Mía Santorini es una chica de 19 años que desde muy niña se enamora del hijo reconocido más no de sangre de su padre Alessio Santorini de 24 años.
Ella desde niña sintió cosas por él, pero no fue hasta sus catorce años que se atrevió a besarlo y confesarle sus sentimientos, Alessio también sentía lo mismo, pero sabía que era un error, por eso decidió irse a otro país y estudiar en ese tiempo ignoro por completo a mía haciendo que está pasará de ser una niña dulce a una completa rebelde.
Cinco años después él se da cuenta de que nunca dejará de amarla y regresa hecho todo un CEO y decidido a recuperarla y enfrentarse a todos.
Pero Mía está muy dolida y no le perdona su abandono, Alessio no solo deberá luchar por el perdón de Mía, sino que también deberá enfrentar a personas del pasado que traen consigo ese mundo de mafia que fue dejado atrás por sus padres y también deberá enfrentar a sus propios padres que harán lo que sea por impedir ese amor PROHIBIDO.
Podrán ellos salvar su Amor
NovelToon tiene autorización de Marines bacadare para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Eres tú.
He estado estudiando el terreno de mi enemigo, no solo me he hecho pasar por una mujer enamorada y resignada, sino también sumisa, así me he ganado la confianza de Erick, él prometió no dañarlo y por eso lo hago lo que él no sabe es que siempre voy un paso adelante de él, lo escuché hablando por teléfono y planea acaba con mi familia con toda y no hablo de destruir sus imperios no, él los quiere muertos y hará su próximo movimiento cosa que no puedo permitir todo este tiempo he fingido muy bien, no hemos llegado al sexo todavía, pero él cree que se ganó mi corazón bastardo infeliz.
Llega Erick malherido con un disparo en el hombro actuación en tres, dos, uno.
—Mi amor. Que te sucedió, partida de imbéciles cuiden a su jefe.— Grito como cualquier mujer preocupada.
— Tranquila mi amor estoy bien ven besame y se me pasa.— Dice el bastardo infeliz.
Me acerco a Erick y lo beso mi amor que no te pase nada si mi vida, lo empiezo a curar y luego lo hago llegar a la habitación donde lo comienzo a convenir tratandolo como a un niño.
— Cariño estás bien en serio.— pregunto mientras dejo un beso en su mejilla.
— Si mi niña, claro que sí acuéstate y abrázame, eso me curará.— dice y le hago caso.
— Estabien mi amor.—
En la pierna tiene una herida también es algo reciente, más la del brazo está adolorido es mi oportunidad de ganarme más su confianza y dañarlo a la vez, lo beso con desesperación mientras me subo a horcajadas de el presionando sus heridas el se queja y me hago la apenada.
— Lo siento mi amor no lo resistí.— Digo en mi papel bien actuado.
— Tranquila princesa, ya verás que cuando me recupere bien seremos una feliz pareja, te amo mi niña.— lo escucho decir y solo sonrió odio que me diga de esa manera, así solo lo puede hacer mi amor, mi gran amor.
Ha pasado un mes y hoy el bastardo de Erick piensa matar a mi familia y culpar a sus enemigos, entonces me podrá tendrá a su Merced como la única persona que me quede en el mundo, me preparo y lo sigo el desgraciado va directo a la mansión Santorini y allá se encuentran todos, llamo a mí mello y le digo que no se le ocurra decir que soy yo.
— Actúa normal Massi soy Mía necesito tu ayuda.— Digo y siento la emoción en su voz.
— Lo que quieras como te ayudo— Pregunta.
— Necesito que lleves a todos al escondite detrás de la biblioteca y diles que no salgan bajo ningún motivo.— Le digo a Massimo.
— Pero por qué que sucede.— pregunta preocupado
— Si me quieres volver a tener cerca pues no preguntes.— Le respondo tajante.
— Perfecto.— Dice y corto la llamada.
Al cabo de veinte minutos entran muchos hombres a la mansión y detrás el bastardo de Erick, veo como matan a los guardias y buscan por doquier son muchos, entonces es allí cuando entro vestida como la diosa, toda de negro con mi peluca roja y el antifaz, y empiezo a disparar acabando con todos a mi paso en este momento agradezco mucho a mi príncipe Alejandro, por haberme enseñado todo lo que hoy sé.
Desde las sombras acabo uno por uno, logran dispararme en el brazo, pero sigo con mi masacre hasta que solo queda un desgraciado Erick en ese momento le apunto en la cabeza y lo pongo de rodillas.
— Quién eres zorra— Pregunta con rabia y le propinó un golpe en la cara.
— Soy la mujer a la que jodiste por mucho tiempo, bastardo, infeliz, pero hasta hoy, soy la viuda negra, es un placer.— Le digo con prepotencia.
Todos salen de su escondite y me rodean con preguntas de quién soy.
— Soy la Viuda negra.—
— Diosa que haces aquí, tú eres la viuda negra— Pregunta Alessio confundido.
— Quítate el antifaz infeliz quiero verle la cara a mi asesino.— Grita Erick.
Asiento y poco a poco quito mi antifaz y luego mi peluca dejando sonidos de asombro en la sala.
— tú, pero como me haces esto si yo te amo.— Dice Erick dolido.
— Como me puedes decir eso después de todo lo que me has hecho.— Digo con los dientes apretados.
— Lo hice por tu bien amor, tú me amas, mi niña me lo demostraste.— Dice Erick nuevamente.
— Y no sabes el asco que me daba besarte, nunca amaría a quien tanto daño me hizo.— Contesto.
Me acerco y entierro una navaja en su dos piernas y cuando le voy a cortar la cara mi padre interviene diciendo.
— Princesa, no te pierdas este mundo de mafia y maldad, tu madre y yo evitamos que ustedes pasaran por eso.—
— Aunque ya los perdoné ustedes son los únicos responsables de que yo haya pasado por todo esto, igual este infeliz tiene que pagar.—