El Amor Verdadero

Anastasia se había levantado, no muy bien emocionalmente luego de lo que pasó con el padre de su hijo.

Cuando bajo al comedor se encontró con que su esposo estaba sentado ya en la cabecera de la mesa esperando el desayuno.

_ Buenos días _ saludo Anastasia sin ningún ánimo, a su esposo que no tardo en darse cuenta que para nada era un buen día para su linda esposa.

_ Buenos días, Ana, aunque veo que par ti para nada es bueno este día _ respondió Antonio burlescamente a su esposa que se sentó de malas ganas en la silla bajando su celular a un lado de ella en la mesa.

La chica no respondió solamente se dispusó en mirar mal a su esposo y luego centrar su mirada a un punto fijo del comedor pareciendo perdida en sí misma.

Aunque Antonio sabía perfectamente lo que le estaba pasando a su esposa, aun así se dispuso a preguntarle que le pasaba, tal vez le contaba también a él sus problemas.

_ Sucede algo contigo chiquilla?, como que no te veo muy bien _ pregunto de muy buena manera Antonio tratando así, tal vez de consolar a su esposa.

_ Por qué preguntas si no te importa _ fue lo único que respondió la chica de mala manera.

_ Si no me importara no te hubiese preguntado, te hes muy difícil contarme lo que te pasa, tal vez pueda ayudarte no _ volvió a hablar Antonio levantando un poco la vos, le indignaba que ella siempre la tratara mal.

_ Por favor Antonio, hoy no quiero discutir, tengo muchos problemas como para lidiar con tu estúpido humor también, puedes dejarme en paz aunque sea solo por hoy _ respondió Ana tranquilamente la verdad para nada se encontraba bien.

Antes de que su esposo pudiera responder el celular de la chica empezó a sonar, lo levanto sin ánimos Ana, para ver de quien se trataba, y como vio que era Juan decidió contestar.

...**Hola _ fue lo único que dijo la chica al contestar....

_ Hola hija como estás _ respondió amablemente Juan aunque por la forma en que le hablo la chica ya se dio cuenta que nada estaba bien.

_ Bien, dime se fue Óscar para hacerse la prueba? _ pregunto sin rodeos la chica

_ Si Ana acaba de irse.

_ Está bien, cuando va a estar los resultados Juan? _ cuestiono la chica aguantándose las ganas de llorar para nada había amanecido bien hoy.

_ Suele estar dentro de 24 horas, pero como mañana es domingo el lunes recién tendremos el resultado _ respondió el señor.

_ Está bien, gracias por avisarme _ dijo Ana Soltando un largo suspiro por primera se sintió cansada de su situación quería que todo terminará ya.

_ Ah por cierto me llamo Mateo, pregunto por ti, y le dije donde estabas, espero no te molestes _ informó el hombre que se encontraba firmando papeles en su oficina.

_ Está bien no hay problema _ fue lo único que respondió la chica.

_ Todo va a salir bien Ana, confiemos en que así será, solo retráctate y ten fe en Dios _ la ánimo el hombre logrando así que se deslizara una lágrima por la mejilla de la joven.

_ Hablamos luego Juan cuídate _ y corto la llamada par luego limpiarse las lágrimas.**

Ella no se había percatado de que su esposo se había levantado de su lugar y estaba cerca de ella, Antonio tomó la silla en la que estaba sentada su esposa y lo giró hacia donde estaba el para quedar frente a frente con ella.

_ Está bien, yo entiendo que no confías en mí para contarme tus problemas, pero al menos déjame ser un esposo de verdad para ti aunque sea por hoy chiquilla _ dijo el hombre limpiando con su pulgar algunas que otras lágrimas que se escapaban de su esposa.

La chica no mencionó ninguna palabra solamente se limitó en mirar fijamente a su esposo que la acariciaba la mejilla suavemente.

_ No me rechaces por favor, solo por hoy déjame estar para ti chiquilla _ Volvió a pedir el hombre mirando con ternura a su esposa.

La joven se sentía confundida, jamás espero esto por parte de su esposo, pero necesitaba tanto del apoyo de alguien en estos momentos que se tiró en los brazos del hombre llorando a mares.

Antonio lo único que hizo fue recibirla en sus brazos, con el impacto de que la chica se tirara por el, terminó sentado en el piso abrazando a su esposa dandola suaves caricias en el cabello, también le da unos que otros besos en la cabeza.

Los dos se sentían tan cómodos así que ambos quisieron que el tiempo no pasara y más para el hombre, que hace días añoraba con tenerla así entre sus brazos, ella por su parte se sentía bastante confundida y a gusto la vez, le gustaba mucho el calor que le brindaba el, se sentía tan bien, tan protegida en los brazos de su esposo que ojalá siempre pudiera sentirse así, ambos estaban con los ojos cerrados con la intensión de seguir disfrutando uno del otro, pero una tos falsa los hizo volver a la realidad.

Lentamente, la chica levantó su cabeza y pudo observar que se trataba de Leticia quien traía el desayuno para servir.

_ Hola Leti _ saludo Anastasia levantándose del piso con la ayuda de su esposo.

_ Buenos días, señora, disculpa que los haya interrumpido, pero les traigo el desayuno _ respondió Leticia con una sonrisa picarona en el rostro la encanto encontrarlos así para ella, ellos formaban una muy bonita pareja a pesar de que tenía una notoria en la diferencia de edad.

Luego de eso el desayuno transcurrió en silencio luego de lo que pasó ninguno de los dos emitió ningún sonido, hasta que volvió a aparecer Leticia.

_ Disculpen, pero señora, afuera hay un muchacho llamado Mateo que pregunta por usted _ dijo la señora para luego pedir permiso y retirarse del lugar.

Anastasia se levantó para ir a recibir a su amigo pero cuando estaba a punto de pasar, se percató de que alguien lo estaba taladrando con la mirada por lo que para evitar problemas y recordando como se portó su esposo hace rato con ella decidió decirle.

_ Es un amigo, trabajábamos juntos en la peluquería, espero que no te molestes que lo reciba _ hablo la chica esperando así la aprobación de su esposo.

_ Esta bien, no hay problema _ fue lo único que respondió Antonio no se sentía muy cómodo con la visita que acababa de recibir su esposa.