Desde Que Te Vi (Saga 1)

Santiago Vólkov

Si les soy sincero, esta no era la reacción que yo me esperaba. Había contado todo lo que había pasado entre Laurent y yo, pero aun así, en la sala de mi casa reinaba el silencio. Están todos sentados con la mirada perdida en algún punto del suelo o la pared y eso me estaba desesperando.

De repente, vi que mi madre se levantó del asiento en el que había permanecido inmóvil durante un buen rato y caminó hacia mí. Lo único que sentí en ese momento, fue un ardor en mi mejilla, su mano se había estampado contra mi cara. Un gemido de asombro se escuchó de alguno de los presentes. Bruno se encaminó en un abrir y cerrar de ojos para tratar de sujetar a la fiera en la que se había convertido nuestra madre, pero fue inútil.

_¿Cómo pudiste hacer una cosa de esas?_ Decía mi madre con el corazón roto _Yo no te críe para que te comportaras como un poco hombre. Y todo por andar detrás de una zorra que lo único que hizo fue burlarse de ti.

Ella escupía todo su dolor y enojo contra mí, recordándome una vez más lo cabrón y estúpido que fui.

_Mírame a los ojos cuando te hablo_ Gritó furiosa y no me quedó más que hacerlo _ No sabes lo decepcionada que estoy de ti ¿Dime que hice mal en esta vida? ¿En qué me equivoqué como madre? ¿Cómo pudiste dejar a Laurent sola estos cuatro años criando a tu hijo?

Ambas manos de mi madre, golpean mi pecho con fuerza. Intenté tomar sus manos para tranquilizarla, pero me fue imposible porque logró zafarse de mi agarre y continúa pegándome.

_¡He fallado como madre! _Exclama entre lágrimas _ Dios no puedo imaginar todo el dolor y el sufrimiento de ella todo este tiempo.

Pasa las manos por su rostro para secar sus lágrimas y volver a mirarme con el dolor reflejado en su mirada. Vuelve a golpearme en el rostro, pero esta vez con más fuerza. Mi padre se encaminó rápidamente para sujetar a mi madre. Yo estaba parado en medio de la sala sin pronunciar ni una palabra porque sé que me merezco esto y más.

_Ya cálmate mi amor, por favor _Le dijo mi padre.

_¿Cómo me pides que me calme Vladimir? Un hijo no se abandona por ningún motivo de este mundo. No se abandona a una criatura inocente _Intentó salir del agarre de mi papá para volver a pegarme, pero esta vez fue Darío el que la sujetó.

_Mamá tranquila, de este modo no resolverás nada.

Mi madre se hechó a llorar desconsoladamente en sus brazos y él la abrazó. El que haya sucedido todo esto, no volverá el tiempo atrás al contrario. Ahora soy más consciente de todo el daño que he causado, no solo ese pequeño hermoso y su madre se llevan la peor parte. Si no también mi familia, quien ahora solo siente decepción por mí.

Después de lo que pasó, volvió a reinar el silencio entre los presentes. Mi madre se había calmado un poco, pero mi padre seguía mudo. Así que si esto era todo, ahora el que debería hablar era yo.

_Sé que no soy el hijo perfecto, tampoco el hermano ejemplar. Y aunque cometí un error, sé que jamás me van a poder perdonar.

Doy un suspiro y busco en el interior de mi billetera la foto que siempre llevo conmigo. Es una foto de Laurent y Ángel cuando él cumplió su primer año, ambos sonreían y se veían felices. Dejando escapar una sonrisa, les entrego la foto a ellos.

_Sé que no los merezco y no hay un solo día que no me arrepienta de lo que hice _Mi madre le muestra la foto a mi padre y este me mira con asombro _No hay un solo día en que no me haya arrepentido de haberlos abandonado por alguien que simplemente no era lo que yo pensaba. Ustedes se cansaron de decirme que Aurora no valía la pena y no les creí, me encapriché en hacer mi voluntad y ahora estoy pagando las consecuencias _Y aunque soy una persona con defectos y que comete errores, también soy una persona que está arrepentida. Quiero recuperar lo que perdípor idiota, pero para eso necesito de ustedes y que no me dejen solo.

Las últimas palabras que dije, vinieron acompañadas de lágrimas que tenía retenidas desde hace mucho tiempo.

Veo a Michele acercarse a mí a paso seguro y luego me rodea con sus brazos. Automáticamente hago lo mismo y empiezo a llorar en su hombro. Luego de eso Darío, Bruño e Inca también me dejan sentir un abrazo el cual agradezco.

Después de unos minutos, nos separamos y vi a mi madre lanzarse a mis brazos seguidos de mi papá, eso era lo que necesitaba. Sentirme seguro en sus brazos como cuando era pequeño.

_Perdón _Les digo en el oído y ellos asienten con la cabeza.

_Debes arreglar tu error Santiago. No puedes dejar pasar más tiempo y perder la oportunidad de ver crecer a Ángel. Él es un niño maravilloso y merece todo el amor del mundo _Dijo mi padre y se apartó de mí para poner su mano en mi hombro _ Arregla todo esto.