El Vaivén De La Vida

Llego la noche de la cena de jubilados de su padre y Katrina lo ayudaba a arreglarse. Acomodaba el cuello de su camisa.

-Así de lindo vas a enamorar a todas las señoras...- le comento.

-Ay, hija, no sé... Pero ya le eché el ojo a algunas...- respondió el hombre con gracia.

-Ahh, pero que papi pícaro que tengo...- respondió ella y luego lo miro más seria -Papi... Te ruego que no te olvides de tus pastillas, y no las tomes con vino, pedí agua... cualquier cosa llámame, no te olvides tu teléfono...-

-Hija, el médico dijo que estoy bien, no te preocupe... además, te podes quedar a hablar con tu novio.- comento él, katri hizo un gesto desganado -¿Paso algo?-

-No sé, hace de ayer que no me habla...- respondió ella -Es la primera vez en 20 días que no lo hace.-

-No te hagas esa cabecita loca... De seguro le pasó algo justificable, quizás con su niña...- la consoló si papá.

-Si, es verdad... Pero partí ya, se te hace tarde...- se apresuró en decir Katrina y lo acompañó hasta el jardín.

Su papá caminaría hasta la cena, quedaba solo a unas 5 cuadras. En el pueblo todo quedaba cerca.

Una vez sola, regreso adentro con su andador, se sentó a ver su teléfono, a ver la última conexión de Maxi. ¿Le habría pasado algo? En el WhatsApp decía que se hacía conectado como a las 3 de la madrugada y luego ya no más. Eso le resultó más extraño.

Dejo el teléfono en la mesa y trato de ver televisión, quería no pensar en el tema... Aunque era algo difícil.

"Concéntrate, Katri, por favor" se decía apoyando su mano en la cabeza.

De repente el teléfono sonó.

"LLEGUE BIEN", un mensaje de su papá en mayúsculas.

Ahora un poco más tranquila por este lado, intento ver un programa de preguntas y respuestas. ¡Lo mejor para enfocarse en las preguntas y no en lo que pasaba!

La idea estaba surtiendo efecto. Se había entretenido, cuando su celular sonó nuevamente. "¡Maxi!", dijo y No pudo evitar tomarlo a toda velocidad, pero no, era una notificación de Instagram.

¿Roger Patrik?, de seguro eran de esas falsas páginas para estafar, pensó. Ella seguía el Instagram de él, y solo lo usaba para subir fotos y videos de sus trabajos.

Entro a ver su perfil y tenía un par de fotos personales ¿De dónde las habrían sacado?. Con su novia, su hermano Jon, sus hijos, los caballos e incluso con su perro. ¿Dogie? ¿Seguía vivo?... Bueno podría ser, ya que cuando vivían juntos Dogie era un cachorrito.

Siguiente paso un mensaje.

"Hola, cariño, ¿Cómo estás? Tanto tiempo..."

¿Realmente este tipo creía que ella era tan ingenua que iba a responder?

Claro que no lo hizo y volvió a dejar el celular en la mesa y trato de enfocarse, nuevamente, en el programa, pero ahora no lo lograba por esto.

¡Que noche está! Exclamó.

"Estoy seguro de que piensas que no soy yo" escribió siempre en inglés "Juro que lo soy, este es mí Instagram personal"

Ahora si tomo el celular y comenzó a escribir, pensó que ponerle, escribía y borraba a cada rato.

"Hola, señor, claro que no creo en esto y ahora le pido por favor que no moleste."

Del otro lado por lo visto se dieron por vencido porque le pusieron esto último.

"Te pido que no me bloquees, juro que comprobaré que soy yo, ahora no puedo. Así que te dejo tranquila. adiós Bambi."

¿Que demonios era eso que acababa de pasar?. ¿Y como sabía este individuo que Roger la llamaba Bambi?.

Toda esta situación le dejo una extraña sensación, pero no quería seguirle el juego a un desconocido. Lo mejor era olvidarlo, pero ¿cómo?.

Estaba inmersa en su pensamiento, cuando de repente sintió un fuerte estruendo que la hizo sobre exaltar, ¿Que fue eso?

-Papi...- pronunció y se levantó lo más rápido que pudo.

Con la ayuda de su andador logro cruzar su jardín y llegar hasta la calle, ahí se paró en dirección al salón en donde se efectuaba la cena y comenzó a ver mucho humo. Un humo negro y asfixiante.

Cómo por instinto, sin importar cuánto tardaría, empezó a caminar hacia el lugar, con el alma en un hilo. ¿Realmente era en el salón?.

¡Demonios! ¡No podía correr! Pero como sea llegaría.

Luego de un par de cuadras, una moto se paró junto a ella. Se giró asustada ¡Era Gero!.

-¡Es en el salón!- exclamó ella con voz temblorosa.

-¡Lo sé! ¡Subí!- en menos de un segundo cerro en andador, subió a la moto y salieron a todo lo que daba.

Cuando llegaron todo era caos, mucha gente acumulada, viendo, mientras otros sacaban personas, apenas habían llegado los bomberos y las ambulancias.

Katrina se bajó y junto a su primo se acercaron.

-¡¿Que paso?!- le pregunto a una mujer.

-Al parecer explotó una garrafa y había muchas cosas de plástico o algo así.-

-¿Que?- pregunto ella en un hilo de voz.

-katri, tranquila...- decía Gero, pero ella comenzó a meterse entre las personas que estaban paradas para acercarse más, a lo que a él, no le quedó más remedio que seguirla.

Siguieron hasta que se toparon con una fila de tres personas sin vida. Katri freno sus pasos de repente y se tapó la boca.

-No mires...- dijo Gero tratando de apartarla.

-No, no. No es ninguno de los tres.- dijo ella viendo los cuerpos algo quemados y en mal estado. Volvió a moverse entre la gente y encontró a gente conocida -¿No vieron a mí papá?- pregunto a un matrimonio.

Ellos respondieron que no y siguió preguntando. Hasta que llegó hasta donde estaban atendiendo a heridos y rescatados.

-Hola, estoy buscando a mí papá, un hombre de 75 años con camisa celeste...- le estaba diciendo a un hombre.

-Mire todo lo que hay, es un lío...- respondió el señor.

-katri...- Llego Romy.

-Pero es que... No está entre ellos.- respondió ya llorando.

-¡Katri, ahí, en la camilla!- Exclamó Gero, quien era el más alto y podía ver mejor.

Salieron casi corriendo, teniendo en cuenta la dificultad de Katrina.

-¡¿A dónde van?! ¡No pueden pasar!- exclamó el hombre.

-¡Es su papá!- exclamo Romy.

-¡Ni se le ocurra!- agrego Gero.

-¡Papi!- exclamó cuando llego a él y le tomo la mano.

Su papá la observo con mirada débil, quiso hablar, pero no pudo, tenía una mascarilla de oxígeno.

-¡Papá!- repitió ella llorando.

-Es uno de los complicados, absorbió mucho humo, lo tenemos que llevar de urgencia.- le informo una mujer mientras lo subían a la ambulancia.

-¿Puedo ir con él?- pregunto.

-Lo lamento, pero estamos llevando de a dos...- respondió.

-Vamos en el auto.- dijo Romy -¿A dónde lo llevan?-

-Al hospital general.-

-¡Vamos!- exclamó su prima nuevamente.

-¡Las sigo en la moto!- finalizo Gero.