28 Días Para Creer En El Amor

Camila fue a recibir a su amiga al aeropuerto cuando llegaron al pent-house Roberto estaba en el recibidor, Alicia se quedó impactada al verlo el era todo un sueño lo que cualquier mujer pudiera desear, Alicia siempre se había mostrado como la mejor amiga de Camila pero no era así lo cierto era que ella siempre le había tenido cierta envidia su que estaban en la misma situación económica los padres de Alicia eran muy lejanos a ella incluso en vacaciones se la pasaba recluida en aquel internado, así que la familia de Camila era como su refugió y comenzó a envidiar todo lo que ella tenía era por eso era que siempre quería quedar bien con la familia de Camila contando todo lo que ella hacía sin importarle quedar como una chismosa aunque siempre se hacia la inocente, así que no la culpaban pensaba que era un acto de buena fe.

Alicia quedó fascinada con Roberto tanto que deseaba que el fuera suyo, aunque ella ya lo había visto en las revistas le pareció mucho mejor en persona, Roberto la saludó para después abrazar a Camila y tomar de la cintura al parecer no iba a desaprovechar esta oportunidad incluso fue capaz de robarle en beso al cual Camila respondió, Alicia sabía que Camila le estaba ocultando algo e iba llegar al fondo y que mejor si el premio era Roberto. Llegó la noche Camila llevo Alicia hasta la habitación, Roberto estaba esperando a Camila en la suya, cuando entro Camila vio a Roberto que acaba de salir de la ducha solo llevaba puesto los boxer y se aba su cabello con la toalla.

—Podrías ponerte algo de ropa, ¿Cómo puedes ser tan si vergüenza?—

—Te recuerdo que hace algunas noches me dijiste que no te molestaba en lo absoluto —.

Era cierto Camila había dicho todo eso , así que se metió a la ducha pero está vez al salir lleva a u a pijama de satín que dejaba ver sus largas piernas y que decir del escote que resaltaban sus senos, Roberto al verla entro en una gran excitación tanto que tuvo que cubrir sus partes masculinas con una almohadilla, Camila vio con gran satisfacción que sintiera deseo por ella.

Los dos se acostaron para dormir cada uno de extremo a extremo, sin embargo al amanecer el calor hizo despertar a Camila y es que ella tenía abrazado a Roberto era como si su cuerpo no tuviera voluntad y buscará los brazos de aquel hombre que comenzaba atormentarla, no sé si fue la conciencia que la hizo reaccionar de esa manera pero terminó aventando de la cama a Roberto el cual cayó al piso haciendo que este despertara.

—Creo que se te está haciendo costumbre tirarme de la cama —

—Lo siento pero tú tienes la culpa, me estabas manoseando —

—No lo creo, por que yo estaba en mi lugar y al parecer no te has visto a ti, tu eres la que me has manoseado a mi— Camila al fin pudo comprender lo que muchas veces no había visto por más que quería alejarse de el sería imposible.

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