Grettel es una mujer pobre, que se enamora de un hombre rico, al que conoció desde niños.
Ese amor desencadena una serie de maltratos, odio y situaciones en las que de pronto te obligan a decir, ¡ella o yo, tienes qué decidir!
NovelToon tiene autorización de Maria Esther para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
La agencia de publicidad
La casa que compró Ulises para Adrián era muy amplia y hermosa. La decoradora que contrató era muy eficiente. La casa, que digo casa, la mansión iba quedando a pedir de boca.
Ya le faltaba poco a Ulises para graduarse de abogado.
Gracias a la ayuda de Adrián, Ulises logró retomar su carrera y estaba muy feliz de que su sueño se estuviera volviendo realidad.
.
.
Grettel, mi amor, ¿quieres casarte conmigo?, le preguntó Axel, con una rodilla en el suelo, pero mostrándole un anillo de mentiras.
Es solo por lo pronto, luego te doy uno de verdad.
Sí Axel, quiero casarme contigo. Pero, ¿crees que tus padres lo permitirán?
No les vamos a decir. Mañana vamos al pueblo de Zapopan, y nos casaremos ahí. ¿Tienes tu acta de nacimiento?
No sé, doña Martha no me ha querido contar nada sobre mi madre y mi vida.
Bueno, ya estando allá, veremos cómo hacerle.
Al día siguiente, muy temprano, Axel y Grettel se fueron rumbo a Zapopan, un pueblito que pertenecía a Jalisco.
El juez que los atendió frisaba ya los 80 años, pelo blanco y bigote.
¿Trajeron toda la papelería?
Faltó el acta de Grettel, pero mañana se la traemos.
Bueno, solo porque los veo muy enamorados los casaré. Pero con la condición de que me traigan el acta, ¿de acuerdo?
Sí, señor juez.
Rato después...
Y con el poder que me confiere el estado, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.
Axel le dio un beso suave en la boca. Luego se fueron a un hotel del camino.
Ahí consumaron su amor. Grettel fue feliz en su noche de bodas.
Axel la trató con toda delicadeza, como si fuera un objeto que se pudiera romper al contacto de sus manos.
Vamos a guardar el secreto, hasta que encuentre un trabajo para poder vivir juntos tú y yo.
Pronto regresaron a la ciudad, ya estaban casados.
Martha vio llegar a Grettel muy feliz.
Y ahora, ¿qué te traes? ¿Por qué vienes tan feliz, de dónde vienes?
¿Y eso a usted qué le importa?, yo soy feliz y punto. No cabe duda de que siempre andas con las uñas sacadas pareces una gata enjaulada.
Nuevamente, doña Martha, ¿qué le importa?
Grettel se fue a su cuarto; por un tiempo más tendría que aguantar a esa señora, solo en lo que se arreglaban las cosas con Axel.
En su cuarto, a solas, repasaba los momentos felices que había pasado con Axel en su luna de miel.
A pesar de todo ella se sentía muy dichosa.
.
.
Axel, ¿dónde has estado todo el día?, te hemos estado buscando; Josefina lo abordó con preguntas en cuanto lo vio entrar.
Mamá, te recuerdo que soy mayor de edad y puedo andar y hacer todo lo que me dé la gana.
Ay hijo, ¿desde cuándo te has vuelto tan grosero? No cabe duda que esa pordiosera te ha hecho cambiar totalmente.
Mamá, no tengo ganas de discutir contigo.
Está bien, pero en cuanto llegue tu padre le diré todo.
En eso llegó Lorenzo, ¿qué es lo que me tienes que decir?
Papá, quiero independizarme, quiero buscar un trabajo para poder vivir en paz con Grettel.
Está bien, hijo. Mira voy a hablar con un amigo que tiene una agencia de publicidad, para que vayas, tal vez te dé el trabajo.
Gracias, papá, tenía la esperanza de que me entendieras. Mañana mismo iré.
Axel se fue a su cuarto muy contento.
¿Te has vuelto loco, Lorenzo? ¿Cómo le facilitas las cosas a Axel si sabes bien lo que intenta hacer?, Josefina se le fue encima.
No te preocupes, mi amor, ya todo está calculado. Mi amigo no le dará trabajo alegando que es muy joven para un puesto así. También le dirá que como es mi hijo merece algo mucho mejor. Axel, para nada la tendrá fácil. También he pensado mandarlo a una de las empresas que tengo fuera del país, tal vez estando lejos logre encontrarse a otra mujer.
¿De verdad lo crees así?
Por supuesto, mujer, pero dejemos que primero se desengañe de que no encontrará trabajo tan fácil.
Una llamada los interrumpió de su conversación, Carmina le fue a avisar.
La señorita Rocío al teléfono.
Josefina tomó la bocina para contestar. Hola, Rocío. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
¿Cómo quieres que esté, tía, si no haces nada porque Axel me busque?, tengo una semana que regresé a mi casa y Axel no me ha buscado.
Tienes razón, hija, perdón, pero no puedo hacer nada. Axel está endiosado con esa mujer, y no quiere dejarla.
Bueno, tía si no quieres ayudarme yo lo haré por mi cuenta.
Haz lo que tengas que hacer Rocío, siempre cuentas con mi apoyo. Por lo pronto te digo que mañana va a ir a la agencia de publicidad propiedad del amigo de Lorenzo, al rato te paso la dirección, tal vez te lo topes ahí por "accidente".
Una sonrisa iluminó el rostro de Rocío. Gracias, tía, eres un amor.
.
.
Al día siguiente muy temprano, Rocío iba saliendo de una tienda cuando se topó con Axel.
Hola Axel, ¿qué andas haciendo por aquí?
Vine a buscar trabajo, me voy a independizar de mis padres.
¿Y eso por qué?
Porque quiero vivir mi vida en paz al lado de Grettel que la amo tanto.
Axel, por favor olvídate de esa mocosa, de esa pordiosera, ¿qué le ves?
No te permito que insultes a mi novia.
Perdón, Axel no era mi intención. Vamos a desayunar, por aquí cerca hay un restaurante que hacen un café riquísimo.
Lo siento, no tengo tiempo, voy a la agencia de publicidad...
Por favor, Axel, si llegas una hora más tarde no va a pasar nada apenas vas a buscar el trabajo. Ándale, no te quito mucho tiempo, ¿sí?
Axel dio un gran suspiro y luego dijo: está bien, vamos.
Pero Rocío que era tan mañosa, lo agarró por sorpresa y le plantó un beso en la boca.
Axel, tomado por sorpresa no pudo hacer nada por evitarlo, pero después le correspondió al beso. Aunque solo duró unos segundos porque inmediatamente recobró la cordura.
¡Qué te pasa Rocío!, ¿se te olvida que tengo novia?
¿A esa mosca muerta le llamas novia?
Axel puso unos billetes en la mesa y salió de ahí muy enojado, dejando a Rocío con una sonrisa burlona en su boca.
"Esto es solo el principio, Axel, no sabes lo que te espera conmigo. Si no quieres andar conmigo por las buenas será por las malas".
En la agencia de publicidad, Axel platicaba con el dueño.
Lo siento, Axel, eres demasiado joven para hacerte cargo del trabajo, además, eres hijo de mi mejor amigo, no podrías trabajar aquí aunque quisiera.
¿Pero por qué no?
Tienes una posición muy distinguida, el trabajo que yo te ofrecería sería mínimo, no está de acuerdo a tu nivel de vida.
Pero eso a mí no me importa, yo solo lo que quiero es trabajar, por favor, ayúdeme.
Lo siento, de verdad no puedo hacer nada.
Axel salió con caja destempladas de ese lugar.
"No importa lo que tenga que hacer, pero voy a vivir mi vida al lado de Grettel, mi esposa", pensó.