente como estar de vuelta en mi lugar* Una ventana se rompe en una calle larga y oscura* Y una sirena suena en la noche* Pero estoy bien, porque te tengo aquí conmigo* Y casi puedo ver que a través de la oscuridad hay una luz* Si supieras lo mucho que este momento significa para mí* Y cuánto tiempo he esperado por tu toque* Si supieras lo feliz que me estás haciendo* Nunca había pensado que amaría tanto a alguien* 🎶

Lorenzo: Alice, tienes una voz hermosa, es perfecto escucharte cantar. La canción es realmente hermosa.

¡Tienes una voz hermosa!

Alice: Gracias. Lorenzo...

Lorenzo: ¿Qué pasa?

Alice: Tengo sueño.

Lorenzo: Me acuesto y atraigo a Alice hacia mi pecho.

Duerme, me iré tan pronto como te quedes dormida.

Alice: Gracias.

Permanezco acostada escuchando el sonido del corazón de Lorenzo que late rápido y fuerte. Termino durmiéndome con él acariciando mi cabello.

Lorenzo: Alice se duerme, cojo el mando y apago la televisión. Me gustaría saber qué le pasó, por qué siente tanto dolor. Imagino muchas cosas, pero estoy seguro de que es mucho peor que cualquier cosa que pueda imaginar. Después de todo, ella dijo que lo perdió todo, ¿qué significa eso? Intento levantarme y ella me abraza.

Alice: Quédate...

Hablo somnolienta, el calor del cuerpo de Lorenzo me da una gran paz y sabiendo que hoy es un día difícil para él, le pido que se quede. No quiero que esté solo.

Lorenzo: ¿Vas a caerte de la cama mañana por la mañana?

Alice sonríe débilmente, muy adormilada.

Alice: Tal vez...

Lorenzo me abraza y me besa en la frente, caigo dormida sin darme cuenta.

Lorenzo: Alice duerme y me quedo dormido enseguida, duermo como hacía mucho tiempo no dormía con ella en mis brazos. Hoy imaginé que sería un día difícil, pero Alice me dio paz. Tal vez mi madre tenga razón y ella sea realmente un ángel en nuestras vidas.

Alice: Despierto en la misma posición en la que dormí, Lorenzo no me soltó. Dormí muy bien esta noche, levanto un poco el rostro y miro fijamente a Lorenzo. Qué guapo es, Theo se parece mucho a él, me pregunto si este corazón tan herido como el mío tiene espacio para alguien más.

Lorenzo: Me despierto con Alice mirándome, se ve hermosa cuando despierta.

Buenos días.

Alice: Buenos días.

Intento alejarme y Lorenzo me sujeta.

Lorenzo: No me mires así con vergüenza, Alice, no hemos hecho nada malo. Quise estar aquí.

Alice: Lorenzo parece que leyó mis pensamientos, estaba avergonzada pensando que él solo se quedó aquí por lástima.

Gracias.

Lorenzo: Suelto a Alice, ella se levanta y va a hacer su aseo, yo me dirijo a mi habitación y hago lo mismo. La encuentro en la cocina preparando el desayuno, todavía no hay ningún empleado aquí. La ayudo y desayunamos juntos.

Alice: Theo hace falta, él es el corazón de esta casa.

Lorenzo: Él es mi corazón fuera del pecho, Alice. He cometido muchos errores, pero la verdad es que todo este tiempo he sobrevivido por él.

Alice: Puede que no sepa muchas cosas, pero te ama y no ha hecho nada irreparable.

Conversamos y subimos para vestirnos para ir al almuerzo. Lorenzo me felicita y me pongo avergonzada, quería decirle que él estaba guapo y no tuve el valor. Nos dirigimos al salón de fiestas y los niños están extrañamente quietos en la puerta, parecen esperar algo ansiosos.

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¡Hola, mi gente bonita!

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