Mi Infierno... En El Infierno...

Maella:

Semion y yo reíamos a carcajadas de los chistes y bromas que decían los demás, cada uno contaba una anécdota que nos gustaba demasiado.

Mujer: Muy hermosa tu hija Semion.

Semion: La tenían en su poder los malditos Italianos.

Mujer: Tengo entendido que Dimitri Fiorelli como Maximo Rozzolli ganó el premio novel de la salud y ciencia. Es más se dice que hasta mujer nueva y hasta un hijo tienen, no tiene mucho que la mujer tuvo a su hijo.

Miré hacia Semion como se le iba borrando la sonrisa que estaba teniendo.

Semion: ¿Qué has dicho?

Mujer: Dimitri tiene un bebé, que será de 4 o 5 meses ya. La mujer murió, desapareció, esa información nos ha llegado.

Semion se puso de pie tomándome del brazo, me disculpé con los demás caminando al paso que Semion se iba alejando de los demás.

Semion: Te dije que investigaras a Willow.

Maella: Ella está limpia.

Semion: No, no lo está… recuerdo cuando el hombre que le disparaste igual que a esas niñas la llamó señora.

Maella: Por respeto.

Semion: NOOOOOO…. NO FUE POR RESPETO.

Tragué saliva, levanté mis manos en señal que tenía que tranquilizarse, cerré los ojos tratando de controlar lo que él estaba haciendo quedar fuera de si.

Maella: Willow estuvo con los Italianos, pero nunca se le vio en una relación. Massimo ahora lo va a confirmar.

Se dio la media vuelta negando con la cabeza, sus ojos crecieron tanto que parecían salirse, me miraba de una manera que no lograba entender nada de lo que había dicho.

Semion: Esas niñas… Fiorella y Deani, las hijas de Dimitri.

Maella: Esas niñas ya debes estar comiéndoselas los gusanos.

Semion: NO ESAS IDIOTA… LE DECÍAN MAMÁ, LE GRITABAN MAMÁ. SI ESO ERA POR QUE DIMITRI ESTABA CON MI HIJA QUIERE DECIR…

Rodé los ojos cruzando los brazos sin entender lo que estaba diciendo Semion, tal parece que tanto alcohol ya le había afectado. Me acerqué tratando que me dijera que era lo que estaba pasando por que no le entendía absolutamente nada.

Semion: Si Willow se revolcaba con Dimitri, él es portador de la Célula Beta Regenerativa… POR ESO WILLOW, CAMBIABA SUS OJOS AL SER PARTE DE DIMITRI.

Maella: No entiendo.

Semion: DIMITRIIIIII LE TRASNMITIÓ DE ALGUNA MANERA SU CONOCIMIENTO A WILLOW, POR LO TANTO SI TIENE UN HIJO DE 5 MESES DIMITRI, WILLOW YA ESTUVO EMBARAZADA…

Entreabrí mis labios negando con la cabeza, eso no podía ser cierto, teníamos muchas entregas pendientes de la nueva droga y Willow estaba para mejorarla.

Semion: SI WILLOW YA ESTUVO EMBARAZADA, ESA DROGA NO ES PURAAAA…. MALDITA SEAAAA…

Maella: entonces que hacemos…

Se apresuró dando pasos grandes sosteniendo de los brazos, agitaba con fuerza mi cuerpo, lo sostuve de los suyos tratando de controlarlo pero estaba totalmente cerrado a la idea de que Willow era su salvación.

Semion: TE DIJE QUE NO TE METIERAS CON LAS HIJAS DE DIMITRI.

Maella: Ya están muertas.

Semion: PEOOOOR, ES… ES LA MANERA DE HABER DESPERTADO LOS DEMONIOS DE DIMITRI CONVIRTIENDOSE EN EL BETA OMEGA QUE TODO MUNDO TEME.

El móvil de Semion empezó a sonar, se apresuró a tomarlo viendo la pantalla, negó con la cabeza.

Maella: contesta.

Semion: ES EL PORTERO…

Me acerqué arrebatando el móvil, tomé la llamada.

Llamada:

- ¿Qué sucede?

- Señora, nos están atacando.

- ¿Quién?

BOOOOOOOOOM!!!!!!

Los gritos de los invitados empezaron a escucharse, dejé caer el móvil de Semion.

Semion: Los Italianos de seguro vinieron por Willow.

Maella: ellos no saben donde nos ubicamos.

Semion: ERES UNA ESTÚPIDA O QUE.

Levantó su mano soltándome una cachetada, sostuve el lado de mi mejilla donde me había golpeado, me sostuvo del brazo atrayéndome hacia él.

Semion: Dejame decirte que de nada nos sirvió programar a Willow, si estaba con el efecto de su instinto de Dimitri, ella era la que nos estaba controlando.

Maldita mil veces maldita Willow, ahora entendía el día de ir a escoger su vestido, quien me estaba describiendo no era Massimo, sino al mal nacido de Dimitri. Legamos a unas de las puertas, el fuego estaba empezando a esparcirse por todo el recinto.

Semion: CORRAN HACIA LAS PUERTAS.

- ESTAN CERRADAS.

- NO HAY POR DONDE SALIR.

- NOS TIENEN ENCERRADOS.

- NOS VAN A MATAR VIVOS

- SON LOS ITALIANOS

- NOS VAN A MATAR

- HAN VENIDO A COBRAR VENGANZA.

Negué con la cabeza, sostenía las puertas empezando a sacudirlas, pero no se lograban abrir al sacudirlas se escuchaba como se iba golpeando con unos aceros.

Maella: Nos encerraron.

- Me quemo.

- Ahhhh.

- Nos estamos quemando.

- Vamos a morir.

Semion y varios hombres empezaban a empujar las puertas, levantaban los pies para derribas las puertas. Los cristales de los lados empezaban a caer, muchos empezaban a caer por el piso al ser alcanzados por el fuego. Por la manera que se esparcía era la maldita Valentina la que estaba por estas zonas.

Negué con la cabeza, corrí hacia donde estaba nuestra mesa, mi bolso lo lograba ver.

Semion: MAELLAAAA…..

Los cuerpos de las personas se movían de un lado y del otro golpeando todo lo que fueran con tal de quitarse el fuego, los arreglos y los manteles estaban ya cubriéndose, corrí hacia donde estaba la mesa, choqué con uno de los hombres que estaba con llamas, caía al piso sintiendo quemarme, le daba golpes al área donde estaba quemándome.

Maella: SEMIOOON… ME QUEMOOO, ME QUEMO….

La nitroglicerina era demasiado explosiva, negaba con la cabeza, quería quitarme el vestido que ya estaba subiendo el fuego.

Maella: aaahhhhhh. SEMIOOOON… SEMIOOON.

Corrió hacia mí levantando su saco, abanicaba dando golpes sobre la parte que me estaba quemando. Me sostuvo del brazo poniéndome de pie, teníamos que salir cuanto antes, el lugar ya se estaba consumiendo entre llamas, muchos ya estaban en el piso sin vida, sostuve mi bolso, sacando mi arma, Semion me la arrebató empezando a disparar hacia las cerraduras de la puertas, se iban abriendo poco a poco. Otros más golpeaban donde se había dado los disparos logrando subir.

Maella: cof. Cof cof…

Habíamos logrado salir, Semion corrió hacia la camioneta, teníamos que dar con los malditos Italianos que estaban en este rumbo, más le valiera que así fuera. Se acercó la camioneta haciendo que me suba. Cerré la puerta poniendo mi cinturón…

Semion: No se saldrán con la suya. Willow es mía.

Maella: Lo has dicho Semion, la vinieron a buscar.

Semion: ELLA ME PERTENECE, ES MI HIJA.

Semion conducía demasiado rápido, me sostenía de la camioneta por la manera que daba sus giros, no era algo que esperaba ver por parte de él pero entendía que no iba a dejar ir a su hija tan fácil, menos cuando nos costó un grave error haber asesinado a sus dos hijas. Pero ahora Dimitri estaba en su instinto que muchas veces Valerio y Corina nos decían que él no debía alcanzar por nada del mundo, sería la destrucción y muerte segura.

Maella: SEMIOOOOON CUIDADOOOOO.

PAAAAAAAAAAF!!!!!!!!! POC!!! POC!!!

La camioneta había perdido el control de la alta velocidad que se estaba conduciendo. Daba vueltas de un lado y del otro, estábamos yendo directo hacia el acantilado, trataba de abrir las puertas pero por mi desesperación no lograba hacerlo, viendo caer la camioneta que daba vueltas golpeando con las normes piedras que no nos iban a dejar con vida…

Cerré mis ojos viendo el cuerpo de Semion que se iba de un lado y del otro por no tener el control de seguridad.

PUUUUUUUFFFF!!!!!

(….)

Respiré profundamente al ver que no faltaba mucho para ser llamada de mi vuelo. Removía mis piernas de un lado y del otro, miré de reojo a un chico que estaba leyendo un buen libro. El chico me miró sonriendo. Le devolví el gesto bajando la mirada. Acomodé la mochila donde tenía mi poca ropa.

Televisión: “Se ha dado a conocer el fatal accidente de una pareja que venía conduciendo a exceso de velocidad tras salir de uno de los recintos más lujosos de Moscú, se dice que la pareja cayó de un barranco perdiendo la vida, se trata… ohhh, Dios mio, se trata de Multimillonario y Jefe de la Mafia Roja Semion Moguilevich y su esposa la señora Maella, al parecer hubo un enfrentamiento contra la mafia Italiana que se ha declarado por años la enemistad”

Entreabrí mis labios al escuchar como le echaban la culpa a los Italianos y ellos no tenían nada que ver.

“PASAJEROS CON DESTIDO A MILLAN”

Abrí y cerré mis ojos, ¿Milán? Bajé la mirada hacia mi ticket, ellos no eran de Milán. Respiré negando con la cabeza, ahora sería más difícil en dar con ellos.

El chico extendió su mano, bajé la mirada hacia él un poco sorprendida.

Nicolas: Nicolas Litzine.

Extendí mi mano entregándosela, él chico me estrecho la mano con una gran sonrisa, lo miré bajando hacia el agarre de mi mano.

Willow: Willow, Willow, Zanetti.

Nicolas: Ohh, ya veo, lamento lo de tu hermana que salió en las noticias.

“SEGUNDA LLAMADA, PASAJEROS DEL VUELO HACIA MILÁN, PASAR EN EL PASILLO 5”

Willow: Gracias.

Me puse de pie, miré hacia el chico que igual se puso de pie, rodé los ojos esperando que no sea su vuelo, pero con todo lo que había pasando en verdad solo quería subirme al avión y descansar. La fila de mi vuelo empezaba a entregar sus tickets, sonreí un poco emocionada al ver que ya casi me tocaba mi turno.

La azafata con una hermosa sonrisa me pedía el ticket. Se lo entregué la chica tomó el lado que le correspondía entregando mi póliza de viajero. Respiré con una sonrisa extendí mis manos sintiendo la libertad. Choqué con alguien sintiendo que me tomaron de la mano.

Nicolas: Viajaremos en el mismo vuelo.

Willow: Espero que no sea en los mismos lugares.

Apresuré el paso buscando mi asiento, por suerte Carl me había comprado lugar en asiento de primera. La otra azafata me hizo subir, revisó mi ticket cediendo el paso.

Azafata: Señor Nicolas.

Nicolas: Regreso a casa. Necesito ver a mi pariente.

Azafata: que tenga buen viaje.

Subía los escalones, al parecer estaría siempre si el chico en primera clase. Busqué mi asiento sentándome, la verdad estaba cansada. Me dolía todo el cuerpo y solo quería llegar a un lugar y quitarme la asquerosa sensación de Massimo sobre mi piel, aunque me hubiera dado la ducha era como tenerlo cerca.

Nicolas: Estaremos juntos.

Willow: Eso veo.

Me giré un poco, no tenía ganas de hablar con nadie, menos por todo lo que habían dicho sobre los Italianos, ellos no se tenían la culpa y tampoco sé que podía pasar. Si a ellos los culpaban. Cerré mis ojos respirando y tratando de retomar un sueño que hace días no lograba tener, ya que en mis pensamientos solo estaba recordar a Fiorella, Deani verlas caer sin vida… Mi hijo.

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