AMO A MI EX

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A lo lejos, Lucy estaba confundida sobre el motivo del repentino acercamiento de Daniel, ella acababa de ver el mensaje que le envió y encontró innecesarias esas palabras, pues estaba segura de que todo era falso.

—Nunca aceptó mi solicitud de amistad, pero ayer incluso le dieron me gusta a mis fotos y publicaciones y hasta me envió un mensaje, ¿será que después de la muerte de Izabel él también perdió la cabeza? Por propia situación, a Daniel nunca le importó nada.

Lucy tiró su celular lejos de ella, se sentó en la cama y comenzó a pensar en sus próximos pasos, necesita darle un rumbo a su vida, Lucy estudió medicina durante 8 largos años y luego de dejarla por su matrimonio, pensó de volver a trabajar en la zona, pero Leonardo insiste en que se haga cargo del negocio de la familia Navarro, sin embargo, la joven se encuentra muy indecisa, principalmente porque es algo tan nuevo, estaba completamente convencida de que tenían una buena situación económica, Simplemente no imaginé que sería tanto.

Con la mente dando vueltas, Lucy fue al baño, se deshizo de su ropa y se metió a la ducha, quedando sola, a merced de sus pensamientos, recordando todo lo que vivió con Daniel, Lucy lloró mucho, pasó dos años de prácticamente humillarse por un poco de cariño y atención solo le ha valido el desprecio, pero ahora Daniel está actuando diferente, por lo que solo le queda huir de ese tipo extraño.

Luego de terminar de ducharse, Lucy se puso unos pantalones rosa claro y una blusa negra y solo unas pantuflas casuales en sus pies, se puso un poco de perfume y luego planeó irse, pero en ese momento sonó su teléfono, Lucy miró distraídamente su indicador. de llamadas y sus ojos se abrieron al darse cuenta que era Daniel quien llamaba, aún sin saber cómo reaccionar, Lucy no tardó en contestar diciendo:

—Hola señor Daniel, ¿qué quiere?-dijo sin mucha amabilidad, poniendo aún más nervioso a Daniel.

Se aclaró la garganta un par de veces y luego dijo:

—Quiero saber si estás bien o si necesitas algo, no pediste nada en el acuerdo de divorcio, tal vez necesites ayuda para volver…

—No necesito nada-Lucy interrumpió sus palabras, porque pensó que él quería garantizar que ella realmente regresaría a casa y no lo molestaría más y así podría ser feliz con Juliana.

—¿En qué hotel estás? Si necesito quedarme en nuestra casa por un tiempo, me retiraré y...

—Perdón por ser honesto, pero no necesito tu ayuda, dijo, haciendo que Daniel se sintiera un poco avergonzado, pero una fuerza le impedía rendirse.

Sin saber qué decir, Daniel permaneció en silencio por unos segundos y luego algunas palabras involuntariamente salieron de su boca.

—Te extraño, ¿podemos vernos? Necesito devolverte el regalo que olvidaste en mi auto y también necesito saber si estás bien - dijo haciendo que el corazón de Lucy se acelerara, pero de repente recordó lo que pasó la última vez que hicieron el amor, ella se llamaba Juliana y eso No se borrará fácilmente de tu mente, duele, pero Lucy lo ocultó y dijo:

—Oh mi mente, se me olvida todo, pero no me vale la pena ir a buscarlo, así que te lo dejo a ti.

“Aunque sé que nunca la usarás”, completó mentalmente y antes de que Daniel respondiera algo, Lucy colgó la llamada y se deshizo de la tarjeta con chip, cortando el vínculo con Daniel.

—Solo extraña a la criada, ya que ni Nancy ni yo estamos cerca, sigue con tu vida y olvídate de ese hombre, él no merece tu amor – se consoló para luego salir de la habitación y dirigirse hacia el comedor, donde encontró a Leonardo.

—Buenos días, el abuelo-Lucy saludó al mayor y luego se sentó a su lado.

—Buenos días, querida, respondió sonriendo.

Pronto Lucy se sirvió un poco de leche tibia y también comió un poco de pan, un huevo cocido y también unas gachas. Leonardo se rió y dijo:

—Ahora que ya estás bien alimentada, cuéntame Lucy, ¿cuáles serán tus próximos pasos?

—Muy tranquila en este momento-dijo Lucy sonriendo y luego tomó una servilleta, se secó la boca, se atemperó la garganta y volvió a hablar:

—Es broma, creo que es momento de respirar aire nuevo, dejar pasar el pasado, conocer gente nueva y sobre todo ocupar la mente en algo productivo abuelo, comandaremos el Grupo Navarro con mano de hierro y nadie hará ahora lo que ellos hizo en el pasado "Tú eres mi comandante", dijo las últimas palabras y se llevó la mano a la frente, saludando.

Al ver a su nieta tan emocionada, Leonardo se puso sumamente feliz, pero no pudo evitar dar su opinión.

—Está bien, eso está muy bien, pero piénsalo un poco más, mientras tanto voy a resolver el tema de tu documentación y luego podrás tomar el lugar que te corresponde, sé que una vez más estoy actuando exactamente como un dictador, que me fui diciendo lo que los demás deben hacer, pero esta vez el foco está 100% en ti, quiero y necesito verte feliz, serás para siempre mi niña-dijo Leonardo y luego acarició el cabello de Lucy.

—Te quiero mucho abuelo, no hace falta que recuerdes el pasado, estaré bien y por supuesto necesitaré de tus cuidados, tú por mí, yo por ti y Dios por todos.

"Lo superaré, lo sé", pensó Lucy.