Un simple trabajo de investigación universitario destapa un oscuro pasado de la familia Fontainebleau.
Hubo una maldición 200 años atrás en plena revolución industrial, hoy en día ¿cómo limpiará el nombre de la familia, Laurence?
¿Que tan importante es la influencia familiar para proteger a los hijos, según el padre de Laurence? Conozcamos a la familia de Laurence, una familia conocida por ser "demoniaca".
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Confabulando
La reunión entre abuelo y nieto continúa, Hugo tiene que convencer al abuelo para obtener material secreto, por así decirlo.
- No es para tanto abuelo. Lo que me gustaría saber es que existen cartas, diarios, artículos de periódico y cosas por el estilo para reunir todas las pruebas.
- ¿Cuál es el objetivo? - el abuelo lo escanea con una mirada bastante aguda.
- Descubrir toda la verdad sobre el odio hacia mi hermana.
- No será fácil pasar la barrera.
- Abuelo, no conoces a Laurence, y ella cuenta con nuestro apoyo.
- ¿Crees que ustedes son capaces de burlar la seguridad de la casa?
- Somos hijos de Charles y Marianne. Mis hermanos y yo hicimos demasiadas cosas que papá y mamá no saben. Si pudimos de pequeños y con extraños, ¿No podremos ahora que somos grandes y con la familia? – mira fijamente a los ojos del abuelo para intimidarlo un poco.
- ¿Acaso piensan vengarse derramando sangre? - el abuelo quiere hacer escupir al nieto todo lo que tiene para que recapacite.
- Abuelo, somos tus nietos, no asesinos. Todo es cuestión de saber jugar las cartas y reír al final. Ellos nos humillaron, y se rieron de nosotros, ahora llegó nuestro turno de poner las cartas sobre la mesa.
- ¿Quieren jugar a póker? – el abuelo saca las garras hablando con seriedad.
- Ya tenemos parte de jugada hecha, falta la otra parte. Solo con la jugada armada podemos poner las cartas sobre la mesa ¿No crees, abuelo?
- Si tanto quieres las cartas. Te facilitaré las cartas de juego.
- Cuento contigo, abuelo.
La abuela llama a los hombres para que vengan a comer, y disfrutar de un rico almuerzo familiar. Hugo besa la frente de la abuela, ama a su abuela, y ha sufrido mucho por culpa de los hijos y del resto de la familia, y también por ella es que van a “buscar justicia”
Por otro lado, Erick está avanzando con el trabajo de exposición, ya casi tiene lista las diapositivas que usará para la presentación, Laurence lo evalúa cada día en cuanto a su pronunciación, para que todo quede perfecto.
En casa, ella analiza las exposiciones de sus compañeros, pero encuentra puntos huecos, ella se esmera en hacer un trabajo pulcro, sus compañeros saben que es la hija de un ministro y está dispuesta a demostrar cómo se presenta un trabajo de exposición. Pero sigue indagando sobre Blue Butler y su ancestro.
En el momento más intenso de la búsqueda, suena su celular y es una llamada de Hugo.
- Habla, camarada.
- Laure, he tenido una reunión con el abuelo.
- ¿Cómo te fue? – le interesa saber lo que pudo averiguar.
- La información es fuerte. No creo que sea conveniente decirlo por teléfono.
- Pues ahora entiendo porque que el abuelo no pudo traer la locomotora en Francia en la época del emperador Napoleón Bonaparte, sino que fue con Luis Napoleón, su sobrino.
- ¿Qué fue lo que encontraste? – le sorprendió la habilidad de su hermana para las investigaciones.
- Al parecer el ludita Blue Butler metió la pata, pero no encuentro más información, debo recrear la conversación teniendo en cuenta la mentalidad de un ludita, y en esa época parece que perdimos el castillo y pasó en manos del rey Luis XVII y remodelado por el segundo emperador.
- ¿Acaso encontraste fechas que coinciden?
- Por el momento, tengo un pequeño margen de error, pero tú sabes, cada página pone los datos que más les conviene.
- Necesitamos una fuente más confiable, a casa te cuento todo lo diferido por el abuelo.
- Te espero en casa.
- No vayas a descuidar tu proyecto por la exhaustiva investigación.
- Pierde cuidado, el trabajo está terminado, hago las diapositivas y listo.
-Te cuelgo, estoy entrando al auto. Te quiero.
Laurence está ansiosa por saber lo que dijo el abuelo, pero por el momento debe recrear la escena para entender más o menos como fue que el abuelo no pudo traer la locomotora, busca su cuaderno de notas y un lapicero, pero alguien llama a la puerta.
-Adelante. – dice Laurence levantando la voz para que hacerse oír.
- Hija, - era mamá – papá ha llamado, y quiere llevarnos a comer a un restaurante. Báñate y ponte bonita.
- ¿Ponerme bonita? – le suena extraño – Mamá ¿Es necesario? Solo es una cena familiar, ¿Acaso hay que celebrar algo? – quiere sacar información a su madre.
- Solo arréglate, eres la hija de un ministro.
- Entonces no es cena familiar, ¿Sabes de que se trata? ¿Qué dijo papá? - inicia la interrogación.
- Báñate y arréglate, que la movilidad viene.
- Ok. - de mala gana responde.
Laurence tiene ganas de mandar a rodar a todo el mundo, ha sido interrumpida su inspiración en la recreación de la posible disputa entre Blue Butler y Alain Fontainebleau. De mala gana busca algo adapto dentro del closet. Luego organiza el maquillaje que usará para contrastar con el vestido escogido.
Julien, se bañó, pero tiene flojera de asistir a la cena con papá, está más interesado en las nuevas noticias que tiene Hugo.
- ¿No te vas a vestir? – mamá lo regaña al entrar a la habitación sin tocar la puerta – Julien, no te da vergüenza ser tan flojo para ir a reuniones familiares.
- ¡Ay, mamá! – se molesta y responde irritado – Es un ratito, ya voy.
Julien sopla mucho, está con el diablo despierto y de mala gana busca un traje para la ocasión.
Hugo recibe una llamada con la misma noticia, mamá le avisó y este aguanta por tratarse de ella. Hugo odia los cambios de último momento. En el chat de grupo con sus hermanos envía un mensaje, esperando que el semáforo suba a rojo.
“Nos vamos en mi auto, mamá no debe saber nada de lo que estamos investigando”
“Ok.” - fue la respuesta de Julien.
“Perfecto” – Laurence apoya la idea de su hermano.
Laurence sale del baño, aún envuelta en la toalla sale de su cuarto y busca a su madre.
- ¡Mamá! – grita para ser escuchada por toda la casa.
- ¿Qué pasó hija? ¿Te hiciste daño? – mamá sale de su habitación a medio maquillar.
- Mamá, Julien y yo nos vamos con Hugo.
- Papá dispuso de una movilidad.
- Ya conocemos como es papá cuando ve a su adorada Marianne, - responde con sarcasmo - por eso Hugo quiere darles la privacidad necesaria.
- Me consta. – afirma Julien, medio vestido que salió por el grito de su hermana – Mamá, no cuestiones y entiende que Hugo y yo conocemos muy bien a papá, sabemos muy bien lo que va a hacer y nosotros somos niños buenos, ciertas cosas no miramos.
Los hijos son cómplices del hermano mayor, y está vez la dejarán sola en la movilidad con esa excusa. Marianne se quedó sin palabras, pues sus hijos tienen razón en parte, pero aun así no deja de sentir preocupación por la extraña conducta de sus hijos.