¿Quién podría enamorarse de un misterioso hombre que solamente lo ve por las noches?
Rocío Martínez, una joven que se sacrifica día a día por su humilde familia. Con un primer amor que solamente le dejó inseguridades.
Sam Warren, un hombre que creció con todo el dinero del mundo, mujeriego y solitario. Que jamás a recibido afecto y amor de su familia.
Cómo estas dos personas tan diferentes pueden llegar a amarse incondicionalmente y enfrentarse a todos con tal de proteger su amor y a su familia.
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Un beso diferente.
Yo no puede evitar mirar esa forma tan varonil que tiene el señor Warren cuando camina, quedando congelada cuando nuestros ojos se encuentran mientras pasa por mi lado. Para luego bajar mi cabeza sintiéndome muy avergonzada, percibiendo que sus ojos no me quitan la vista de encima mientras camina al ascensor.
Tomo la carpeta y vuelvo a repasar todo, para no olvidar nada tratando de no pensar en ese incómodo momento y comienzo a memorizar lo más importante y primordial que hay en la carpeta para así poder hacer bien mi trabajo.
Tres horas después termino con mi jornada laboral, tomo mis cosas, camino unas cuadras a tomar el autobús que demora más de lo habitual, el cual me deja esperando por más de una hora sola en esa oscura parada de autobús, ya haciéndose de noche.
En eso, noto la presencia de una persona a mi espalda, me doy vuelta de inmediato y veo a solo unos centímetros frente de mi rostro, a mi jefe, el señor Warren, quien me mira fijamente mientras cruza sus brazos para mantener la distancia entre los dos.
_ ¿Qué haces a esta hora sola en la parada de autobús?
Su voz me hace quedar en shock, mi piel se erizó de inmediato al oír su voz y por primera vez en mi vida no supe que responder, mientras que sin disimulo detallaba por primera vez su rostro en absoluto silencio.
_¡Rocío! ¿Qué estás haciendo aquí sola? _ me dice mi jefe, sacándome de mi trance anormal que acabo de experimentar.
_ Lo siento, señor, estoy esperando el autobús _ le respondo con mis mejillas ruborizadas al máximo.
_ Rocío, ya no pasarán más autobuses hasta el día de mañana, debido a un gran accidente que hubo en la autopista central que conecta la ciudad.
_No puede ser.... ¿Qué haré?_ digo en voz alta.
_ Ven, yo te llevaré a tu casa _ señalando su carro que se encuentra a unos metros de la parada del autobús.
_ No se preocupe por mi señor Warren, ya veré como lo hago para volver a mi casa.
_ No te estoy preguntando Rocío, así que sube al carro, ahora.
No, pude seguir negándome. Y caminé tras de él para subirme a su lujoso carro, tomando asiento mirando solo al frente, ya que no soy capaz de mirarle nuevamente a los ojos.
Durante el camino, el ambiente se puso tenso, puesto que nadie era capaz de cortar el silencio ensordecedor que había entre los dos. Hasta qué de mi boca sale por sí sola la palabra "Muchas gracias".
_ De nada _ me dice el señor Warren disimulando una pequeña sonrisa que jamás había visto en su rostro.
_ De verdad muchas gracias señor Warren, gracias por traerme junto a mi madre el día que me dieron el alta médica, gracias por ascenderme como recepcionista en su empresa y muchas gracias por llevarme a mi casa ahora...
No escucho respuesta por parte de él, no lo miro y no vuelvo a decir nada durante todo el camino. Hasta que llegamos a mi casa. Detiene el carro, se baja camina hasta mi puerta para abrirla, estira su mano para luego yo, salir de su carro levantando mi rostro para mirarlo a la cara, quizás esperando una respuesta o alguna palabra de él.
Pero no, el mantuvo la mirada al piso, dando la media vuelta para subirse a su carro y marcharse muy rápido de ahí.
Camino hasta la puerta de mi casa un poco confundida y molesta, porque no entiendo ni comprendo a los hombres, puesto que cuando conocí a Net, él también se largó sin decir nada y ahora mi jefe qué no dice nada cuando le doy las gracias. En vez de decir un simple adiós, de nada o buenas noches. Pero no, ellos se van dejándome sola en la calle.
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Pasaron como veinte minutos después de haber llegado a mi casa y escucho tocar la puerta qué por la forma peculiar de tocar sé que es Net quien me viene a visitar como de costumbre cada noche.
_ Hola cariño _ me dice cuando le abro la puerta, mientras que yo lo abrazo para saludarlo, ya que lleva su máscara y no puedo besarlo.
_ ¿Cómo estás? _ pregunto para saber cómo estuvo su día.
_ Igual que siempre, todo sigue igual, pero no me gusta hablar de mi vida, prefiero oír cómo estuvo tu día, así que cuéntame cómo estuvo tu primer día de trabajo tras haberte ausentado por tantos días.
_Muy bien, ni te imaginas todo lo que me sucedió durante el día ¿Quieres un té, mientras te cuento?_ Net asiente con la cabeza mientras toma asiento en una silla del comedor.
Le conté lo de mi ascenso, de mi nuevo salario que aún no me lo creo, puesto que es una suma de dinero extremadamente alta para una simple recepcionista como yo.También le conté que mi jefe me trajo a casa en su carro, ya que no había autobuses.
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Después de pasar casi una hora juntos, salimos a despedirnos. Viendo como Net saca de su bolsillo derecho del pantalón el pañuelo que siempre suele llevar con él, Y yo al verlo dejo que lo coloqué sobre mis ojos de inmediato.
Para luego darme un beso, pero esta vez no me besó de inmediato, sentí como me observaba mientras que yo olía su respiración y su aroma cerca de mi rostro. Su boca comenzó de a poco a rozar mis labios, mientras que su lengua saboreaba cada espacio de mi boca. ¡Pero esta vez lo sentí diferente a su forma habitual de besar!
( No digo que no me gustó, de hecho es todo lo contrario )
Porque este beso me hizo sentir miles de mariposas revoloteando en mi estómago cuando su lengua rozaba y juega con la mía.
Fue un beso largo e intenso que me hizo temblar las piernas, sintiendo que en cualquier momento caería al suelo, si no fuera porque Net me toma muy fuerte de la cintura haciendo que mi cuerpo arda al sentir una dureza en su entrepierna al estar tan cerca de mí.
será que no es hijo de alguno de los dos?
o será adoptado?
de pana porq las madres tampoco tanto, debería estar en un psiquiátrico.