La Luna Del Rey Alfa

Tras la significativa ceremonia todos los lobos celebraron, a Julian y Valentina les vendaron sus manos, pero sus ropas y rostros continuaron con sangre del otro, esto pareció no importarles a ellos ni al resto de manada, tras una cena ligera, algunos lobos comenzaron a consumir bebidas alcohólicas y empezaron a quitar sus ropas y convertirse en lobo, estos comenzaron a luchar en juego o corretearse los unos a los otros.

Valentina que no solía beber, consumió un poco de alcohol, consumió un poco del incienso que la sacerdotisa estaba prendiendo y esto sumado a lo que la ceremonia la había hecho sentir relajo en su cuerpo y se sintió en las nubes, se sentía en un pequeño trance, al principio ver todos esos lobos gigantes la sorprendía, pero ahora se sentía extrañamente cómoda, comenzó a bailar al ritmo de una música folclórica, de repente sintió como la tomaban de la cintura, supo de inmediato que era su lobo, este se había quitado la camisa, la abrazo por detrás pasando un brazo por sus hombros y el otro por la cintura, apretándola fuertemente y dándole besos en cuello, comenzaron a bailar sensualmente al son de la música, en medio del trance Valentina penso que nunca había visto a su Mate transformado en lobo.

-Conviertete, quiero ver tu lobo -susurro la Luna con excitacion, mientras tocaba el rostro, pecho y brazos de su Alfa.

Julian se apartó lentamente de ella quitándose los pantalones mostrando todo su escultural cuerpo, muchas lobas sin Mate lo miraban con deseo, pero sabían que era prohibido, para Valentina esas miradas pasaron desapercibidas, estaba embelesada con el cuerpo de su Mate.

El Alfa se transformó rápidamente en un lobo gigante, negro azabache y de ojos rojos, empezó a rodear a su Luna mientras la olfateaba, ella sintió tanto amor en ese momento, paró el camino del Lobo y puso sus manos sobre la cabeza de él, acariciando su sedoso pelo negro.

-Eres tan hermoso -susurro ella, mientras lo abrazaba, la chica sintió que abrazaba uno de sus peluches de niña, de pronto sintió un deseo muy fuerte, así que le volvió a decir- transfórmate, tan pronto como lo dijo Julián ya estaba de nuevo en su atractiva forma humana, Valentina pasó sus manos por el pecho de él, lo tomó de la mano y lo guio hacia un parte más profunda y menos iluminada del bosque, los demás lobos y lobas continuaron con la celebración.

En medio del camino está nueva Valentina que se estaba volviendo más atrevida se quitó su vestido quedando en unas pequeñas bragas blancas, al llegar a un lugar lo suficientemente oscuro y aislado, la pequeña Luna se paró frente a su hombre, por lo que pudo ver él ya estaba muy emocionado, comenzó a tocar todo el cuerpo de su gran lobo, estaba mostrando que quería ser ella quien liderará el momento y para él no había ningún problema, Valentina lo beso apasionadamente, bajo sus besos al pecho de él y comenzó a lamer el cuerpo del hombre, desde la primera vez que lo había visto la chica siempre quiso lamer ese escultural cuerpo, esto le arrebataba pequeños gemidos al Lobo, la pelirroja fue bajando hasta que quedó arrodillada y empezó a jugar con su virilidad, hasta que la metió en su boca, ella nunca había hecho eso, aunque Philip le había insistido,, pero nunca se había sentido lista, temía hacerlo mal,, pero dejándose llevar por el alcohol en su sangre y las emociones anteriores, comenzó a hacerlo como ella creía, sentir los gemidos de su Mate la hizo querer continuar después de un rato sintió un líquido caliente en su boca que trago, cuando se paró y comenzó a limpiar su boca miró los ojos de Julian y este los tenía rojos como cuando se convirtió en lobo, Julian se lanzó sobre ella, cayendo sobre la hierba y ramas, Valentina estaba tan excitada que ni siquiera sintió el golpe, Julian sin juegos previos y comportándose como el animal que era entró en ella rápidamente, fue más brusco y posesivo que la primera vez, cuando terminaron les costó recobrar respiración.

Julian la miro con una sonrisa y le pregunto:

-¿Estás bien, nena?-

Valentina lo miro con ojos soñolientos y dijo:

-Muy bien, pero creo que es hora de ir a descansar a una cómoda cama, aunque no se si pueda pararme de aquí-exclamó ella, sentía sus extremidades como gelatina.

-Vamos amor yo te llevo -dijo el Alfa mientras se ponía de pie y la cargaba.

-Espera, estamos desnudos, sé que es normal para ustedes, pero no quiero que todos me vean así -exclamó ella

-Tranquila, conozco por donde podemos ir sin que nos vean y por lo que escucho aún están muy entretenidos con la celebración -comento él, se metieron por detrás de los establos, llegaron a la puerta de atrás del castillo y para suerte de la pelirroja no había nadie en el castillo, Julian la llevó a su habitación y la acostó en la cama.

-Espera Julian debo ir a mi habitación a tomar una ducha, estoy llena de sangre, tierra, hojas y quien sabe de qué más -dijo ella.

-Esta es tu habitación nena, si abres el armario encontrarás tu ropa y más de la que te compre, tus objetos de aseo personal están en este baño, mientras estábamos en la ceremonia pasaron todo -le contó el Rey.

Val se asustó pero se emociono, ahora vivirían como una verdadera pareja, se ducharnos juntos y luego cayeron casi desmayados en la cama después del ocupado día.