Mi Jefe Es Padre Soltero

Evan esperaba en la puerta a aquel señor que venía con pasos apresurados, pero al ver que Evan estaba en la puerta su expresión se volvió sería.

—¿Quién es usted? -preguntó aquel hombre mayor.

—¿Quién es usted? -pregunto sin responder la pregunta del mayor.

—Yo pregunte primero ¿Caroline está aqui?

—¿quién pregunta? -eso hizo molestar aún más al mayor- lo siento, pero no puedo dejarlo entrar hasta que me diga quien es usted.

—Yo soy su padre, ahora dígame ¿Quién es usted?

Lo que dijo el mayor lo sorprendió por completo, esperaba que tal vez era un hombre desconocido que había estado molestando a Jane y a su hermana, pero no esperaba que fuera su padre.

—Si no vas a responder mejor apártate de la puerta -dijo el mayor tratando de apartarlo de la puerta.

—Lo siento señor, pero no puede entrar.

—¿Qué dices? -dijo enojado el mayor- Tú no eres ningún guardia ni nada por el estilo.

—Por favor señor, no puedo dejarlo entrar no lo conozco.

—Eso no me importa, la niña que está adentro si me conoce, soy su padre y exijo verla.

—¿Habla de Caroline Collins?

—¡Si!... Espera ¿Collins?

—Si, Caroline Collins es mi hija, dice que es su hija ¿Cómo puede ser eso posible? ¿Qué está tratando de hacerle a mi hija?

Evan se acerca amenazante haciendo que el hombre mayor retrocediera, su mirada parecía confundido y asustado, él estaba seguro de que su hija Caroline estaba aquí. Y estaba seguro de que Jane estaría con ella y por eso vino al hospital.

—Dígame ¿Qué hace aquí? ¿Por qué está diciendo que Caroline es su hija?

—Yo... Bueno...

—Evan -dijo tomando la atención de Evan- Por fin té veo ¿Qué haces aquí?

Evan se sorprende al ver a su suegro con la madre de sus hijas, se queda paralizado al verla haciendo que el mayor escape del lugar.

Después de eso Evan cambia su reacción a una mirada furiosa, la chica se esconde detrás de su padre mientras lo mira tímidamente.

—¿Qué hace ella aquí? -dijo Evan enojado- ¡Te dije que no quería volver a verte!

—Evan cálmate -dijo su suegro- Estamos aquí para hablar sobre las niñas.

—¿Estás seguro de eso? -dijo sin quitarle la mirada amenazante a la madre de las niñas.

—Si, así que hablemos mañana a las 8 en mi oficina ¿Te parece?

—O puedes hacerlo en nuestra casa -Hablo la chica.

—¡Cállate! -grito Evan- Tú no tienes derecho a hablarme y tú -señalo a su suegro- no hablaré contigo así que deja en paz a mis hijas.

—¡También son de mi querida hija! ¡No son del todo tuyos! -grito su suegro enojado- Quieras o no vendrás a mi oficina mañana.

—Ni lo sueñes -contesto Evan

—Tú decides, es por las buenas o por las malas -sin más que decir se da la vuelta para irse del lugar.

Evan mira enojado a su suegro, aunque ya no quería tener nada con ese señor aun así es su suegro, hasta que la madre de sus hijas no firme el divorcio seguirá siendo su suegro.

Antes de desaparecer de la vista de Evan, la chica voltea y le da una sonrisa dulce y amable, pero solo Evan sabe lo que significa esa sonrisa y no le gustó para nada eso.

—Te atreves a estar frente a mí cuando te advertí que no lo hicieras -apretó sus puños de enojo.

—¿Evan? -salió de la habitación mientras miraba a los alrededores- Ya se fue ¿Verdad?

—¡Es cierto! -pensó Evan- se me había olvidado por completo.

—Si ya se fue, ya no te preocupes -trato de relajar su rostro- Entremos antes de que venga otra vez.

Los dos entraron a la habitación, Jane miraba confundida a Evan, algo había pasado afuera.

—¿Te hizo algo? ¿Te lastimo? -Dijo revisando el cuerpo de Evan- ¿Qué te hizo? ¿Por qué estás con esa cara?

—Nada, él no me hizo nada sino otra persona.

—¿Qué? ¿Quién fue? -preguntó preocupada.

—Bueno, solo fue el abuelo de las niñas quiere verme mañana a las 8 en su oficina, no se querrá ese viejo -Se sentó en la silla que estaba al lado de la camilla de Caroline.

—Entonces ¿Vas a ir? -Evan asiente- Te amenazó con las niñas ¿verdad?

—Si, así que quiero que estés con ellas hasta que llegue a casa ¿De acuerdo?

—Está bien, no hay problema.

—¿Y yo? ¿No vas a estar conmigo? -hablo Caroline.

—Claro que si, además estarás conmigo para cuidarlas, por fin conocerás a las encantadoras niñas que siempre me sacan una sonrisa.

—¿En serio puedo conocerlas? -dijo tímida mientras miraba a Evan.

—Claro que puedes Caroline, mis hijas estarán encantadas de conocerte.

Caroline Sonrió ante eso, en serio tenía muchas ganas de conocer a las niñas que su hermana cuidaba y hablaba mucho de ellas. Por supuesto que no estaba celosa, solo estaba feliz porque su hermana se divertía con las niñas a pesar de todo lo que pasó en el pasado.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Hola, siento la demora estaba terriblemente enferma, por suerte me recuperé rápido gracias a mi abuela (que me ha dado muchas medicinas) y a mi madre por cuidarme en estos días.

Ya tengo algunas ideas sobre el próximo capítulo y los siguientes más, espero que les guste, gracias por leer ❤️