"En el silencio de una boda forzada, un corazón late con miedo y desesperanza. La novia, con un vestido blanco que contrasta con su alma oscura, se siente atrapada en una vida que no eligió. Su mirada seria esconde un secreto, un dolor que la consume por dentro. ¿Podrá encontrar la fuerza para liberarse de las cadenas que la atan, o permanecerá atrapada para siempre en este matrimonio sin amor?"
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capitulo 1 LA DEUDA
Sofía, una joven de 22 años con una belleza radiante y un corazón apasionado, se había enamorado perdidamente de Alejandro, un joven de 28 años con un carisma arrollador y una sonrisa que iluminaba cualquier habitación. Alejandro, con su experiencia y madurez, había conquistado el corazón de Sofía con su pasión y dedicación.
Pero su amor estaba condenado desde el principio. La madre de Sofía, una mujer ambiciosa y sin escrúpulos, había planeado un matrimonio de conveniencia para su hija con Leonardo, un hombre maduro y poderoso, para salvar la fortuna familiar que se había visto afectada por las deudas de juego de su hermano.
Sofía se sentía atrapada en una vida que no había elegido, y su amor por Alejandro era su único refugio. Pero sabía que su madre nunca aprobaría su relación, y que debían mantenerla en secreto para evitar la ira y la desaprobación familiar.
Mientras tanto, Alejandro luchaba por hacerse un lugar en el mundo, trabajando como pintor y soñando con un futuro mejor. Pero su amor por Sofía lo hacía sentir vivo, y estaba dispuesto a luchar por ella contra todo y contra todos.
En este juego de amor y destino, Sofía y Alejandro se encontraban en una lucha constante por estar juntos, sin saber que su amor estaba a punto de ser puesto a prueba de una manera que nunca podrían haber imaginado...
Todo inicio así...
_Gabriel_ (nervioso, mirando su reloj)
Vamos, vamos, tengo que ganar.
(Gabriel se sienta en la mesa de póker, frente a Leonardo, y comienza a jugar)
_Leonardo_
¿Sabes, Gabriel? Tienes una suerte increíble. Pero hoy, no vas a necesitarla.
(Gabriel sonríe, confiado, pero pronto se da cuenta de que las cartas no están saliendo a su favor)
_Gabriel_
¿Qué pasa? Esto no puede estar pasando...
_Leonardo_
La suerte es una dama voluble, Gabriel. Y hoy, no está de tu lado.
(Gabriel pierde la apuesta y se queda sin dinero)
_Gabriel_
No... no puede ser. Todo...
(Gabriel se levanta, derrotado, y se dirige a la salida del casino, con la mirada baja)
(Gabriel sale del casino, derrotado y con la mirada baja)
_Leonardo_ (saludándolo desde la puerta del casino)
¡Gabriel! ¡Espera!
(Gabriel se detiene y se da la vuelta, viendo a Leonardo acercarse a él)
_Leonardo_
Recuerda, Gabriel. Tienes una semana para pagar la deuda. Si no, iré a tu casa y hablaré con tu familia sobre el tema.
_Gabriel_
Sí, sí... lo haré.
_Leonardo_
No te preocupes, Gabriel. No quiero hacerlo. Pero debes tomar en serio tus deudas. Una semana, Gabriel. Eso es todo el tiempo que tienes.
(Leonardo le da la espalda y regresa al casino, dejando a Gabriel solo en la calle)
(Gabriel se queda parado en la calle, pensando en la deuda y en la amenaza de Leonardo)
_Gabriel_
¿Qué voy a hacer? No tengo dinero para pagar la deuda. Y si Leonardo habla con mi familia... será un desastre.
(Gabriel comienza a caminar sin rumbo, intentando pensar en una solución)
_Gabriel_
Tengo que pensar en algo. Tengo que encontrar una manera de pagar la deuda antes de que sea demasiado tarde.
(Gabriel se detiene en la calle, mirando alrededor)
_Gabriel_
Tal vez pueda pedir un préstamo en otro lugar. O tal vez pueda encontrar una manera de ganar dinero rápido.
(Gabriel comienza a caminar de nuevo, decidido a encontrar una solución)
(Gabriel llega a su casa y se dirige a la sala, donde su madre está sentada leyendo un libro)
_Gabriel_
Mamá... necesito hablar contigo.
_Elena_
¿Qué pasa, Gabriel? ¿Qué sucede?
_Gabriel_
Es que... he tenido un problema. He estado jugando en el casino de Leonardo y... he perdido mucho dinero.
_Elena_
¿Qué? ¡Gabriel, cómo pudiste ser tan imprudente!
_Gabriel_
Lo sé, mamá. Lo siento. Pero es que... me dejé llevar y no pude parar.
_Elena_
¿Cuánto dinero has perdido?
_Gabriel_
Todo... he perdido todo. Y Leonardo me dio una semana para pagar la deuda o... o vendra a hablar con papá
_Elena_
¡Gabriel! ¡Esto es un desastre!
(Gabriel se sienta en el sofá, derrotado, mientras su madre intenta pensar en una solución)
_Elena_
Debemos pensar en algo, Gabriel. No podemos permitir que Leonardo hable con la familia.
_Gabriel_
Lo sé, Elena. Pero no sé qué hacer. No tengo dinero para pagar la deuda.
_Elena_
Vamos a pensar juntos. Hay que encontrar una solución.
(Gabriel y Elena se sientan en el sofá, pensando en posibles soluciones)
_Gabriel_
Tal vez pueda pedir un préstamo en otro lugar...
_Elena_
No, Gabriel. No podemos endeudarnos más. Necesitamos encontrar otra manera.
_Gabriel_
Tal vez... tal vez pueda hablar con Leonardo y pedirle más tiempo...
_Elena_
Sí, eso es una buena idea. Tal vez si hablas con él y le explicas la situación, pueda darte más tiempo para pagar la deuda.
_Gabriel_
Sí, voy a hablar con él. Mañana mismo voy a ir al casino y hablaré con él.
_Elena_
Sí, Gabriel. Hazlo. Y no te rindas. Seguro que encontraremos una solución.
(Gabriel se levanta, decidido a hablar con Leonardo y encontrar una solución)
(Sofía y Alejandro están sentados en un parque, hablando en voz baja)
_Sofía_
Alejandro, no sé qué hacer. Mi madre insiste en que me case con alguien de nuestra posición social, pero yo no quiero. Quiero estar contigo.
_Alejandro_
No te preocupes, Sofía. Estoy aquí para ti. Y te prometo que nos casaremos, sin importar lo que tu madre diga.
_Sofía_
¿De verdad? ¿Podremos hacerlo?
_Alejandro_
Claro que sí. Ya he hablado con mi familia y están de acuerdo. Solo necesitamos encontrar la manera de convencer a tu madre.
_Sofía_
Eso es lo difícil. Mi madre ya ha hablado con mi padre y ha conseguido que dé su visto bueno para que me case con alguien de nuestra posición social.
_Alejandro_
No importa. No nos rendiremos. Encontraremos una manera de hacer que tu madre entienda que nuestro amor es más fuerte que cualquier posición social.
(Sofía sonríe, sintiendo una mezcla de esperanza y miedo)
_Sofía_
Te quiero, Alejandro.
_Alejandro_
Y yo te quiero, Sofía. Siempre.
(Se besan suavemente, mientras el sol se pone detrás de ellos).