Por Amar A Ciegas

...LÍA BLOSSOM...

Tuve una crisis nerviosa, no podía comprender como todo esto había sucedido. Tantos recuerdos pasaban por mi mente como ráfagas que no causaban más que un profundo y desgarrador dolor. ¿Por qué tenía que pasar todo esto?

Me dolía el corazón de solo pensar en como darle a mamá terrible noticia. Era el amor de toda su vida, de su juventud, con quién vivió tantas cosas y más en su condición. Me aterraba saber cómo esto podía afectar su frágil mente y condición.

Dios nos librara de tal tragedia.

Mis suegros estuvieron a mi lado en todo momento y cuando volví a despertar no ví a Edward por ningún lado, a lo que me dijeron que él prepararía el funeral, algo que yo no podría y mamá mucho menos.

Agradecí al menos tener a mi esposo en éste momento y a mis suegros, sin ellos no se que sería de mi ahora que más sola me siento.

Mis suegros me llevaron al lugar del accidente porque sino iría sola a como diera lugar, yo no sabía que había ocurrido pero por alguna razón deseaba estar allí. Necesitaba saber contra quién habían impactado porque para morir así y que nadie pudiera verlos tenían que haber sufrido severos daños que no podía imaginar.

Nuestro médico familiar fue quien reconoció los cuerpos y debí aceptar que no había errores. Joseph jamás bromearia con algo tan delicado y menos si de nosotros trataba. Debía resignarme a perder a alguien más en mi vida, todo en poco tiempo.

Pensaba en la familia de mi querido guardaespaldas y todo lo que había vivido con él. Cuántas veces me había llevado y traído, cuántas veces me invitó un helado para calmarme, ahora no había nadie que me diera la bendición. Ahora hasta el se había ido para siempre. No entendía por qué Dios me estaba haciendo tales cosas, por qué ensañarse así con nuestra familia que no fue más que buena con los demás.

En el lugar del accidente aún la policía estaba trabajando. Pude ver el vehículo destrozado y gran cantidad de sangre, quise correr y acercarme, no se que esperaba encontrar allí pero me detuvieron los oficiales.

Debí decir quién era yo y solo me dieron sus condolencias. Me explicaron que simplemente perdieron el control del vehículo y acabaron impactando contra un camión. No hubo más heridos ni tampoco víctimas de milagro.

Nunca rebasaron los límites de velocidad, mucho menos podrían haber perdido el control del vehículo, ¿Que había pasado? Tenía tantas dudas que mi cabeza palpitaba amenazando con estallar.

Debí volver a casa, nuestro médico, un psicólogo, mis suegros y Edward fueron conmigo. Tenía que explicarle a mamá que papá no volvería aunque no sabía si me entendería.

Al llegar con mis ojos rojos e hinchados secando mis lágrimas que no dejaban de salir mamá me miró y cuando me acerqué a ella me abrazó haciendo que vuelva a llorar con todo mi dolor. Ahora no podía ser fuerte, ya había perdido demasiado en la vida y en poco tiempo. ¿Como hacía para vivir tranquila y ser fuerte después de perder tres personas importantes en poco tiempo? Solo una perdida a algunas personas les toma años de superar pero yo ya había perdido tres personas.

Darle la noticia me tomó todo el valor que pude reunir, que situación tan difícil. Ella se desmoronó y entró en shock, ni el psicólogo fue capaz de calmar a mi madre y yo de verla así me rompía aún más.

Tenía que ser fuerte por ella pero no podía, ni siquiera por mi. ¿De que servía tener tanto dinero si no podía hacer nada por quienes tanto amaba? Solo los veía partir y debía vivir sin ellos de ahora en más.

(...)

Él funeral de dos personas tan importantes y queridas fue multitudinario. Edward se había encargado de todo y no podía encontrar algo que no fuera digno de ellos. Me dolía no poder darles ni un último beso pero los cuerpos estaban desfigurados a causa de las lesiones así que debí recordarlos solamente.

De nuevo el señor Buenaventura me dió sus condolencias con un abrazo, había recibido tantas palabras, abrazos, apretones de manos que ya era incapaz de sentir nada. Estaba allí pero a la vez no, era difícil de describir como me sentía.

-Si necesita algo no dude en hacérmelo saber- me dijo con su voz profunda, solo asentí

Lo que más necesitaba era a quienes estaban allí sin vida y nadie podía darme eso.

Note que la novia de quién acababa de darme sus condolencias estaba allí, no tenía una muestra de pesar en el rostro, sentí la furia corriendo por mis venas cuando la ví mirar sus uñas con indiferencia. Después se acercó a Edward para darle su más sentido pésame. No parecía más que teatro y muy barato, descarada.

El señor Buenaventura también vio esa acción y lanzó una mirada asesina en su dirección. Él era un hombre que parecía peligroso pero a ella poco le intimidaba al parecer. Si no sentía pesar por ver a la hija de alguien que acababa de morir dudaba que tuviera algún sentimiento por quien no fuera ella misma.

(.....)

La empresa estuvo de duelo pero tenía que seguir funcionando. Con mi madre inestable y con signos de depresión, y yo sin saber nada del manejo de una compañía era más que obvio que los accionistas estarían preocupados y pidiendo una reunión urgente.

Lo único que pude hacer fue ir a la empresa y nombrar presidente temporal a Edward hasta que decidiera que hacer. La mayoría estuvo de acuerdo, yo no tenía cabeza para encargarme y seguro llevaba al fracaso la exitosa compañía.

La policía me dió su reporte sobre lo ocurrido al llegar a la casa de mis padres, un desperfecto mecánico fue el causante de todo, ¿Cómo podía ser posible eso? No tenía lógica para mí.