Mi Dulce "Soledad" (+21)

Que aunque tengamos miles de diferencias, nos sabemos compenetrar, ya había entendido que ella era mi medio limón y eso me encanta, con cada dia una nueva expresión de su parte, eso me hacía querer continuar con todo, aunque si llegaban ciertos momentos en los que él miedo se apoderaba de mi, pues quería hacerlo público, fuera cuál fuera su respuesta, ya tenía claro algo que ella misma me dijo hace un tiempo, "si las cosas no salen como las esperabas, al menos lo intentaste y no te quedaste con el que fuera pasado" eso me motivaba a seguir con todo, el gran día estaba cerca, ella seguía impaciente, mis nervios crecían y justo por eso se nos armo otro inconveniente, pero era algo que ya me veia venir, soy del tipo de persona a la que todo o prácticamente todo le cambia el humor muy rápido, si lo se, debo controlar más eso y en cualquier momento me calmare mucho más, -pienso-, ¿Tú me quieres explicar por qué te siento como ausente?, -pregunta ella-, ¿A qué te refieres?, -respondi-, no me estás tratando como normalmente lo haces, no estoy diciendo que me trates igual todos los días, pero que al menos no sea tan notorio, yo te amo Gerald, pero creo que algo te pasa y no me estás haciendo participe de eso, -me dice-, yo creo que te estas armando una pelicula rara en la cabeza mi amor, -le dije-, quizas si, quizas no, es algo que aun no puntualizó, pero de que estas raro lo estás, -me dice-

Suspiro un poco y la abrazo, no tengo nada amor, es solo que esta muy cerca el día y la verdad me aterra lo que pueda pasar, -le dije-, pero dime qué es lo que está pasando por qué no entiendo nada, -me dice-, mami solo estoy un poco nervioso por que quiero que todo salga bien, pero prometo que no es nada malo, -le doy un beso y le susurro al ido-, te amo mi reina hermosa, aquí estoy para ti, de verdad no pasa nada, -le digo mientras acaricio su rostro-, ella me abraza muy fuerte pegando mi cuerpo más al de ella, enreda su lengua a la mía mientras mis manos se aventuran en su cuerpo y las suyas dentro de mi pantalón, se sienta en mis piernas y -susurra-, papi quiero que me hagas tuya, quiero sentirte, extraño a mi hombre~, sonrió mientras la besó con hambre y tocó su cuerpo con desespero, pronto la ropa de nos hizo un estorbo, mi lengua paseaba desde su cuello, el mismo donde mis dientes dejaban huella, hasta perderse en el vasto y delicioso camino que conduce a su pecho, mis manos despejaban la vía hacia los muslos que encierran su entrepierna, el solo describir el como ella lo disfrutaba, hace que una corriente eléctrica recorra mi cuerpo completo, despertando cualquier indicio de deseo, si mi cuerpo la extraño! Solo ella despierta en mi ese fuego que es capaz de abrazar con todo, mientras mis dedos jugaban en su húmeda entrada, la punta de mi lengua comenzaba a bajar, ella se arqueaba y gimiendo para pedir más.

Mis dedos abrieron más el paso, mientras sus piernas se colgaban en mi espalda, si mano se posaba en mi cabeza, enredando sus manos a mí cabello, mientras yo solo me dejaba llevar por el delicioso placer de saborear sus jugos, los cuales para el momento eran muchos, papi~, -dijo ella entre gemidos-, volteé la mirada hacia arriba, viendo lo deseosa que ella estaba, -le guiño un ojo y digo-, mande mi dueña... Ella suspira en medio de un gemido y dice, metelo papi, quiero sentirte dentro de mi, cogeme rico, como solo tú lo sabes hacer, sonrió de lado al escucharla, me levanto a su altura, llevo sus piernas a mis hombros y sin pensarlo mucho, solo entrego en ella sin mucha espera, ahh~ -se escuchó en la habitación luego de un grito placentero -, la tomé del cuello y me impulse mientras le daba bien duro como se que le gusta, ¿Así o más duro?, -le pregunté sin dejar de moverme mientras mis mientras dientes jugaban en su pecho, ella solo gritaba y gemía, más, yo quiero más, más duro papi~, -la escuche decir mientras sus uñas se clavaron en mi espalda-, el ardor que dejaban sus uñas en mi piel era algo mas afrodisíaco de lo que normalmente es, eso causaba en mi más éxtasis, y en ella muchos mas gritos de placer y dolor a la vez, le di mucho mas duro mientras mis dedos jugaban y frotaban su intimidad, que le s puedo decir, soy adicto a esa mujer, no se que me hizo, solo se que si le dio resultado, un rato despues me corri dentro de ella, pero ni piensen que la cosa quedo alli, yo quería más y ella también, así que solo se volteo, el misionero era mejor opción del momento, y no dudo en hacerlo, yo mordi mi labio inferior, ella dabe lo mucho que me gusta verla en esa posición, llename yoda papi~, -lo dijo mientras entre en ella de una sola embestida, no puedo explicar lo delicioso que es entrar en ella, me encanta lo duro que estás, -dijo ella-, jalar su pelo y dejar mis manos bien marcadas en sus nalgas, es algo que ambos disfrutamos, luego de un buen rato también me corrí allí, ella solo se alejo y se puso de rodillas, miro mis ojos y se lo llevo a la boca, hizo maravillas tras maravilla, hasta que ya no pude mas...