ATENEA

Samuel y Diana llegaron a la isla, ella estaba fascinada, era un lugar hermoso, además tenía lo que más disfrutaba ella, el mar.

Samuel en un descuido de su esposa la cargo y llevo adentro de la casa, con la mirada de todos los que allí trabajaban..

Diana: Samuel nos miran

Samuel siguió el camino a la habitación, Diana solo se escondía en el pecho de su esposo, él solo reía internamente, su esposa era demasiado tímida y él era todo lo contrario.

Al llegar ingresaron a la habitación principal donde Diana al abrir sus ojos se quedó sorprendida.. Era hermosa

Diana: Sami me encanta, mira esa vista, que lugar maravilloso

Samuel: bueno Señorita, espero que el resto del lugar le guste, nos bañamos, necesitamos descansar o si prefieres.....

Diana se puso roja, Samuel era directo y ella entendió muy bien lo que quiso decir....

Diana: bañarnos juntos....

Samuel: si, porque...

Samuel se acercó a ella, Diana retrocedió, pero se encontró con una pared, lo mira fijamente, Samuel la acorrala y la besa suave, pero firme, él.. Va directo a su oído y le dice

Samuel: nos bañamos juntos hoy y siempre, así será por el resto de nuestros días, porque tú eres solo mía, él le cogió su mano y los dos entraron al baño.

Diana estaba asustada, era la primera vez que un hombre la vería desnuda, y ella tenía entendido que el orden de la noche de bodas era diferente, pero con su ahora ya esposo nada había sido normal, además este hombre después de semejante fiesta esta más fresco que una lechuga... Y ella creyendo que llegarían a dormir

Samuel quien ya está en ropa interior, puso a llenar el jacuzzi, prendió la ducha.

Samuel: amor te vas a duchar con ropa

Diana: claro que no,

Diana empezó a quitarse el vestido, pero el cierre era su enemigo no alcanzaba, así que pidió ayuda a Samuel quien sin pensarlo le ayudó mientras su vestido caía él besaba su clavícula, hasta que cayó al piso dejándola solo en ropa interior, quien dejó sin mucho a la imaginación de Samuel, quien la miraba como lobo a su presa...

Samuel: eres divina, y toda mía, ven vamos a la ducha

Diana al mirar su esposo estaba roja, solo le dio la mano, y agradeció al cielo que la dejó en ropa interior, en la ducha Samuel tomó el jabón y empezó a ponerlo sobre el cuerpo de su esposa, quienes estaba bajo la ducha, él sabía que ella tenía pena, el sexo era un tema que no tocaron, tampoco tuvieron tiempo de hablar dr muchas cosas, pero ahora el estaba más que listo.

Por lo poco que la conoce sabe que es tímida, por eso decide ir despacio, a su ritmo, aunque ya las tenga azules, Diana esta tan relajada bajo la ducha, de pronto ella siente cuando él suelta su sostén...y lo quita

Diana: Samuel era necesario

Samuel: si,

Samuel la voltea de inmediato, Diana tapa sus senos, él se acerca le da un beso, la alza, Diana de inmediato lleva sus manos al cuello de este, el beso va subiendo del tono, sus cuerpos suben de temperatura..

Samuel quiere más y no se va a detener...su esposa será todo para él no le cabe duda...

Diana ya sabía que este hombre la tomaría y ella no se negaria, nunca había sentido todo esto por alguien más, su cuerpo le decía lo muy preparado que estaba, lo deseaba, pero tenia miedo, le diría la verdad

Diana: Samuel tengo que decirte algo

Samuel: dime amor

Diana: soy virgen

Samuel la miró, estaba feliz, ya lo sospechaba, pero quería que ella se lo confirmara, la bajo, la beso

Samuel: amor iremos a tu ritmo, tratare de ser delicado, dime lo que quieras, si deseas parar lo haho, estaremos más cómodos en el jacuzzi.

Diana ingresó, tenía una vista hermosa

Samuel: te gusta

Diana: es perfecto, hermoso, mirando el paisaje, al voltear, ver a su esposo desnudo, se pone roja

Samuel: se que es hermoso jejeje y todo tuyo, disfrutalo

Samuel ingresa con ella en el jacuzzi, empieza a besarla, está responde de inmediato, Diana se acuerda de todo lo que las mujeres le dijeron en la despedida... Sobre todo en las palabras de Sofia abuela "relajate y disfruta, una dama en la calle y una p..t.. en la cama" lo haria tan cual... poco a poco se va atreviendo, sus manos bajan al miembro de su esposo y lo empieza a tocar sin dejar de besarlo, acelerando sus movimientos

Samuel: amor sigue así...

Diana está dispuesta a ser la mejor amante, esposa y amiga de Samuel, este matrimonio aunque empezó al revés será para toda la vida y eso nadie lo destruiría..

Samuel está perdido en el placer quiere más,

Samuel: amor vamos a la cama, no te imaginas todo lo que te necesito.

Diana se levanta y sale ya sin nada de ropa interior mostrándole todo su cuerpo, Samuel la sigue, en la cama los dos se entregan como nunca.

Samuel disfruta cada rincón del cuerpo de su esposa, sus manos y su boca juegan logrando que ella gima, poco a poco va bajando llegando a su intimidad donde abre sus piernas, y debora de una manera perfecta logrando que logre su primer orgasmo, el bebe toda su escencia, se levanta la mira

Samuel: eres perfecta amor, ¿estás lista para mí?

Diana: si, mi vida

Samuel se coloca en posición, su cuerpo desea ya estar adentro, poco a poco se introduce, es demasíado estrecho se está volviendo loco, toma el rostro de su esposa la besa y de un solo golpe la penetra.. Diana pega un pequeño grito, sus lágrimas salen, Samuel le habla a su esposa sin dejar de estimularla.

Samuel: ya pasó amor, solo dime cuando quieras que me mueva.

Diana, sintió dolor, pero estaba tan excitada que solo quería que Samuel la llevara al orgasmo.

Diana: amor muévete ya quiero mi orgasmo.

Samuel al escucharla no lo pensó, le daría a su esposa la mejor noche de bodas así fuera de día, empezó a amarla, logrando llevarla varias veces al clímax, la habitación se llenó de gemidos y del sonido de los cuerpos encontrándose, Diana gritaba el nombre Samuel y esto lo volvía más loco, así pasaron las horas hasta que los dos cayeron dormidos.

Al despertar Diana miró el reloj eran las 7 pm, su cuerpo dolía sobre todo su intimidad, Samuel era una máquina de nunca acabar, eso le encanto, oírlo decirle que era su todo y la amaba, fue más que suficiente para saber que su mejor decisión.

Samuel: buenas noches amor, en que piensas

Diana: en que el amor a primera vista existe jejeje

Samuel: así es, ven aca, amor esta isla es tuya, es mi regalo de bodas, espero que siempre la disfrutes y conserves.

Diana: cariño, en verdad, esto es un paraiso, gracias, la disfrutaremos juntos y con la familia, sabes que quiero 3 hijos, pero ahora vamos a bañarnos, no hemos comido nada desde que llegamos y me estoy muriendo de hambre.

Samuel: está bien vamos... 3 hijos, porque no 5

Diana: ya veremos.... como te portes

En el baños los dos esposos terminaron con otros ronda, luego se dispusieron a bajar a cenar y conocer el paraíso