El Rey Demonio Y La Princesa Hada

¿Qué hace mi pequeña hada paseando tan tarde en la noche?

- No tenía sueño, a demás, la noche está muy bonita.

Áine mira al cielo y sonríe. En su otra vida muy pocas veces tenía la posibilidad de mirar las estrellas. En la ciudad que vivía las luces de las calles las opacaban, para verlas se debía viajar lejos, a los pueblos, y la chica nunca tuvo tiempo para eso.

- Yo veo algo muy bello, y no es la noche.- Xander mira a Áine y en sus ojos hay un brillo especial.

El azabache se acerca a la chica y la abraza por detrás. La brisa nocturna los envuelve, Áine cierra sus ojos y respira profundo, se sentía segura en los brazos del rey. Xander baja su cabeza y huele el perfume de la princesa, era delicado y suave. Los minutos pasaban y ninguno de los dos hablaba, sólo disfrutaban el momento; una estrella fugaz desciende por el cielo y Áine la señala.

- Pidamos un deseo.- cierra los ojos, los abre y se gira.

- Yo ya tengo lo que deseo, a mi lado está la más bella hada, y en poco tiempo será mía para siempre.

La pelirrosa sonríe, junta sus manos en el cuello del demonio y mira hacia arriba, a los ojos de él. Xander la abraza por la cintura y la besa. Éste beso era distinto, era suave, envolvente, sensual, pero lleno de significado, cada uno se tomaba su tiempo para disfrutarlo. El azabache sube su mano despacio por el contorno de la cintura hasta rozar de forma delicada el sen* de ella por encima del vestido, el toque era muy sutil, pero Áine había sentido como se erizaba su piel. Ella abre su mano entre los cabellos de él, sus lenguas se encuentran dentro de sus bocas, el se aparta y comienza a besarla desde la comisura de los labios hasta su oreja, baja hasta su cuello lam*endo despacio hasta llegar a su clavícula, mientras, con su otra mano acerca más el cuerpo de la chica al suyo. Áine podía sentir la exc*itación del demonio, la estaba tentando. Xander le baja delicadamente la manga al vestido y continúa bajando hasta saborear uno de sus sen*s, la princesa da un respingo, y se aferra al cabello de él. El azabache se toma su tiempo lam*endo el botón de la chica hasta que siente como éste crece, Áine echa su cabeza hacia atrás y g*me bajo, sentía un cosquilleo en su cuerpo. Xander se aparta con una sonrisa sensual y le susurra al oído.

- Creo que mejor nos detenemos aquí, pero ésto es una demostración de lo que te espera todas las noches conmigo, mi pequeña hada- Áine se estremece al sentir sus palabras tan cerca, estaba muy exc*tada también.

El rey devuelve la manga del vestido a su sitio y le besa la frente. Áine se sonroja, no pensó que pasaría algo así con el rey, al menos todavía, aunque si él hubiese seguido, ella no lo habría detenido.

No sólo sentía deseo y atracción por el demonio, su corazón estaba comenzando a sentir otras cosas que hacía mucho tiempo que no sentía. En su vida pasada se había enamorado una sola vez y su corazón terminó roto, desde ese momento se había convertido en una persona fría, a veces estaba con un chico y después lo dejaba, no se permitía sentir amor por otro hombre, hasta ahora.

- Vamos, te acompaño hasta tú habitación.- la chica asiente, se coloca sus zapatillas y se van juntos tomados de las manos.

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La mañana había llegado, Áine se reúne con Aerin a desayunar en el palacio de invitados. Se sientan en el jardín mientras comen y platican.

- Alguien llegó tarde anoche, y por lo que escuché de los sirvientes, venía acompañada del rey.- Áine casi se atraganta con la comida y mira a su hermano.

- Entonces nos vieron llegar- luego se relaja un poco y responde- bueno, tarde o temprano se sabrá la noticia.

- Hermanita, ¿pero no habrás pasado la noche con el rey, o sí? ¿Con qué vergüenza después me regañas a mí?

- Aerin, en primera, no, no pasamos la noche juntos, bueno, al menos no de esa forma que crees, y segunda- Áine se cruza de brasos- no me compares contigo que vas por el reino seduciendo damas.

- Eso dolió- Aerin se toca el pecho fingiendo dolor- hermanita, hablas como si fuera un Casanova, no niego que he tenido aventuras, pero han sido con damas viudas o divorciadas, no me meto con vírgenes o casadas. Aún espero a que el amor venga a mí.

- Aerin, algún día serás rey, deberías al menos ser más responsable con eso, no es que te cases por conveniencia, pero debes escoger bien a tú pareja, y más si en un futuro ella será la reina de Azavil.

- Estás cortando mi honda, hermanita. Terminemos de desayunar y reunámonos con Dorian, todavía debemos buscar al tío.

Áine termina de tomar su desayuno y se levanta, Aerin la sigue y juntos van en camino a la oficina de Dorian. Tocan a la puerta y el peliverde los deja entrar, se encontraba sentado en su escritorio consultando varios documentos.

- Altezas, pasen, tomen asiento.- Dorian señala las sillas frente a él.- tengo entendido que están realizando una investigación sobre el paradero de su tío, el Archiduque Gergheade Woods.

- Así es, necesitamos información, hace 11 años que perdimos su rastro en la trifrontera. Cuando firmamos el acuerdo de paz con el Reino de Heavening, su rey nos dejó hacer nuestra investigación, aunque nunca avanzamos mucho, las pistas siempre terminaban de regreso a Azavil. Era como si estuviéramos en un bucle- Áine le cuenta a Dorian, éste arruga el entrecejo y hace un gesto de desagrado.

- ¡Jum! Los ángeles, de su rey no se debe esperar nada bueno, no dudaría que su tío esté bajo la protección del mismísimo Rey Uriel Heaven. Perdonen mi rudeza, pero es que aquí en Hellion tenemos malas experiencias con él.

- Mi impresión cuando lo conocimos fue que parecía alguien astuto como un zorro, interesado siempre en buscar un beneficio, arrogante y un poco narcisista.

La pelirrosa también pensó para sí. [Y un baboso sin clase] Pone cara de asco, de pensar en ese rey, su cuerpo reacciona negativamente.

- Entendemos un poco de su historia con ellos, nosotros hemos vivido más neutrales, pero la muerte también nos ha golpeado, Señor Holl.- Aerin le hablo.

- Bien, los ayudaré personalmente en ésta misión y creo saber por dónde empezar a buscar información, pero tendremos que viajar. Princesa, su compromiso se celebra en pocos días, podemos programar la partida para dos días después, ¿qué les parece?

- Creo que está bien así, hemos perdido mucho tiempo y temo que mi tío haya usado ese tiempo para crecer y hacerse de un ejército.- dice la princesa preocupada.

- Creo que con su ayuda, Joven Duque, podemos lograr nuestro cometido.

- Es correcto, alteza.

Los príncipes se despiden del chico y se marchan. En el camino de regreso un grupo de damas que iban pasando la miran con curiosidad y otras miran a Aerin.

- Nosotros como siempre, hermanita, robando miradas.

- Creo que esas damas no me mirarán igual cuando sepan quién soy.- Áine sonríe con malicia, está segura que le esperan momentos divertidos y y curiosos.

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Hola 👋 chic@s, aún continúo sin corriente eléctrica, por lo que también tengo poca batería 🥲

Como vieron me arriesgué en éste capítulo y la escena me salió bastante fluida, perdónenme por detenerlos en el mejor momento, pero estoy reservando el encuentro para otro capítulo 😏🤭

Sin más, me despido, Chau Chau 😚❤️