Anastasia alegre, espontánea y feliz... En su segunda vida conocerá al Gran General, un hombre recto, estricto y de pocas palabras.
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Reencarnada
Me preparaba para un examen cuando me di cuenta que faltaban solo unas horas y la verdad es que no me sentía preparada, además que comencé a sentir un fuerte dolor en la espalda, en el pecho, en el brazo, me dolía la cabeza, me sentía mareada, pensé en avisarle a todos, pero sé que nadie me creería, porque muchas veces antes usé esos pretextos para no presentar alguna tarea. No tenía las mejores notas pero me defendía, ya faltaba poco para el término del semestre, así que pensé que, quizás, era solo estrés. Recuerdo que bajé las escaleras y entré al salón, el malestar se hacía más grande... y de repente noté que el piso se acercaba, que la gente me miraba y de pronto todo se apagó...
Desperté por el gran olor a desinfectante de hospital, pero lo raro era que podía ver mi cuerpo sobre esa mesa... ¡maldición! me estoy muriendo y ni siquiera pude decir que esta vez era de verdad, que me sentía mal, verles las caras cuando le dijeran jaja se los dije... y en estos momentos me acuerdo de mi abuelita que me decía cosas de ser responsable y me contaba el cuento de Pedrito y el lobo y sí ahora veo a mi cuerpo tendido en una mesa... sé que tengo que esperar la gran luz... la luz que me llevara al cielo, supongo, no he sido una mala persona, quizás una que otra broma inocente, pero más nada...
De repente todo se vuelve oscuro nuevamente ¡ay no! quizás no había una luz, porque no me voy al cielo... camino en la oscuridad y no veo nada, esa opresión que sentía antes de desmayarme se apodera nuevamente de mí... avanzo en la oscuridad y toco algo... es firme de madera o de metal... me doy cuenta que es una puerta así que la abro y en ese momento muchísima luz... tanta la luz que quise llorar y sorprendentemente me sentí como si estuviese llorando, me doy cuenta que no estoy sola que escucho voces...
- Felicidades señora es una hermosa bebé
[qué bebé me están mirando a mí... rayos soy yo la bebé... por qué me miran... tengo frío...no me gusta que me vean desnuda... ¡ay! está acercando su pecho... esto es incómodo ¡ay! pero se siente bien... creo que tengo sueño de nuevo...
Cuando desperté, lo confirme, sí definitivamente he reencarnado como una bebé por las ropas y la forma de hablar me doy cuenta de que estoy en una época antigua, al parecer mis padres son nobles porque tienen una casa hermosa que parece de cuentos, he visto que tienen sirvientes y que todos son muy amables conmigo, de a poco me estoy acostumbrando a mi nueva vida...
5 años después
Ahora ya tengo más información sobre este mundo, al parecer he reencarnado en una novela y ni siquiera es una novela que leí, es una que tendría que haber leído y que me recomendó mi profesora de literatura antigua, recuerdo que hablaba de la guerra entre imperios, de príncipes, de princesas, magia, ¡demonios! si tan solo hubiese hecho ese reporte y no hubiese inventado que estaba enferma, pero como decía el abuelo, después de las carreras no hay apuestas... así que solo me queda aprender todo de este mundo... de mi familia he descubierto que somos nobles importantes mi padre es un duque y tiene a cargo toda la parte comercial del reino, mi madre es una mujer buena, dedicada, algo machista, mis hermanos José y Pedro ellos son mayores y por lo que veo ya los están preparando para combates y esas cosas peligrosas, yo soy muy consentida la verdad es que si no supiese que al final todo terminará en una guerra o algo así, sería una niña muy caprichosa, pero no todo es capricho o malcriadurías, también tengo mis deberes, tomo clases de etiqueta, de artes, de historia e incluso sé lo básico de espada, además descubrí que tengo una voz para el canto increíble... soy como la Cristina Aguilera de la época antigua... canto porque me gusta hacerlo o para distraer el ambiente, me he dado cuenta que en esta sociedad las mujeres no podemos hacer mucho o no podemos hacer nada más que ser esposas obedientes, silenciosas, tranquilas, nada que ver con mi personalidad, lo siento a veces por mi madre, porque la he escuchado pidiéndole a los dioses que me tranquilice o que encuentre un buen esposo que me consienta en todo... aunque me río de pensar que piden un esposo teniendo yo solo 5 años...