Una Blanca Nieves Trasvistiéndose en la Guerra
En el sombrío y misterioso reino de Eldoria, una joven llamada Lucía lucha por sobrevivir en las calles sucias y oscuras. Con su cabello negro como la noche, piel pálida como la nieve y ojos grises como un lobo, Lucía ha aprendido a valerse por sí misma desde que sus padres la abandonaron antes de morir.
El día de su decimoquinto cumpleaños, el reino se ve sacudido por una guerra entre los siete príncipes sucesores del trono, cada uno con una personalidad única y distintiva. Los príncipes, conocidos como Grím, Jovial, Sabio, Tímido, Bromista, Soñador e Hipocondríaco, luchan por reclamar su derecho a gobernar Eldoria.
Ante la noticia de que todos los hombres deben alistarse para la guerra, Lucía ve una oportunidad para cambiar su destino. Decidida a escapar de la miseria, se corta el cabello y se disfraza de hombre, adoptando el nombre de Lucio. Con una blusa café y un pantalón viejo amarillo, se presenta en el campamento de reclutamiento
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capítulo 15
Capítulo 15: El Cazador y la Mercenaria
Darius había aceptado la solicitud de la reina con determinación. Sabía que capturar a Lucía no sería fácil, pero estaba dispuesto a hacer lo necesario para redimir a su familia. Sin embargo, no todos en su vida estaban de acuerdo con su decisión, especialmente su hermana Yasuba.
Yasuba era una mujer fuerte y decidida, líder de un grupo de mercenarios conocidos como los Sabuesos Rojos. Con su cabello naranja atado con una banda blanca y su imponente espada roja, era una figura temida y respetada. Aunque era ruda y de carácter fuerte, siempre había tenido un sentido de justicia que la diferenciaba de otros mercenarios.
Cuando Yasuba se enteró de la misión de su hermano, lo confrontó en su campamento.
—Darius, ¿qué estás haciendo? —preguntó Yasuba, su voz llena de desaprobación.
—Estoy haciendo lo que debo hacer para redimir a nuestra familia —respondió Darius, sin mirarla a los ojos.
—¿Redimirnos? —Yasuba soltó una risa amarga—. Solo somos mercenarios, no asesinos.
Darius se giró para enfrentarla, sus ojos azules llenos de furia.
—¿Crees que quiero seguir viviendo como un simple campesino? —gritó.
Yasuba, sin dudarlo, le dio una fuerte cachetada que resonó en el campamento.
—¡No somos asesinos! —exclamó—. No puedes vender tu alma por una promesa vacía.
Darius, enfurecido, se alejó de ella, decidido a cumplir su misión. Yasuba lo observó con tristeza, sabiendo que su hermano estaba tomando un camino oscuro.
Mientras tanto, en el campamento de Lucía, la joven protagonista reflexionaba sobre su reciente transformación y las lecciones aprendidas del Árbol Madre. Sus amigos la apoyaban y se preparaban para cualquier desafío que pudiera venir.
—Lucía, ¿estás lista para lo que viene? —preguntó Hugo, su amigo más cercano.
—Sí, Hugo —respondió Lucía con determinación—. Estoy lista para enfrentar cualquier cosa.
Esa noche, mientras todos dormían, Lucía tuvo un sueño inquietante. En su sueño, vio a un hombre con cabello amarillo y ojos azules acercándose a ella con una espada. Aunque no podía ver su rostro claramente, sentía una amenaza inminente.
Al despertar, Lucía decidió que debía estar más alerta. Sabía que alguien la estaba buscando y que debía estar preparada para enfrentarlo.
En el castillo, la reina esperaba ansiosamente noticias de Darius. Sabía que el cazador era su mejor oportunidad para capturar a Lucía y cumplir con sus planes.
—No falles, Darius —murmuró la reina para sí misma—. Necesito a esa chica.
Darius, por su parte, se preparaba para su misión con una mezcla de determinación y desesperación. Sabía que capturar a Lucía no sería fácil, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para redimir a su familia.
Mientras afilaba su espada, pensó en su hermana Yasuba y en sus palabras. Aunque sabía que ella tenía razón, no podía permitirse dudar. Su familia dependía de él.
—No fallaré —se dijo a sí mismo—. Lucía será capturada y llevada ante la reina.
La batalla por el destino del reino estaba lejos de terminar, y Lucía, con su nueva sabiduría, se preparaba para lo que vendría. Sabía que con el apoyo de sus amigos y la guía del Árbol Madre, podría enfrentar cualquier desafío