La Bailarina Y El Mafioso

Mientras tanto con Valeria y Ricky...

---Me debes quinientos dólares paga --- dice ella tendiéndole la mano para que se los diera

Él podía dárselos sin chistar, puesto que ganaba mucho más de lo que ella pedía, pero quería jugar --- No creo que hayas ganado, más, sin embargo, los dos tuvimos razón en algo. Así que estamos empatados --- dice Ricky queriendo negociar y sabía la forma perfecta de hacerlo

--- mmm --- sonríe Valeria traviesa --- hay que pensar en un desempate --- dice ella empezando a acercarse

--- Bueno que tal sí hacemos lo que dije antes y entramos a la acción --- dice y así Ricky jala a Valeria para llevarla a su escondite preferido para seguir con su "entrenamiento"

Cora:

Unos quince minutos después, salí de la ducha tuve que asearme y también Alejandro lo que hicimos allí abajo en la cocina aunque vergonzoso fue muy excitante y placentero.

Sonreí, no pensé que se sintiera así, y no creía que pudieras hacer eso aún con ropa puesta, eso solo me decía lo inocente que era. A pesar de bailar todos estos años en una tarima con lencería, eso no me hacía experta en muchas cosas y era algo que tendría que arreglar.

Una vez abajo, vimos qué la mesa ya estaba puesta, el personal de servicio lo había organizado todo y también habían servido lo que preparé

Nos acercamos y Alejandro como todo un caballero me acercó una silla y luego se sentó a mi lado.

Seguidamente, llegaron Valeria con un gorro puesto, el cual cubría su cabello y Ricky estaba recién duchado.

--- ¿Por qué usas gorro?, te ves ridícula --- dice Alejandro con burla

--- Y por qué ustedes tienen el cabello húmedo --- pregunta ella, en cambio, para molestar a su hermano

Me sonrojé --- no es tu asunto--- dice Alejandro con fastidio

De Valeria salió una pequeña risa, pero solo eso no quiso decir más. Negué sonriéndole y no mencioné el hecho de que Ricky también tenía el cabello mojado y Valeria lo cubría con ese gorro. Apostaba que también su cabello estaba húmedo

Para cambiar el tema, por qué no quería incomodar a nadie dije --- por qué no prueban y me dan sus opiniones ---

Alejandro toma mi mano y la besa --- estoy seguro que está delicioso --- dice de forma seductora

Aparte la mirada, yo queriendo cambiar de tema y él volviendo a lo mismo.

Todos comenzaron a comer y esperé sus reacciones. Valeria levantó sus cejas --- Cora está delicioso --- dice degustado más de la preparación

---¿En verdad? --- dije probando y me sorprendí de mi sazón, jamás había cocinado en mi vida y parecía que lo hacía bien.

--- Es lo mejor que he probado --- dice Ricky --- más rico que las galletas de ajonjolí que prepara Valeria ---

Ella lo golpea --- cállate son deliciosas, además de que son saludables, pero un bruto como tú no lo entendería. Tú comes cualquier porquería que se te cruza--- ella me miro con una sonrisa --- a excepción de esta comida por supuesto, cuñada está delicioso ---

Asentí agradecida, pero no me paso desapercibido el comentario de Valeria hacía Ricky --- Ignóralos, siempre son así --- dice Alejandro --- y está delicioso --- me dice él también ignorando a los otros dos

Asentí nuevamente, pero me quedé en lo anterior. No podía creer que ni el mismo Alejandro siendo su hermano, no se diera cuenta de lo que pasaba entre Valeria y Ricky, bueno al menos eso creía.

--- Yo como solo de lo mejor--- dice Ricky mirando brevemente su cuerpo --- es mi comida favorita, lo demás solo es por necesidad --- dice y así siguieron lanzándose indirectas el uno al otro.

Mientras que Alejandro y yo aprovechamos el momento para acercarnos más como pareja y conversar sobre cosas que nos gustaban.

En esto supe que Alejandro tiene una afición por las motos, incluso hacía carreras clandestinas, prometió llevarme y disfrutar de esa adrenalina juntos y tal vez tener nuestra primera cita.

Yo, por el contrario, aunque no había sido de mi agrado bailar en Babel, eso no cambiaba que tenía talento y qué, cómo disparar o lanzar dagas, me permitía expresarme y desahogarme y me gustaba. Alejandro prometió que me ayudaría a direccionar mi carrera como bailarina y eso me gusto mucho

Martina:

Una semana después...

Me encontraba paseando de un lado a otro en mi oficina viéndome demasiado nerviosa, ya había pasado una semana y no sabía que le diría a George Orlok.

Y para colmo, no había encontrado la manera de lograr interceptar a Cora, siempre estaba en esa mansión, según mis fuentes.

Solamente me quedaba una cosa, tendría que enfrentarme a la ira del Señor Balem, el cual no me había contactado durante este tiempo, así que tenía que arriesgarme y preguntar.

Me encaminé a su oficina en la cual también funcionaba un bar privado. Acomode mi vestido y entré con unos de mis hombres.

Observé el lugar y estaba repleto para ser un horario poco común para que la gente lo frecuentara. Era las once de mañana, pero una vez más, estás no era personas ordinarias, eran mafiosos y personas que hacían negocios torcidos con Miguel Balem. Así que este lugar siempre estaba lleno.

Me acerqué a la barra y allí estaba el cantinero del lugar, un hombre de cabello rojizo y barba del mismo color --- en que puedo servirle --- dice este limpiando un vaso de cerveza

--- Necesito ver a Miguel Balem --- dije apurada

--- Es una mañana un poco ajetreada para el señor, así que no podrá verla hoy, pero puedo hacerle una cita para mañana --- dice con una sonrisa prestándole especial interés a mí escoté

Le sonreí igual --- Para mañana será tardado, porque no me hace un favor y le da este recado. Necesitó saber sí el asunto con mi bailarina está resuelto, dígale que soy Martina huertas --- el hombre anotó el pedido

--- Lo enviaré en cuanto pueda --- dice lanzando el cuaderno al lado de su caja registradora y siguió coqueteándome, pero ya que había cumplido mi propósito aquí, así que nada me retenía de irme

En la noche.....

El bar no estaba a su plenitud y esperaba que ese hombre le hubiera dado mi recado al señor Balem, porque sí Cora no regresaba, Babel caería en banca rota.

No tuve que esperar demasiado Miguel Balem hizo presencia con dos de sus hombres. Como todos los mafiosos vestía de traje negro a rayas y un sombrero que cubría un poco su rostro y por supuesto su mujer iba a su lado.

Me acerqué a recibirlos --- Señor, Balem, smSeñora Balem, agradezco su visita, quieren un trago o quizás...--- dije, pero él me interrumpe.

--- No será necesario no nos quedaremos mucho tiempo, más sin embargo, queremos hablarle en privado --- dice este y asiento y los dirigió a mi oficina

Una vez solos, el Señor Balem comienza diciendo --- Vino a la mansión de mi hijo a preguntar sobre Cora Smith ---

--- Sí señor--- dije animada, sí él sabía su nombre también sabría que su hijo la había tomado sin permiso y me la devolvería --- ¿La han encontrado, puedo tenerla pronto? --- pregunté.