Cristal Herrera una joven que quedó bajo la tutela del doctor Aldo Galarza al perder a sus padres en un accidente, sufre de sonambulismo debido a ese trágico suceso que marco su vida. Su tutor la ayuda a superar ese trastorno del sueño. La llegada de Joaquín, el hijo mayor del doctor, despertó en ella un deseo sexual que solo lo complace en sus sueños o eso ella cree.
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Capitulo 18- Noche de Bodas
Narra Cristal
Llegamos al hotel donde teníamos para nosotros una suit. Al ingresar me sorprendió lo amplia que era, la vista enorme, toda una pared de vidrio como un enorme ventanal que daba como vista la piscina.
-UAU. ESTO ES INCREIBLE. Ingresé corriendo a mirar cada rincón.
-Si... Es grande. Dijo Jon con un gesto nervioso.
Él botones dejo los bolsos y le entrego la llave a Jon.
-MIRA... HAY UNA CANASTA CON DULCES... BOMBONES... UNA CHAMPAÑA... Y TIENE UNA TARJETA.
"Felicidades a los esposos NICKS"
-AUN NO ME ACOSTUMBRO A TU APELLIDO... NICKS ... SUENA A UNA MARCA DE CHICLE ... NICKS. Le decía entusiasmada y lo veo sentar en el sillón desprenderse el saco y mirar su móvil como sin ánimo.
Me dirijo hacia donde está y me siento en su regazo y abrazo su cuello.
-¿Qué pasa?... ¿Nada de esto te entusiasma?. Le pregunto mirándolo y suspira hondo sacándome de su regazo.
-Voy a pedir una habitación para mí ... Si quieres disfruta de todo lo que hay aquí. Me dice.
-¡¿Qué?!... NO... NO... ES NUESTRO DIA... DEBEMOS DISFRUTAR JUNTOS... SI NO QUIERES QUEDARTE AQUI PODEMOS BAJAR Y PROBAR NUESTRA SUERTE O IR A LA PISCINA. Le digo, no pensaba pasarla bien sola y él aburrido en un cuarto si había que hacer el papel de esposos había que hacerlo bien.
El camina tocándose la cabeza y suspirando pesado.
-DIME LO QUE PASA... QUEDAMOS EN QUE NOS DIRIAMOS LA VERDAD. Le digo tomándole la mano y se suelta.
-Puede que para vos sea una aventura todo esto... Y lo veas... No sé... Pero sabes lo que implica que estemos en el mismo cuarto... Qué pasemos la noche juntos. Me dice.
-Quedaste en qué te quedarías conmigo todo el tiempo... Sobre todo cuando duerma... O se te olvidó lo que debes enfocar tu especialización. Le digo mirándolo y él esquiva la mirada.
-En casa tendrías tu propio cuarto y te seguiría atraves de las camaras... Pero aquí... Los dos juntos... Solos. Comenzó a decir y gestualizar nervioso y capte lo que pasaba.
-Te preocupa que no puedas resistirte a todo esto. Le digo modelando ante él, para que se afloje y tenga confianza.
-No hagas eso. Me dice.
-Tranquilo... No te haré nada... Solo bromeo para que te quites esa tensión. Le digo.
Él suspira nervioso y entiendo su incomodidad y veo que algo se le asoma en su pantalón.
-Oh... Ya veo... Le digo . - No haz estado antes con una chica ... A solas... Pues... Si tienes dudas aquí estoy para sacartelas... Pregunta lo que sea... Veme como a un amigo... Tan solo que no escupo y no eructo el abecedario. Le digo y el sonríe.
-No te veo haciendo eso... Y no puedo verte como a un amigo... Eres muy atractiva. Me dice.
-Gracias. Le digo inclinando el hombro.
-Estaba todo bien... Pero desde que me besaste... Fue como... No sé... Algo cambio. Me dice.
-Solo fue para no dejar dudas. Le dije.
-Es que... Jamás me habían besado así... Creo que será mejor tener el mínimo contacto. Me dice.
Suspiro hondo.
Me le aproximó empujándolo a que se siente.
-¿Qué haces?. Me dice, me siento en su regazo y tomo sus manos para que rodee mi cintura.
-No quiero perder a mi doctor... Y quiero que estés completamente con la mente despejada... Pero eso no pasará... Si no sacas la tensión que tienes de tu cuerpo. Le digo mirando directo a sus ojos.
-Cristal... No debes hacer nada. Me dice.
-Debo ... Por mi culpa estás así... Nunca soy consiente de lo que provocó ... Y somos esposos... No es así. Le digo.
-Si... Pero sabes que solo en papeles... No debe haber un lazo afectivo entre paciente y doctor. Me dice.
-No lo habrá... Solo ve esto como una descarga de energía... Una manera de ejercitar tus sentidos en tres D. Le digo mientras le desprendió la corbata.
-Quiero pararte y a la vez estoy espectante a lo que harás. Me dice por lo que lo beso nuevamente, y solo yo soy la que le recorre él está petrificado, este nunca a tenido a una mujer entre sus manos o que y siento que sus manos apretan mi cintura y me saca de su regazo parándose nervioso.
-No puedo hacerlo... No sé cómo... Y no quiero que te gas una mala imagen de mi... No así. Me dice.
-¿Con que te sientes cómodo?... ¿Qué haces para que te relajes?. Le pregunto.
-Pues... Cuando miro la combinación de dos líquidos en el tubo de ensayo y la expectativa de lo que saldrá o si explotará... Hay siento que estoy en mi elemento... Para mí eso funciona. Me dice.
-Pues... No hay tubos de ensayo... Pero si un jacuzzi. Le digo y me queda mirando, por lo que le tomo la mano y lo llevo enseñándole lo que descubrí en mi recorrido.
-¿Qué hay con eso?. Me preguntó.
Resopló, nunca tuve que decirlo, con una mirada los chicos sabían lo que había que hacer, pero Jon parecía que vivió toda su vida en el laboratorio lejos de lo que se desarrollada a su alrededor.
-Metamonos a el y veamos que surge... Si algo nuevo... O explosivo. Le digo usando sus palabras.
-No puedo hacer eso. Me dice.
-Animate... Si no te agrada... No volveré a insistir... Podrás tener tu espacio o le que quieras... Pero antes descubramos juntos como un experimento... Y a la noche cuando yo duerma... Estarás relajado sin pensar en lo que podría pasar cuando estemos solos, juntos porque ya sabrás, ya te sacaras las dudas ahora, en este instante y podrás evaluar mis sueños tranquilo. Le sugiero.
Él miro pensativo el jacuzzi, se mordió los labios y asintió.
-Genial... Iré por mi traje de baño. Le digo corriendo entusiasmada.
-Siempre sos así. Me dice.
-Asi como. Le pregunto.
-Animada. Me responde.
-No siempre ... Hay veces que amanezco somnolienta sin ánimos y solo quiero cualquier lugar plano para tirarme... Cuando estoy así es porque tuve un episodio de sonambulismo. Le cuento.
Regreso ante él luciendo mi bikini celeste con dibujos de olas, el sujetador se ata en el cuello y la parte de abajo se ata en los costados.
-Oh vaya... No creo poder así contigo. Me dice.
-Animate... Esto no puedo ocultar. Le digo señalando mis lomas, porque sus ojos se clavaron ahí, pestañeo nervioso.
Se fue a ponerse su traje de baño.
-No se porque te hago caso. Dijo apareciendo con un short con dibujos de tablas de surfear.
-Uau... Estás muy bien físicamente... Creí que tendrías unos rollitos por aquí. Le dije incandole al costado.
-No hagas eso... Soy cosquilloso. Me dice.
-No debiste darme esa información. Le digo con una cara pícara.
Pusimos andar el Jacuzzi y le agregué espuma, puse música para alegrar el ambiente.
Meneo mi figura ante él indicándole que se meta.
-Vamos a hacer un experimento... Qué pasa... Si combinamos... Espuma solo un chorro... Agua caliente mucha agua valiente... Una pisca de Jon. Le dije y él se metió despacio.- Y otra de Cristal. Me metí a su lado. - Ves que bien se siente... Cúbrete así todo... Deja que tu cuerpo disfrute de las burbujas... Los chorros... Ves que se siente bien. Le digo y el solo mira serio todo.
-¿En que piensas?. Le pregunto.
-En que... La composición que se usó para que la espuma al entrar en contacto con el agua... Adquiera está consistencia. Me responde levantando en su mano la espuma y mirándola.
-Uau... Es muy interesante. Le digo con sarcasmo. Escucho que llaman a la puerta y salgo para ir a atender.
-Ponte la bata. Me grita Jon pero ya estoy en la entrada abriendo.
-Disculpe señora NICKS... Este obsequio llegó para usted. Me dice nervioso el botonos enseñándome una caja en dorado rectangular.
-Gracias. Le dije alegre tomando la caja y cerrando con el pie la puerta.
-¿Quién era?. Me pregunta Jon apareciendo con la bata de baño puesta.
-Un regalo. Le dije alegre enseñando lo que tenía en mi mano. Tomo la tarjeta y la leo mordiéndome los labios.
"Mmmm", suspiré por la dedicatoria, era solo una nota de mis amigas, pero quería ver la reacción de Jon, si tenía alguna emoción en ese pecho amplio.
-¿Quién te envío el regalo?. Escucho que me pregunta con la voz ronca.
No le respondo contrario a eso me dirijo al cuarto a mirar mi regalo en secreto.
"La nota decia, si no te dejan comer lo que te gusta te enviamos un arsenal"
Al abrir me mato de la risa, las muy taradas me enviaron protección masculina de todos los sabores, consolador con vibrador y cajas de chocolates para incentivar el deseo sexual.
-Cristal. Me llama a la puerta Jon.
-Estoy ocupada. Le digo abriendo un envoltorio de chocolate.
-Alistate... Debemos ir a una cena. Me avisa.
En medio de todo lo que me enviaron ví una ropa interior muy particular en color negro, la mire de todos lados, no le encontraba nada raro y al sácala del paquete cayó de su interior un pequeño control con la forma de una lapicera.
-Voy a cambiarme. Escucho que ingresa Jon y cierro la caja apurada llevándola conmigo al baño.
-Yo haré lo mismo. Le digo sonriendo.
-Es con unos colegas. Me avisa.
-Bien. Le respondo.
Termine de alistarme con un vestido en tono azul oscuro y veo que él se puso un traje azul.
-Siempre usas el cabello suelto. Me preguntó.
-Si. Le respondo.
Salimos y me llevo un restaurante, ví una mesa larga con señores de lentes y batas.
"Así se ven los científicos", pensé.
-Buenas... Les presento a Cristal. Le dice Jon y veo que todos deja de hablar y me miraron de pies a cabeza.
-Buena contextura física. Dijo uno.
-Tiene las proporciones adecuadas. Dijo otro.
-Es el modelo a la que muchos aspiran... Pero solo tú pudiste obtenerlo... ¿Qué te conquistó de él su dinero?. Dijo otro.
- No... Es un ardiente amante. Le respondí y ví que Jon se puso de colores.
-Es la fórmula que nos faltaba... Tiene razón... Podrás tener millones... Pero si no andas ahí... De que sirve. Razono otro.
-Enseñanos Jon. Le pidió otro.
Nos sentamos y todo rondó a nuestro alrededor, era la manera de sus colegas de felicitarnos por nuestro casamiento, como siempre estaban muy ocupados en sus laboratorios, este era el unico momento que se dieron tiempo.
Permanecí sentada ingiriendo lo que me pusieron en frente, escuchando su conversación que para mí parecía otro idioma, después comencé a sentir que mi cuerpo ardía, como si un cosquilleo me recorriera.
-Voy al baño. Le susurré a Jon.
-Si. Me dijo palmeandome la mano.
Me moje un poco la cara y me seque con la toallita de papel que había, no sabía que me pasaba, todo mi cuerpo me latía. Tomo aire y salgo encontrándome con Jon.
-¿Sucede algo?. Le pregunté, me miro fijo y se atajo contra la pared respirando agitado.
-No te ves bien... Vamos. Le dije y salí con él llevándolo apoyado en mi.
-Ya nos vamos. Me despide si levantando la mano a sus colegas que estaban en su discusión de no se que fórmula que no nos prestaron atención.
Llegamos al departamento, no se de donde saque fuerzas para llevarlo es muy pesado.
Le quite la corbata, el saco y le desabroché los botones de la camisa.
-Quieres agua fría. Le consulte al verlo sudoroso.
-Cristal... Solo...
-Tranquilo... Traeré hielo. Le dije corriendo al refrigerador y solo encontré una botella de agua mineral fría.
"Esto servirá", pensé
-Apoya esto en tu frente... Y si bebés mejor. Le digo.
-Cristal... Siento calor. Me dice.
Por lo que prendo el aire para que se refresque.
-¿Mejor?. Le pregunto.
-Si. Me dice estirándose hacia atrás y suspira pesado. - Esto me mata. Dijo y entendí al ver su entrepiernas, estaba despierto y se asomaba por su pantalón formándose una montaña.
-Quieres un momento a solas en el baño... Te puedo dar una crema que me regalaron mis amigas. Le dije.
-La caja... ¿Te enviaron tus amigas?. Me pregunta.
-Si. Le respondí.
-Debo confesarte que comí uno de tus dulces. Me dice y ahí recordé por lo que corrí a revisar la caja de chocolates.
Había quedado una caja en la cama y no me di cuenta.
-No son dulces comunes... Son para incentivar... ¿Cuántos comiste de estos?. Le pregunto enseñando la caja.
-No se... Cuatro... Cinco... Estaban ricos. Me dice.
-Ok... Esto no te va a gustar... Pero debo ayudarte a aliviar tu situación... No puedo dejarte así. Le digo.
-¿Qué quieres decir?. Me preguntó y ve que me quito el vestido.
-Oh. Exclamó.
-Sacate los pantalones. Le ordene.
-Sin una cita previa. Me pregunta nervioso.
-Nos casamos. Le digo señalando la sortija.
-Cierto... Pero... Es...
Balbuceaba nervioso y me aproxime a quitarle su saco, camisa y los pantalones.
-Como doctor debes saber lo que pasa si no bajas el libido que se te irá acumulando. Le dije.
-Que te hace experta. Me pregunta.
-Conocimiento. Le dije sentándome sobre él y ví que abrió grande los ojos. - Solo mírame a los ojos. Le guíe.
-¿Qué hago?. Me preguntó.
-Puedes usar tus manos. Le guíe a que me tome la cintura.
Y me apodere de su labios a besarlo para incentivar mi calor, no estaba lubricada, por alguna razón no tenía ese deseo con él.