Eloíse, una mujer hermosa de cabello negro, ojos profundos, grises como un día nuboso, corazón noble, pero con una vida miserable, al morir su madre, Eloíse es obligada a casarse a la mayoría de edad por su madrastra Karelin, la cual no soporta tenerla bajo su mismo techo, sus dos hermanastras se casan con el hombre de sus sueños, pero Eloíse debe casarse sin amor y sin recibir un cortejo como toda dama de la alta sociedad debería de recibirlo. Karelin se dedicó a buscar por todos lados al hombre con menos prestigio y malo del reino, sus amistades le aconsejaron cual sería el indicado, el duque Ciro, un hombre descrito como salvaje, malo y de poco prestigio por ser un heredero bastardo, el cual es buena opción para Eloíse, según karelin.
NovelToon tiene autorización de Sharon Güillen para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 08 Esto me costará mucho
Eliza.
Cuando la emperatriz vino a buscar un esposo no lo dudé ni un segundo.
Mi hijo es un hombre inteligente, guapo y un poco enojado, cuando resulte embarazada de Ciro fue fuera del matrimonio, lo cual no se vio bien delante de la alta sociedad, nos casamos al tener a Ciro de un año, pero lamentablemente sufrió de burlas y malos comentarios.
Su carácter se fue formando por su padre, el padre de Ciro era muy grosero y de carácter fuerte, ha estado en muchas guerras, ha ganado batallas, pero al ser presentado en la sociedad hubo alguien que contó el secreto, al saber muchos que Ciro era un bastardo fue visto de menos, pero para que eso cambiara debería de tener una esposa, una esposa con un título, dejando saber que no te cambia como viniste al mundo, sino lo que eres en el.
Al pasar la mayoría de edad para casarse Ciro se volvió más frío y no iba a ningún baile Real, aunque alguna se enamorara de él, los padres no aceptaban un compromiso con él.
Así que Ciro decidió quedarse soltero, pero yo deseo que eso se termine, yo quiero nietos, yo quiero que mi hijo sea reconocido en la sociedad, sé que la joven Eloíse logrará que él sea más interesante y que olviden de como vino al mundo.
Así que cuando se presentó Karelin acepté el matrimonio, Aunque vi algo extraño en ella, parecía querer más deshacerse de su hijastra que comprometerla como toda Dama de alta sociedad debería hacerlo.
Pero eso no me importó, yo deseaba casar a mi hijo, aunque eso me costara un reproche.
Así que... Yo firmé los papeles del matrimonio, sé cómo falsificar la firma de mi hijo, así que lo hice, no le dije absolutamente nada, por qué cuando eso estuviera hecho...no habría vuelta atrás.
El temor de como iba a reaccionar mi hijo me ponía en pánico, pero de aceptarlo tendrá que hacerlo o eso creo.
Al tener los documentos listos, hablé con Karelin para que pudiera entregarme a Eloíse un poco antes, lo hizo con tanta felicidad, que algo no me cuadra con Karelin, pero eso no me importa, lo que me interesa es que mi hijo ya tiene esposa y es muy hermosa.
Horas antes....
Estoy caminando por el jardín, me gusta caminar de noche, pero escucho ruidos de carruajes, cuando volteo a ver... Mi corazón se detiene.
El viaja de Ciro ha terminado y está de regreso. Me encaminó a la entrada y pregunto por él.
— ¿Dónde está mi hijo?, le pregunto al mayordomo.
— Hace un rato subió a su habitación.
— Eloíse, digo entre dientes.
No le respondo nada al mayordomo, solo me encaminó a la habitación de Ciro, me detengo de golpe al escuchar ruidos fuertes, así que subo lo más rápido las gradas.
Al estar cerca, abro la puerta y... Válgame Dios la escena que veo, Ciro parece matar a la pequeña Eloíse.
— ¡Hijo, detente! ¿Pero qué haces?
— ¡Que crees, voy a matar a esta intrusa!
— ¡Ella no es una intrusa, ella es tu esposa!
— Pero... ¿Qué dices?
— Ella es tu esposa, debo explicarte mucho, pero...
— Madre, explícame ahora mismo lo que sucede.
— Ven conmigo por favor.
Ciro me ve con ojos encendidos y la pobre Eloíse solo sujeta su garganta.
Ciro sale como los mil demonios de la habitación, así que me voy detrás de él.
— Madre, puedes explicarme… ¿Quién diablos es y por qué dices que es mi esposa? Me grita Ciro.
— ¡Cálmate por favor! Hijo yo deseo nietos y que salgas de tu escondite, así que te casé con Eloíse. La hija del emperador Will De Winter.
— ¿Cómo que me casaste? No se puede sin mi firma debe haber un acta.
— Si existe, yo falsifiqué tu firma, así que legalmente estás casado con Eloíse.
Ciro se pasa las manos por el rostro.
— ¡No tuviste derecho de hacer algo así y menos sin mi consentimiento!. Me grita fuerte.
— Lo sé, pero ya lo hice y ódiame si quieres... Pero un día me lo agradecerás.
— En que cabeza cabe semejante barbaridad, yo no deseaba una esposa, así que me divorciaré.
— No puedes.
— ¿Por qué no?
— Por qué hice un contrato de un año, sabía que te querrías divorciar, así que durante un año el duque no puede solicitar acta de divorcio.
— ¿Qué? ¡Vaya madre todo lo tenías muy bien organizado!
— Es por tú bien, ahora ve y discúlpate con tu esposa.
— Pues haré que esa tal Eloíse se largue de mi palacio.
— No lo harás y es por eso que viviré aquí hasta... Hasta que madures y te enamores.
— Enamorarme yo, jaja...de una niña, no me digas eso, que no logre verla, pero sentí su llanto de una niña, por lo menos hubiera sido una mujer mayor.
— Tiene 17 años, está en la edad perfecta para casarse.
— Claro, con un príncipe de esos que tienen 21 o 23 años, no conmigo.
— Pues conócela, date la oportúnidad de enamorarte.
— Pues no lo haré y contigo estoy muy molesto, así que ni me dirijas la palabra, no debiste hacer eso a mis espaldas.
— Es muy hermosa.
— Pues no me importa y la sacas de mi habitación, que mañana deseo dormir a gusto, otra cosa más, si no llegas la mato, por qué tu sabes muy bien que hace dos años una espía quiso matarme metiéndose a mi cama.
— En eso si no me culpes, que esa era una de esas cualquiera que metes a tu alcoba.
Me mira con rabia, pero no dice nada más.
Sale como los mil demonios y cierra el despacho con un portazo. Cierro los ojos, esto me costará mucho.
A ponerse las pilas porque después viene otro y la conquista