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Inmigrante

Inmigrante

Status: Terminada
Genre:Elección equivocada / Completas
Popularitas:6.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Gladis Sella

una chica cualquiera viaja en busca de sus sueños a otro país encontrando el amor y desamor al mismo tiempo...

NovelToon tiene autorización de Gladis Sella para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La Elección Inesperada

Ante la mirada atenta y expectante de todo el auditorio del Salón de Actos, tanto Alexia como yo subimos los escalones que nos llevaron a situarnos junto al Decano, la máxima autoridad de la Facultad de Derecho. El Decano, con su semblante sereno pero con un brillo de intriga en sus ojos tras el inesperado empate, nos indicó con un gesto amable que nos acercáramos.

Decano: "Bien, señoritas Porta y López. Como les he anunciado, para este debate crucial, cada una de ustedes tendrá la oportunidad de elegir a un compañero que las asista en la preparación. Para facilitar la dinámica y asegurar un nivel avanzado de argumentación, me permito proponerles a un estudiante destacado del último curso, con una sólida trayectoria académica y experiencia en debates."

El Decano hizo una breve pausa, dirigiéndose primero a Alexia con una sonrisa paternal.

Decano: "Señorita Porta, ¿le parece adecuado contar con el apoyo de... digamos... Javier Benítez? Ha sido campeón en varias ocasiones de nuestros torneos internos."

Alexia, con su habitual seguridad y una sonrisa que denotaba satisfacción ante la propuesta del Decano, asintió con gracia.

Alexia: "Me parece una excelente elección, Decano. Javier es brillante y estoy segura de que su experiencia será de gran valor." Dirigió una mirada rápida y confiada hacia el auditorio, recibiendo algunas sonrisas de aprobación de sus seguidores.

Luego, el Decano se giró hacia mí, con una expresión ligeramente más cautelosa, quizás anticipando alguna reacción diferente.

Decano: "Señorita López, ¿estaría usted de acuerdo en contar con la colaboración de... quizás... María Sánchez? También del último curso, una estudiante muy competente y con una destacada capacidad de análisis."

Antes de que pudiera siquiera considerar la propuesta del Decano, una idea clara y firme se había instalado en mi mente. No dudaba de la competencia de la estudiante propuesta, pero mi instinto me decía que mi mejor baza estaba en otro lugar. Con una mezcla de respeto y determinación, dirigí mi mirada hacia el Decano.

Azul: "Con el debido respeto, Decano..." Hice una breve pausa, sintiendo cómo la atención de todo el auditorio se centraba aún más en mí. "... quisiera preguntarle si tendría la posibilidad de elegir a un estudiante de otro curso."

Un murmullo de sorpresa y confusión se extendió por el Salón de Actos. Podía sentir las miradas inquietantes de mis compañeros y profesores clavadas en mí, interrogantes y expectantes. Incluso Alexia frunció ligeramente el ceño, mostrando una mezcla de sorpresa e incredulidad ante mi petición inesperada. El Decano, por su parte, arqueó las cejas, su expresión denotando una clara sorpresa e incertidumbre ante mi solicitud fuera de lo protocolario.

Decano: (Con un tono de voz que denotaba sorpresa pero manteniendo la compostura) "Señorita López, ¿podría explicar su petición? Mi sugerencia de estudiantes del último curso se basa en su avanzada preparación y experiencia..."

Azul: (Con la mirada firme y directa, pero manteniendo un tono respetuoso) "Lo entiendo perfectamente, Decano. Y agradezco su sugerencia. Sin embargo, creo que para la estrategia que tengo en mente para abordar el caso, la perspectiva y las habilidades de otro estudiante podrían ser más... complementarias. Confío en mi elección y creo que nos permitirá presentar un debate sólido y con un enfoque diferente."

El Decano permaneció en silencio por unos segundos, sopesando mis palabras y la reacción del auditorio. Su mirada recorrió los rostros curiosos y expectantes, deteniéndose brevemente en la figura de Alexia, cuyo ligero fruncimiento de ceño aún era visible. Finalmente, con un suspiro casi imperceptible, el Decano asintió lentamente.

Decano: "Bien, señorita López. Si esa es su firme convicción... y considerando que el reglamento no lo prohíbe explícitamente... aceptaré su petición. Tiene usted la libertad de elegir al compañero que considere más adecuado para asistirla en este debate."

Una nueva ola de murmullos recorrió la sala, ahora cargada de una curiosidad aún mayor. Todas las miradas se centraron en mí, esperando mi elección. No dudé ni un instante. Mi mirada se dirigió directamente hacia donde Julián estaba sentado, en las primeras filas de la sección de participantes.

Azul: (Con una voz clara y firme que resonó en el silencio expectante) "Decano, con su permiso, elijo a Julián..." Hice una breve pausa, sosteniendo la mirada de Julián, cuyos ojos se habían abierto con sorpresa ante mi mención. "... a Julián Pérez."

Un jadeo colectivo se extendió por el auditorio. Julián se quedó petrificado en su asiento, sus ojos negros fijos en mí, reflejando una incredulidad absoluta. Intentó negar con la cabeza, sus labios moviéndose como si quisieran pronunciar palabras pero no encontraran la voz. Era evidente que creía que mi elección era equivocada, que debería haber optado por alguien con más experiencia o un perfil más "tradicional". Su sorpresa era palpable, casi tangible.

La elección estaba hecha. Ahora solo quedaba enfrentar la reacción del auditorio y, lo más importante, convencer a Julián de que mi confianza en él no era en absoluto equivocada.

El murmullo del auditorio nos siguió mientras el Decano anunciaba el breve receso. Julián, aún pálido por la sorpresa, no me dio tiempo a acercarme; se levantó de su asiento y prácticamente me arrastró fuera del Salón de Actos, buscando un rincón más apartado en el bullicioso pasillo. Sus ojos negros, que usualmente irradiaban calidez, ahora reflejaban una mezcla de asombro y una preocupación casi angustiosa.

Julián: (Con la voz baja, casi un susurro urgente, mientras me tomaba suavemente de los brazos) "Azul, ¿qué has hecho? ¿Estás segura de lo que has dicho? ¿Yo? ¿Para el debate final? ¡Con Alexia Porta! Ella tiene a Javier Benítez, que es de quinto año y el mejor debatiente de la facultad, y tú... ¡me has elegido a mí! Soy de primero, apenas llevamos unos meses aquí."

Su incredulidad era palpable, su rostro una mezcla de consternación y confusión. Podía ver que se sentía abrumado por la responsabilidad.

Azul: (Tomando sus manos con firmeza, mirando directamente a sus ojos verdes, buscando transmitirle toda la convicción que sentía) "Julián, mírame. Estoy absolutamente segura. Sé lo que he hecho y sé por qué te he elegido a ti."

Julián: (Sacudiendo la cabeza, intentando liberarse de mis manos, aunque sin brusquedad) "Pero Azul, es una locura. Hay tantos estudiantes con más experiencia, con más horas de vuelo en debates, de cuarto, de quinto... Alexia no ha tardado ni un segundo en elegir al mejor. Y yo... no quiero defraudarte. No quiero ser un lastre en algo tan importante."

La preocupación en su voz era genuina, y me dolía verlo dudar de sí mismo. Pero mi decisión estaba fundada en algo más que la simple experiencia.

Azul: (Con un tono más suave, pero sin perder la firmeza) "No vas a ser ningún lastre, Julián. Todo lo contrario. Y no me importa lo que haga Alexia o a quién elija. Mi elección eres tú, y la he pensado muy bien."

Lo solté un momento y busqué un banco cercano en el pasillo, indicándole que nos sentáramos. Necesitaba que me escuchara sin distracciones.

Azul: (Una vez sentados, me incliné ligeramente hacia él, mi voz bajando a un tono confidencial) "Escúchame, por favor. Sé que eres de primer año, sí. Pero no me importa. He visto cómo funciona tu mente en clase. Tu forma de razonar, tu capacidad para ver los matices, para construir argumentos sólidos y coherentes... es excepcional, Julián. Lo es."

Él me miró, aún escéptico, pero con un atisbo de curiosidad en sus ojos.

Azul: "Recuerda la clase de Procesal, cuando debatimos sobre la carga de la prueba en un caso penal. Tu análisis fue brillante, diferente, encontraste un ángulo que nadie más vio. Y en la de Civil, sobre la interpretación de contratos, tu precisión con el lenguaje jurídico es asombrosa. No necesito a alguien que repita lo que ya está en los manuales, o lo que se espera. Necesito a alguien que piense, que inquiera, que aporte una perspectiva fresca y sólida. Y ese eres tú."

Una pequeña sonrisa empezó a asomar en los labios de Julián. Sus ojos se suavizaron, aunque la incredulidad aún no se había disipado del todo.

Julián: "Pero Azul... ¿y la presión? Es un caso complejo, 'El Nido del Cuervo'. Y es un debate público. Toda la facultad va a estar mirando. Yo nunca he... bueno, nunca he estado en algo así."

Azul: (Tomando su mano de nuevo, con determinación) "Nadie más que tú y yo sabemos el 'cómo' vamos a preparar esto. Tenemos dos horas. Y no vas a estar solo. Lo vamos a armar juntos. Tu lógica y mi capacidad de conectar los puntos, creo que es una combinación poderosa. Además, tú me entiendes. Hay una conexión entre nosotros que no tengo con nadie más aquí."

Sus ojos negros buscaron los míos, y por un momento, el brillo de la duda fue reemplazado por la comprensión.

Julián: "Tú confías en mí, ¿verdad? A pesar de todo."

Azul: (Asintiendo con fuerza) "Absolutamente. Más que en nadie más. Confío en tu inteligencia, en tu capacidad de trabajo, y en la forma en que complementas mi manera de pensar. Te prometo que haremos un equipo imbatible."

Una sonrisa genuina, esta vez sin rastro de duda, se extendió por el rostro de Julián. El color había regresado a sus mejillas. Se apretó mi mano.

Julián: "De acuerdo, Azul. Si tú lo dices... Si confías tanto en mí, entonces no te voy a defraudar. Vamos a hacerlo. Vamos a ganar este debate."

El peso de la decisión y la tensión inicial se disolvieron, reemplazados por una oleada de alivio y una renovada determinación. En medio del bullicio de la universidad, acabábamos de sellar una alianza que no solo prometía un debate feroz, sino que también reforzaba el lazo especial que nos unía. Teníamos dos horas. El reloj ya estaba corriendo.

El anuncio del Decano resonó en el Salón de Actos, poniendo fin a los susurros y miradas entre la multitud. Era una medida lógica para asegurar la equidad y evitar cualquier tipo de interferencia o espionaje entre los equipos rivales antes del debate crucial.

Decano: (Con voz clara y autoritaria, después de que los murmullos se calmaron) "Muy bien, señoritas Porta y López. Y a ustedes, jóvenes Benítez y Pérez, presten atención. Para asegurar la imparcialidad y darles a ambos equipos la concentración que este desafío requiere, la Facultad ha dispuesto dos ubicaciones separadas para su preparación. La señorita Alexia Porta y su compañero se dirigirán a la Biblioteca del Ala Norte."

Alexia asintió con un movimiento de cabeza, su rostro ya inmerso en la estrategia, y con Javier a su lado, se encaminó con paso decidido hacia la salida que conducía a esa sección del campus. Podía sentir su determinación, la seguridad en su andar.

Decano: "Y la señorita Azul López y su compañero se dirigirán a la Biblioteca del Ala Sur. Contarán con todos los recursos bibliográficos y digitales necesarios en ambas ubicaciones. Tendrán exactamente dos horas para su preparación. Un miembro del personal de la facultad pasará a buscarlos al finalizar este plazo para conducirlos de regreso a este Salón de Actos para el debate. ¡Les deseo a ambos equipos la mejor de las suertes en su preparación!"

Una vez más, el Decano nos dio un último gesto de ánimo antes de que el auditorio comenzara a vaciarse, la gente dispersándose para su descanso o para comentar la inminente contienda.

Julián y yo intercambiamos una mirada. La determinación que habíamos sellado hacía apenas unos minutos en el pasillo se afianzaba. El desafío era enorme, pero ahora teníamos un lugar y un tiempo para enfrentarlo juntos. Nos dirigimos rápidamente hacia el ala sur, nuestros pasos resonando con la urgencia del tiempo limitado. El trayecto hasta la biblioteca fue en silencio, un silencio cargado de la magnitud de la tarea que teníamos por delante. Sabíamos que Alexia y Javier ya estarían inmersos en su propia estrategia en el ala opuesta, y la carrera contra el reloj había comenzado. La verdadera batalla, sin embargo, se libraría no solo en la sala de debate, sino también en las horas de intensa preparación que nos esperaban en nuestra respectiva fortaleza intelectual.

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Elena Hernandez
excelente novela 💕 muy bien explicada sobre temas que no se.ven en otras historias FELICIDADES 👏
Cristalbrk: gracias.... la verdad que es la primera vez que escribo una novela
Cristalbrk: gracias.... la verdad que es la primera vez que escribo una novela
total 2 replies
Salomé Páez
Sevilla España
Salomé Páez
Para ella sola está super bien
Yudith Blanco
muy buena me gusto
Cristalbrk: hola... la terminaste de leer... acepto criticas
Cristalbrk: gracias gracias
total 2 replies
Wesal Mohmad
Me gusta como escribes
Cristalbrk: gracias.. es mi primer novela
total 1 replies
Kuri
No puedo esperar para seguir leyendo, necesito saber qué pasa después!🤔
Cristalbrk: gracias espero que te guste...
total 1 replies
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