Apasionada, romántica, resiliente.
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Sin escapatoria
Al voltear al llamado de Emir noté cierta molestia en su mirada, sabía que me hablaría sobre la situación de la reunión así que no tenía escapatoria, tenía que enfrentarlo.
Me dirige hacia él, Emir si me vas a decir algo sobre la reunión sé que me alteré un poco y me disculpo por ello, estaba cansada. Ja ja ja ahora me vas a decir que es cansancio, sabes muy bien que no es así, no te engañes.
¿Qué me quieres decir?, ¿crees acaso que estoy celosa?, porque si es así te equivocas. Sé muy bien cuál es mi situación contigo. Y según tú Cristina ¿cuál es tu situación Cristina?, pues tú sabes cuál Emir, aquí no hay compromiso, es una relación sin ataduras, eso fue lo que acordamos ¿verdad?, si tú lo dices así es, me lo dijo con una sonrisa irónica como si en el fondo supiera que tiene razón.
¿Qué me está pasando?, no puedo entender por qué me pongo con esta actitud, ¿será que Emir me está gustando más de lo normal?, me da miedo esto que estoy sintiendo. Él al ver lo pensativa que estoy me invita a comer algo, me da un abrazo cuando ya no hay nadie cerca y me abalanzo derretida a sus brazos.
Me llevo a un lugar hermoso, la verdad es que tenía un gusto tan delicado y al mismo tiempo detallista, pues cuidaba hasta la música que le gustaba escuchar, todo era acorde a sus gustos, me sentía pequeña a su lado, supe que no lo podría representar para nada, él todo inteligente preparado, yo un alma rota por dentro tratando de resurgir.
Pasamos unas horas maravillosas, pero ya era hora de retornar, así que le pedí que por favor me llevara a mi casa, quería descansar y poner mis pensamientos en orden, no quería ir a la compañía con cara delatadora que diga "Me gusta mi jefe" no tiene mucho sentido no.
Antes de bajar de su carro Emir me tomó de la mano para tranquilizar mi inquietud, me conocía muy bien, me dijo Cristina tranquila, yo estoy aquí para ti sea lo que sea que sientas, antes de todo soy tu amigo, quiero que confíes en mí, aunque no quieras que exista algo más que una relación independiente, yo estaré para ti en todo momento, jamás te voy a abandonar.
Sentí una calma en mi pecho y él con su mirada tan tierna me llenaba de seguridad, Emir me dejo en mi casa,me dijo Cristina me ausentare por unos días. Es importante que te apoyes en la nueva gerente, ella en verdad es excelente en su trabajo, esta bien Emir, deseo que todo te marche bien. Nos vemos.
Ya me estaba acostumbrando a su presencia, a veces tan fugaz, otras parecen eternas. Bendita costumbre o mañas que dejamos entrar en nuestras vidas.
Así transcurrían mis días sumergida en el trabajo, llevando mis pensamientos a lugares donde no sentía más dolor, me fui haciendo más fuerte y avanzando poco a poco, tenía metas, sueños trazados y quería realizarlos. Quería demostrarme que si se puede levantar uno después de tantas caídas, que no hay tristezas que duren mil años, que si se puede querer otra vez aunque no sea con la misma intensidad.
