EL CHICO DE LOS OJOS GRISES

NATALIA

Mi embarazo iba bien, mi trabajo pero me hacía falta él, apesar de su pronto olvidó y su engaño lo sigo amando. Mis antojos del embarazo eran esos chocolate con licor de cereza sería porque me recordaban aquel primer beso, esos chocolates me recordaban el sabor de su boca. Estuve muchas veces apunto de llamarlo, encontré su número en los archivos de la empresa mientras hacia la limpieza, justo cuando marcaba su número rápidamente colgaba como le iba a decir, oye no estoy muerta, sabes también vas a ser papá, no era una noticia que se debía decir por teléfono. Los meses pasaban y todo seguía bien con mi embarazo, ya faltaba poco para que naciera así que tome el teléfono y lo llamé, fue ahí cuando me di cuenta que yo sobraba en su vida, la voz de esa mujer me hizo entender que eran ciertas esas publicaciones, el ya tenía una nueva relación, en definitiva yo estaba muerta para él.

Llegó el día del nacimiento de mi bebé, mi vecina Adela siempre estuvo acompañándome ella era un ángel, el parto salió sin complicaciones apesar del tiempo que estuve en coma, mi bebé salió perfectamente sano, a su tiempo el era perfecto, pero también era tan identifico a su padre confirme pasaban los días el parecido era evidente el tenía los ojos iguales a su padre el ahora era mi pequeño de los ojos grises, el era mi motivación para no caer, y si caía me levantaba por el, mis esfuerzos estaban rindiendo frutos, en mi trabajo me tuve un ascenso, era una secretaria lis fines de semana estudiaba la universidad, mi carrera en administración de empresas, y así pasaron cuatro años hasta hoy.

Ya estoy por terminar mi carrera, ahora soy la asistente de presidencia de la empresa, asistente del señor Gonzalo abuelo de mi hijo, el señor Gonzalo es un buen hombre, entiende que soy madre y debí cuidar a mi hijo aunque su agenda es muy extensa me da tiempo para pasarlo con mi hijo y llevarlo a sus citas médicas, hoy lo llevaré a una de ellas tenemos que ir con el pediatra para su chequeo anual, revisar sus vacunas y prevenir posibles enfermedades.

--- Buenos días doctora--- dije

--- Llámame Annie, y como se llama el pequeño--- dijo la doctora.

--- Sebastián---

--- Cuanto años tiene?---

--- 3 y medio---

--- Ok, lo revisaremos--- dijo ella revisándolo, ella lo observaba detenidamente.

--- Todo está bien, le mandaré hacer unos análisis de sangre, para asegurarnos que todo esté bien. --- dijo, salimos del hospital y nos fuimos para el departamento mi pequeño Sebastián estaba dormido, para el fue un día muy agotador, nuestra rutina era la misma casi todos los días, el pie las mañanas iba a la guardería, cuando estudiaba Adela lo cuidaba se que para el era difícil crecer sin su papá, cuando llegaban esos días donde lo extrañaba más volvía a tomar el teléfono, pero siempre me acordaba y volvía a colgar, ya era hora de dormir mi pequeño dormía siempre conmigo, eran tan chiquito, tan hermoso, tan parecido a su padre, quizá porque durante todo el embarazo tuve antojo de él, que tonta soy, tan cobarde no se porque siempre me arrepiento de llamarlo.