PRISIONERA DEL DOLOR.

ITALIA

Todo marchaba bien entre Thomas y Luisa aunque después de ese encuentro íntimo que tuvieron en el cumpleaños de Luisa no habían tenido de nuevo intimidad y no era porque no querían solo que no se había dado la oportunidad, ya que últimamente Thomas llegaba demasiado tarde y Luisa empezó a estudiar en una preparatoria para culminar sus estudios.

Era fin de semana ambos se encontraban en la casa, Thomas estaba escuchando noticias en la televisión mientras Luisa aún dormía no quiso despertarla aunque moría porque lo hiciera y así poder tenerla entre sus brazos nuevamente.

"La farándula Norteamérica está emocionada por la noticia repentina de la pareja más querida de New York si señores así como lo escuchan Agustín Harrison y Karen Brown que meses atrás anunciaron su boda que se iba a realizar después de tres meses hoy nos confirman que se adelantaron los planes y la boda se dará a cabo de un mes, pero eso no es todo, la hermosa pareja dieron detalles del porqué adelantaron su boda pues serán padres así que los rumores de que nuestro guapísimo Agustín Harrison se casaba por despecho después de la boda de su ex Luisa Brown con el codiciado y atractivo italiano Thomas Moretti queda en el olvido, ya que hoy comparten con nosotros estas bellas imágenes"

Las imágenes de Agustín saliendo agarrado de la mano con Karen y su pequeño vientre un poco abultado de una clínica de maternidad pusieron nervioso a Thomas, se levantó de golpe para coger el control y apagarlo no quería que Luisa se entera reconocía que por mucho que ella le haya dado su virtud no significaría que lo amaba en el fondo le dolía saber que aún amaba a ese idiota.

- Porque la apagas.-. Le dijo Luisa bajando el último escalón de la escalera.

Thomas se puso nervioso no sabía que decir" será que escucho la noticia" se preguntó.

Luisa al notar que Thomas no le respondía y además estaba nervioso le arrebato el control y volvió a encender la tele, aún estaban comentando respecto a la noticia que él había escuchado.

- No entiendo por qué la apagaste si de todos modos escuche todo.-. Le sonrió.-. Y aunque no lo creas no sentí nada.

Thomas al oírla cambio de aspecto y su cuerpo se relajó.

- No quería que te sintieras mal.-. Le explico Thomas.

Luisa se le acercó pero manteniendo una distancia prudente.-. Porque lo haría.

- Bueno tú sabes él y tú ya sabes.-. Thomas no sabía como explicarle el motivo del porqué no quería que ella viera la noticia.

- Lo único que se es que tú eres mi esposo y te respeto y lo que haya pasado con Agustín lo dejé en el pasado.-. Luisa habló con sinceridad.

Thomas acortó la distancia y la beso, extrañó esos labios que lo volvían loco y lo habían hecho adictos a ellos.

- Discúlpame por pensar cosas que no eran.-. Dijo separándose de ella.-. No lo volveré a hacer.-. La tomo de la nunca y le dio otro beso.

El beso subió de temperatura y la mano de Thomas bajo hasta las caderas de su esposa, poco a poco la recostó en el sofá que había allí y empezó a besarle el cuello ella hizo a un lado su cabeza para darle mayor acceso, pequeños jadeos salieron de su boca cuando sintió como la hombría de Thomas crecía y la sentía en su vientre.

- Espera.. Thomas.. Ah h.. Espera.-. Lo empujó un poco.

- Que paso no quieres?.-. Thomas la vio contrariado.

- No es eso solo que aquí no, me moría de vergüenza si Lucía nos llegara a ver.-. Le explico Luisa acariciándole el rostro.

- Si es así.-. Luisa gritó cuando tomas la agarro de las caderas y le hizo enredar sus piernas en su cadera.-. Podemos terminarlo en nuestra habitación.-. La beso.

- Me parece buena idea.

Thomas empezó a subir las escaleras desesperado llegó a la segunda planta y con pasos largos entró a la habitación cerrándola con el pie, recostó a Luisa en la cama y se sacó la camisa.

- Te deseo Luisa.-. Le saco la blusa.-. Que no sabes cuanto.-. Beso uno de sus pecho por encima del brasier.

Luisa no necesitó hablar pues las palabras sobraban además que su cuerpo la delataba, deseaba a ese hombre como jamás deseo a ningún otro, aún no lo amaba ni estaba enamorada pero no faltaba mucho para estarlo.

Pego un grito cuando Thomas la lleno con su hombría.

- Lo siento mi amor no quise ser rudo discúlpame.

El corazón de Luisa se le aceleró al escuchar que le dijo amor.

- No fue nada solo que no me acostumbro a tu tamaño.-. Le tocó el rostro con una mano y con la otra lo atrajo de la nuca y lo beso con amor.

- En que estábamos.-. Le dijo mordiendo el labio inferior provocando un gruñido de Thomas.

- En que te llevaría al cielo e ibas a tocar las estrellas.-. La penetro otra vez y aquel cuarto se llenó de gemidos, gruñidos y jadeos.

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Un auto se estacionó en la casa de Lorena y de él bajo Pilar se dirigió a la puerta donde una sirvienta la esperaba.

- Buenas tardes, señorita la señora la espera en su despacho.-. Pilar asintió y fue guiada hasta allí.

La sirvienta las dejo a solas.

- Cuando recibí tu mensaje no lo podía creer.-. Le dijo Pilar sentándose en una silla.

- Ni yo pensé alguna vez aliarme contigo.- Le respondió Lorena con arrogancia.

- Querida siempre hay una primera vez y si necesitaste de mí a de ser muy grave o me equivoco.

- En eso no te equivocas Pilar las cosas se están poniendo feas en la mansión de Thomas.

Pilar al escuchar el nombre de su hombre porque así lo consideraba ella que Thomas era su hombre, no dudo en ayudar a su tía política.

- Cuenta conmigo para lo que sea.

- Quiero que le hagas la vida imposible a Luisa Brown no la dejes ser feliz con mi sobrino conviértela en la mujer más infeliz de este mundo.-. Hablo con tanto odio Lorena.

- Como haría eso, si Thomas me dejo por ella.

- Exacto.

- Discúlpame Lorena pero no te estoy entiendo.-

- Si Thomas no te convirtió en su esposa no te queda de otra que convertirte en su amante.

Pilar sonrió de lado esa idea le fascinaba y haría lo que fuera para volverse llevar a la cama a Thomas, estaba segura de que la insípida de la esposa no lo complacía en la cama hasta supuso que ni intimidad tenían.

- Ten esta es la copia de las llaves de la mansión de Thomas y de su cuarto, no te preocupes por la zorra ella duerme en otro cuarto.

La sonría de Pilar se extendió pues seria fácil destrozar a esa mujer si su supuesto marido no compartía la cama con ella, ahora si estaba completamente segura que Thomas no tenía intimidad con ella pues está dormía en otra habitación.