Seré Novicia

Días después de la fiesta, Pilar se encuentra en el trabajo olvidando por completo a Alfredo quien  la sorprende cuando llega a su lado y le saluda. 

-Hola Pilar. Alfredo suena incómodo  y hace que ella también sienta lo mismo ya que había olvidado por completo a su supuesto novio. 

-Por Dios  Alfredo, me asustaste.   Los dos sostienen una mirada de culpabilidad que es evidente. 

-Debemos hablar Pilar. Alfredo se acomoda un poco la corbata. 

-Sí, creo que los dos nos debemos un momento a solas.  Juntos salen a la cafetería cerca de la empresa y piden sus bebidas favoritas. Un aire denso se respira entre ellos. No hubo un beso, ni un abrazo , mucho menos un halago por parte de ninguno. 

-Pilar, lo siento. Te mentí.  Dice Alfredo.

Pilar muestra su rostro con un signo de interrogante. -No te entiendo Alfredo , ¿qué pasa?

-Si conozco a Maité. Alfredo baja su rostro, toma un poco de aire y continua. - Ella fue en un pasado mi mejor amiga, al igual que César. Los tres nos criamos juntos. 

-Lo supuse. Bastó ver cómo te pusiste al verla y cómo ella te habló.  Pilar enmarca una de sus cejas.  - Pero, algo pasó en ustedes , ¿verdad? .  Ahora que lo recordaba , Maité había sido cortante con Alfredo. 

-Si, bueno. Tuvimos algo más.  

- Te escucho. Dice Pilar atenta  a su confesión.

-Verás, siempre estuve enamorado de Maité , pero mis celos enfermizos y mis falsas suposiciones hicieron creer que ella tenía algo con César. Siempre creí que ella y César  tenían algo más que una amistad. Hasta la noche de nuestros grados universitarios cuando  Maité me confesó que me amaba, yo no quería razonar en ese momento y terminamos en una suite juntos. Ella era virgen. Me asusté y la abandoné. 

-¿Qué hiciste?. Pilar está roja del coraje.  - Que poco hombre eres. 

-Lo sé Pilar, esa misma mañana  volví  a la suite pero ella ya no estaba. La busqué pero la perdí , César jamás me permitió hablar de ella con él y me resigné a perderla definitivamente. 

-Entonces, se volvieron a encontrar. 

-Sí, bueno hace un año volví a saber de ella pero esta vez fuí yo quien decidió mantenerse alejado. Volví a ser el mismo idiota de siempre, supuse que ella estaba saliendo con César  y bueno, los medios de comunicación no  me ayudaron mucho. La pude ver de cerca el día de la junta, era precisamente el día que nos hicimos novios  y ya sabes todo lo demás. 

-Ahora que lo recuerdo, César y Maité salieron casi que de inmediato de allí cuando me pediste ser tu novia. 

-Pilar, pude hablar con ella. Alfredo se nota tenso. 

-Alfredo, sé sincero conmigo. Yo, al igual que tú, estoy en un terrible dilema. La noche de la fiesta pasaron muchas cosas. 

Alfredo abre sus ojos  preguntando a sí mismo , si ella había visto algo entre él y Maité. 

-Pilar, amo a Maité. Aclaramos todas nuestras  dudas y decidimos empezar de cero nuevamente. 

-Alfredo, no temas decir lo que sientes. Pilar toma su mano en señal de apoyo- Además, debo decirte que siento un gran alivio. 

-¿Alivio?. Pilar, ¿tienes algo qué decirme?  Alfredo suelta una sonrisa maliciosa , ahora está más tranquilo . 

Las mejillas de Pilar se han sonrojado

- Bueno Alfredo, es que en esa fiesta  tuve una confrontación con César y no sé cómo terminé bebiendo medio litro de whisky con tal de llevarle la contraria a aquel ser  que tanto me enerva los pelos. Pilar se exalta al recordar aquel momento , tanto que parece que va a estallar de ira. - Perdí la conciencia  y terminé en el apartamento de César con una resaca horrible y lo peor, nuevamente cediendo a sus encantos. Estas últimas palabras las dice ahora frustrada. 

Alfredo no pudo evitar soltar una carcajada. -Pilar, tú y César son tal para cual.  Alfredo trata de contenerse pero no lo logra, ahora suelta unas lágrimas de sus ojos  y aprieta su estómago. 

-Alfredo Fox, no creo que esto sea para risas. No me reí de tu confesión y mírate, no puedes con tus risotadas. 

-Está bien, está bien. Me disculpo. Alfredo toma un poco de aire y se esfuerza por mantener su compostura. - Pilar, César ha cambiado del cielo a la tierra por tí. Me lo confesó Maité. Tú eres la persona por la que él ha dejado sus andanzas. 

-¿Andanzas? Pilar pregunta curiosa. 

-Pilar, solo te diré que me alegra muchísimo que estemos aclarando nuestras cosas. Creo que lo nuestro no va para ningún lado. Yo amo a Maité y tú, Dios, tú amas a César. 

-¿Yo?. No, no te equivocas. Yo no puedo querer a un ser tan frívolo, odioso, impredecible y gruñón como él. No es mi tipo.  

-¿Y yo si era tu tipo?. Alfredo la observa atentamente y Pilar se siente incómoda ante su pregunta. 

-Yo, ..  No es el punto. 

-Pilar, el punto es que me escogiste en algún momento porque aparte de ser un buen mozo. Alfredo sonríe plácidamente. -Soy el hombre ideal de cualquier mujer, una como por ejemplo tú.  Podías prever todo conmigo. Porque a pesar de que te gustara no llenaba aquellas sensaciones  que solo César llena. 

-Alfredo, no creo que tu conclusión sea sensata. Además, es absurda. 

-Ese es el punto Pilar, el amor es así, absurdo en todas sus esencias. Amas a aquel ser  con sus virtudes y defectos  y es eso lo que lo hace especial. Añoras su presencia, su tacto, vive en tu mente y perturba tus sueños.  Y seamos realistas, esto último sé muy bien que no te perturbé ni un poquito. 

-Dios, qué complejo es esto. Y qué incómodo es hablarlo contigo ahora que de cierta forma eres un “ex”. 

Alfredo sonríe graciosamente. - Pilar, somos amigos. Y te daré un consejo. Disfruta de ese amor, sé que César te ama y tú no le eres indiferente. Falta ver cómo te pones cuando hablas de él. 

-Pero si ese hombre solo me saca de las casillas. 

-Precisamente Pilar, te saca de casillas y también te pone a volar cuando él está cerca de tí. 

-No, me niego a aceptarlo. Pilar le refuta a Alfredo poco convencida de sus propias palabras. 

-Está bien. Solo te digo que lo pienses. Sé cómo miras a César, no soy ciego. No te niegues a querer. Ah… y espero que abandones la loca idea de ser novicia. 

-Lo haré. 

-Te arrepentirás. Date la oportunidad de amar. Una oportunidad de verdad, una donde no puedas calcular y luego decidirás. 

Pilar piensa por un largo tiempo mientras termina de tomar su bebida. 

-Pilar, gracias. Ahora estoy más tranquilo. 

-No, gracias a tí por confiar en mí.  Pilar y Alfredo se despiden con un caluroso abrazo.

-Y ahora qué sigue. ¿Qué harán?

-Viajaremos a España  por una larga temporada, quiero ver a sus padres y luego las cosas se irán dando.  

-Me entristece que te vayas. Pero me hace felíz que sea con la “rubia”. Pilar suelta una pequeña risilla. 

-Ja ja ja. Pilar. Sí, mi pequeña rubia. Gracias por todo Pilar , espero no perder tu contacto. 

-Espero lo mismo. Pilar se despide de Alfredo  pensando en todas las cosas que han sucedido en estos días, incluso los sucesos con César, el hombre que le hace perder sus estribos. 

 FIN  FLASH BLACK .