La Apuesta De Angel

Ángel, con una sonrisa calculada, seguía con su plan.

Mientras caminaban dijo:

-"Qué bonito es el campo ¿no?, expreso fingiendo admiración...

Leo: Si la verdad es muy lindo el lugar.

Cuando pasaron por los establos( calculado por Ángel )soltó:

-"Me encantaría cabalgar, pero soy un desastre con los caballos" mintió.

Leo la miró sorprendido -¿nunca tus padres o familia te enseñaron? Es raro dijo.

- Es que nunca me interesaron los caballos antes , pero ahora es como que me dieron curiosidad.

Leo cayó al instante. - Es muy fácil, en Italia me crié entre caballos", respondió, con un tono que mezclaba orgullo, añoranza "Si quieres, te llevo yo. Y te enseño muy rápido".

Ángel asintió, haciéndose la inocente. "Ay, ¿en serio? ¡Sería genial!", exclamó, con una falsa timidez. "Pero no quiero molestarte".

-¡Qué molestia ni qué nada linda! Será un placer" respondió Leo y sonrió.

Así, montaron, con Ángel delante y Leo abrazándola por detrás, supuestamente para guiarla, él le iba explicando como se cabalgaba correctamente, Ángel fingía escuchar e ir aprendiendo.

“En realidad, él no sabía que era víctima en el juego de Ángel, una apuesta que debía ganar para demostrarse a sí misma de lo que era capaz" Y darle según ella una lección a él.

A medida que se alejaban de la hacienda, Ángel mantenía a Leo entretenido con comentarios tontos, conversaciones superficiales desviándose del camino apropósito y llevándolo por otro muy diferente ideado para su plan.

Confiado y mareado Leo de tanta charla de ella , no se dió cuenta de nada .Leo (pensaba) " Por Dios como habla".

De pronto, Ángel se detuvo, simulando confusión.

-"¡Ay, Leo! Creo que nos perdimos", soltó, con un tono de preocupación.

Leo frunció el ceño:

-"¿Cómo que nos perdimos? Se supone que esta hacienda es de tu familia , que la conoces bien, soltó con un tono de fastidio.

Ángel se encogió de hombros. -"Bueno, hace años que no vengo.Vine una vez de niña y hoy. La verdad, soy pésima ubicando lugares", se excusó, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

Leo suspiró ¡No lo podía creer! "Estupendo. ¿Y ahora qué?", preguntó, con un tono de irritación en su voz.

Ángel sonrió para sus adentros. El juego había comenzado. Él estaba justo donde lo quería ella .

Ella fingió ponerse nerviosa, le dijo:

- Necesito caminar Leo, bajemos del caballo.

Bajaron, y Ángel seguía fingiendo pánico.

-"No puedo más, estoy muy cansada y me da miedo no saber dónde estamos", resopló con voz nerviosa.

-"Caminar me calmará un poco y cuando encontremos el camino, mandaremos a alguien por el caballo".

Leo, con un mal presentimiento que le recorría todo su cuerpo, asintió. Algo no le cerraba del todo, había cosas sin mucho sentido en todo esto, pero la angustia "evidente" de Ángel lo desarmaba.

-"Está bien, como quieras", dijo Leo. Tratando de sonar tranquilo y paciente.

Caminaron sin rumbo fijo, fijándose por dónde podían volver al camino. Hasta que, a lo lejos, Ángel vió su objetivo.

- "¡Ahí!", gritó, señalando una pequeña cabaña de madera.

Leo la miró con desconfianza. "¿Qué es eso?", preguntó, con el ceño fruncido.

-"Debe ser de los trabajadores de la hacienda", respondió Ángel, con una naturalidad forzada. "Cuando andan por estos lados, seguro la usan para descansar".

-"No sé...", murmuró Leo, sin convencerse del todo.

-"Por favor, Leo, estoy agotada", insistió Ángel, con un tono apagado.

Entraron a la cabaña y, como si el destino estuviera de su lado, empezo a llover torrencialmente. Ángel, que había consultado el pronóstico, sonrió para sus adentros. había visto que decía que iba a llover pero no estaba segura si realmente pasaría. "Bingo pensó feliz para sus adentros".

-"Vaya, parece que nos quedaremos aquí un rato", comentó Leo, con una resignación evidente, preocupado.

-"Sí", respondió Ángel, con una sonrisa que no mostraba todo su juego.

Ella miró en la cabaña y había agua y alimentos (obvio que había sido ella).

Haciéndose la sorprendida exclamó:

- Seguro los trabajadores que se quedan por estos lados, dejan todo esto acá para cuando deben quedarse a dormir aquí.

Leo asintió sin saber porque , no estaba convencido de nada de esto, pero decidió descansar y también estaba exhausto.

Ella pensó "No te preocupes Ángel mañana los guardias vendrán a buscarnos cuando no nos vean en la casa".Por hoy los despisté, mi abuelo me enseñó muy bien todo eso. Se confesó a si misma.

"Ahora estaban solos, atrapados en una cabaña en medio de la nada. Leo, cada vez más confundido, sabía que algo no andaba bien. Ángel, por su parte, se sentía triunfante. Tenía a su objetivo justo donde quería. La apuesta estaba a punto de terminar.

Estaba más fresco el lugar por la lluvia, entonces Ángel decidió empezar su juego de seducción con Leo.

-"Qué frío hace", dijo, temblando y acercándose a Leo. "Creo que necesito un poco de calor".

Leo, sorprendido y afectado por la cercanía, se tensó rápidamente.

-"Si quieres, prendo la chimenea", acá hay leña mirá y señaló, tratando de mantener la compostura, ella era menor,estaba muy consciente de eso.

-"No es necesario", respondió Ángel, con una sonrisa pícara y divertida. -"Creo que hay otras formas de entrar en calor", ¿Te molestaría si me siento más cerca tuyo Leo? Fingió inocencia.

Leo: No hay problemas. Mintió él.

Se acercó aún más a Leo, rozando su brazo con el suyo. "Cuéntame algo", susurró, con la voz suave y sensual. -"Dime, ¿qué es lo que más te gusta de mi país?".

Leo, nervioso por la cercanía de Ángel, sintió que su corazón se aceleraba.Su cuerpo reaccionaba sin él quererlo."Me gusta... me gusta su gente, sus paisajes..." tratando de concentrarse.

Ángel soltó una risita.

-"Eso es muy básico", dijo, con un tono sensual.

-"Quiero saber qué es lo que más te gusta de verdad".

Se acercó a su oído y susurró: "¿Qué es lo que más te gusta por ejemplo de mí?"y le sonrió.

Leo sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. "Que dices niña....empezó a decir, pero las palabras se le atragantaron en la garganta.

Ángel lo interrumpió, colocando un dedo sobre sus labios. "Leo" dijo, con una mirada intensa. "No digas nada. Solo siéntelo".

Se acercó lentamente a él, con la intención de besarlo. Leo "pensó "esto no está pasando" "está jugando con fuego, y nos vamos a quemar ambos" "Porque vine a esta hacienda, en qué estaba pensando"

Pero en el último momento,cuando estaba por besarlo, Ángel se detuvo.

-"¿Qué te pasa Ángel?" " Estás jugando " preguntó Leo, con la voz alterada.

Ángel sonrió, divertida.

-"Te asusté Leo" " Fui muy rápido", dijo. "Todavía no me has convencido de que vales la pena igual".

Se alejó de él, dejándolo asombrado por la caradurez de ella. Por toda esa situación que ella había generado. Leo, confundido y frustrado, no sabía qué pensar.

Y ahí fue cuando a ella se le fue todo de las manos.

Leo se sintió provocado. El desafío de Ángel, su juego de seducción a medias, le había encendido una chispa que no pensaba apagar. Una lección, pensó, era lo que necesitaba. Con una firmeza que no admitía el error, la tomó por la cintura y la atrajo hacia él con una fuerza inesperada.

Ángel no tuvo tiempo de reaccionar. Los labios de Leo se pegaron contra los suyos en un beso mortal, profundo, que la dejó sin aliento. Era una fuerza de pasión que nunca había imaginado sentir, un lío de sensaciones que borró su elaborado plan en un instante. Se sintió completamente en manos de él.

Leo, sintiendo su inexperiencia, sonrió para sus adentros. "Así que jugabas a la mujer fatal y nunca te han besado de verdad, Ángel", pensó divertido, ternura, y le gustó ser el primero .Se separó apenas un poquito, susurrando contra sus labios, "Déjate llevar, hermosa. Te voy a enseñar a besar".

Y así lo hizo. Sus labios se movieron con una experiencia que la guió, su lengua exploró con una dulzura y pasión que la hizo responder igual. Ángel estaba rendida, obedeció. Era una alumna aplicada, se olvidó por un segundo de la famosa apuesta, de su plan. Sus brazos se posaron alrededor del cuello de Leo, correspondiendo el beso con una intensidad tan fuerte como la de él. Los cuerpos de ambos se alteraron, la sangre hirviendo, el corazón les latía a mil.

Ángel quería más, pero ahí él frenó.

- Hasta acá Ángel, tú eres muy joven aún. No puedo seguir.

Ahí es que Ángel volvió a la realidad, quería correr, desaparecer.

Solo fue en silencio y se acostó en la cama que había en la cabaña, no miró atrás y en segundos se durmió con los ojos humedecidos.

Leo se acostó en el sillón sin decir palabra, solo la miró dormir, no podía con ella, era muy chica aún, y él tenía mucha experiencia con mujeres, tendría que esperar que crezca. Pero él corazón de él latía por ella definitivamente.Y se durmió.

Al día siguiente como Ángel lo suponía los guardias vinieron por ellos.

Así regresaron a la hacienda en una camioneta de los guardias.

Les dijo Ángel que se perdieron, los guardias la miraron sabiendo que eso era totalmente mentira. Ella les suplicó con una sonrisa y ellos la entendieron, la conocían desde bebé. Asistieron sin decir nada.

Los llevaron de regreso a la ciudad de México. Dejaron a Leo en el hogar de Drago, él había leído el mensaje de Enzo.

A ella le dejaron en su Mansión. No hubo palabras de ninguna de las partes .

Algo así juntos 😊❤️ Ángel y Leo

Similar...la situación del beso 💋❤️