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El Reino De Los Engaños

El Reino De Los Engaños

Status: En proceso
Genre:Amor en la guerra / Secretos de la alta sociedad / Pretendiendo ser otra persona / Romance
Popularitas:716
Nilai: 5
nombre de autor: Gianna Viteri (gilover28)

El Rey Arturo y su hermana de sangre, Neferet, compartieron un amor prohibido que dio origen a dos gemelas. Para ocultar su romance ilícito y evitar el castigo de sus padres, idearon un plan desesperado: Neferet se llevó a una de las niñas, mientras Arturo confió la otra a una madre adoptiva, una princesa de un reino lejano. Dieciocho años después, las gemelas han crecido en mundos separados, ignorando la existencia de la otra. Pero cuando el destino las cruza, una cadena de secretos, mentiras y traiciones sale a la luz. En El Reino de los Engaños, nada es lo que parece...

NovelToon tiene autorización de Gianna Viteri (gilover28) para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 23

Eros

Las personas a mi alrededor no dejaban de cotillear acerca de la actitud tan rara que tomó el rey hace unos minutos. La reina Ingrid se había puesto un poco pálida al observar y darse cuenta de la situación, por otro lado, Milos lució molesto.

— ¿Qué es esa actitud que demostró el rey Arturo para con su hija? —Una mujer susurró.

— ¡No lo sé! Parecía que para el rey su hija era lo mejor que ha podido tener, pero lució tan molesto…

— ¿Qué crees que pasó? No le encuentro sentido.

— Señoritas, no me parece adecuado que hablen sobre el rey Arturo. No es de su incumbencia los asuntos que a él se refieran.

Ambas me vieron de manera despectiva, una de ellas comentó:

— ¿Y tú quién eres, niño? —Escupió con ira.

—El príncipe Eros de Land of Love —Sonreí— Y el futuro esposo de la princesa Sade de Mónaco.

Al escuchar tal cosa, sus ojos se abrieron un poco más de lo normal y sus mejillas se tornaron de un rojo carmesí. Ellas estaban muertas de la vergüenza.

—Disculpe, no fue nuestra intención ofenderlo.

—No tiene por qué ofrecer disculpas —Hice un ademán con mis manos y me retiré hasta el lugar en el que estaba Kilian.

—Eros...

—Creo que ya es hora que vaya a buscar a Sade, no ha vuelto y dentro de muy poco empezarán con el baile —Le expresé a mi hermano menor.

—No te preocupes hermano, el rey no es capaz de hacerle nada malo a su propia hija.

—El rey no es la mejor persona que existe, ya sabes eso. En realidad, no sé que esperar de alguien cómo él.

—Cállate Eros, que allí vienen los dos y lucen mucho más felices que en ocasiones anteriores —Me dió un fuerte golpe en el hombro. Volteé y me encontré con una Sade muy sonriente que llevaba rastros de lágrimas en sus ojos así que estos se encontraban rojos. El rey, sonreía ampliamente.

— ¿Por qué lucen así? Su relación no ha sido la mejor en el tiempo que hemos permanecido en el reino y ahora lucen demasiados cómodos el uno con el otro.

—Vayas a saber...Puede que haya sucedido algo que cambió el ritmo de las cosas —Esbozó una mueca muy grande— Tú prepárate que ella bailará contigo.

—Oh, tienes razón —Sonreí con muchas emoción— Es que tienes al futuro esposo de tal hermosa chica frente a tus ojos.

— Ay Eros, has sonado tan egocéntrico...—Me molestó y solté una carcajada.

—No era por sonar así, sólo quería demostrar lo afortunado que me siento porque la mujer que amo me corresponde. Es un sentimiento muy real, creo que es un amor verdadero... Sé que nos falta conocernos, sin embargo daré lo mejor de mí. Yo daría todo por ella, lo juro.

—Has sonado como un idiota enamorado —Rió con fuerza e imité su acción. Sade se acercó a mí y tomó mi mano.

—Eros, el baile va a comenzar —Me dijo— Sé mi pareja, por favor.

—Conoces mi respuesta preciosa —Me dejé llevar y mi hermano aplaudió.

— ¡La princesa Sade abrirá el baile junto con el príncipe Eros!—Anunciaron y me sentí un tanto nervioso. Las miradas se posaron, sin embargo hubo una que me confundió. Esa mujer era Neferet, a quién fuimos a visitar semanas atrás.

— ¿Tu tía ha venido al baile? —Le pregunté con el tono de voz más bajo que había empleado nunca.

—Neferet no es mi tía, Eros, Neferet es mi madre —Susurró igualmente y me asusté.

— ¿Cómo has dicho?

—Hablaremos de este tema tan privado después, no sería bueno que nadie nos escuchara hablando —Me guiñó un ojo y empezamos a bailar.

Noté que todas las miradas estaban puestas en nosotras. Mis padres nos observaban con asombro, el rey Arturo lucía tan feliz como James y Milos, el rey Wiliam demostraba furia a simple vista. Me olvidé de todo y de todos y disfruté del instante que vivía junto con la muchacha que me cautivó. El baile fue maravilloso, cada momento y los habitantes del pueblo empezaron a irse lentamente.

—Sade, mi vida ya es hora de que te vayas a descansar —La reina Ingrid apretó los cachetes de la antes mencionada.

—Déjame permanecer con Eros un poco más —Le hizo un berrinche— Un poco más, solo eso.

—Cómo quieras, nosotros estaremos conversando un par de cosas —Habló, refiriéndose a el resto de los reyes— Puedes quedarte con Eros,James, Kilian y Milos por aquí o en el jardín, sólo quiero que no hagan nada que se le parezca a aquel plan de hace semanas.

—No mamá —Negó— Le dije a mi padre que no lo iba a volver a hacer, y cumpliré con mi palabra.

—Está bien, quédense juntos y disfruten de un buen momento —Se despidió de nosotros y se fue del brazo del rey.

— ¡Kilian, Milos vengan acá! —Sade los llamó y los dos vinieron casi de inmediato.

— ¿Sí, hermanita? —Milos le dio un abrazo.

—Mantuve una conversación muy importante y sentimental con mi padre, deseo contarles a ustedes lo que sucedió —Unió nuestras manos— Por favor, acompáñenme a la sala de las pinturas.

—Cómo quieras —James respondió.

Los cinco emprendimos camino hacia la dichosa sala de las pinturas. Al llegar, Sade fue quién nos abrió la puerta y nos invitó a sentarnos en los lindos sillones de tela fina que allí habían.

— ¿Y tanto misterio a qué se debe?

—Mi padre me ha confesado toda la verdad —Suspiró— Se los contaré de la manera más fácil.

—Adelante.

—Neferet es mi madre y la hermana de mi padre al mismo tiempo. Ellos tuvieron dos hijas así que tengo una hermana gemela llamada Irina, que es la mujer a la que vi en el pueblo. Neferet tuvo que fingir su muerte para no recibir un castigo por el pecado que ambos cometieron. Ingrid se casó con mi padre y fingió ser mi madre para no levantar ninguna sospecha, lo que si necesitan saber es que Milos sí es hijo de Ingrid y el rey Arturo.

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