4 jóvenes mexicanos emprenden un viaje a un municipio de Alemania en busca de nuevas aventuras, paisajes nuevos para capturar y experiencias para contar, lo que no imaginaban era vivir una una aventura que jamás olvidarían, para su mala suerte será en un mundo completamente desconocido lleno de criaturas gigantes y plantas inimaginables que los acecharán,en este nuevo mundo tendrán que luchar por mantenerse a salvo entre tantos peligros y encontrar la manera de volver a casa.
¿Lograrán Sobrevivir?
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Capitulo 16
El camino estaba oscuro, una niebla blanca le daba un toque misterioso, nuevamente se sorprendían de ver tantos caminos extraños en un mismo lugar. A ciegas caminaban en busca de una salida.
Las chicas ya no daban y aunque los chicos estaban cansados, decidieron llevarlas en sus espaldas. Caminando a pasos lentos, sin estresarse por salir rápido, trata de llevar la calma.
El canto extraño de aves e insectos los tenía algo nerviosos, en la espera de algo que los asustará, Renata susurraba una canción, así no pensaba en algo que los pusiera en apuros.
—Tengo el cora negro mate
Fuiste tú quien lo pintaste— Cantaba Renata en un susurro, audible para todos, contagiándolos, pero solo cantaban en sus mentes.
🎶Pero igual yo volvería
🎶A comerte aunque me maten
🎶Y es que tú, uh-uh
🎶Conseguiste la manera
—conseguiste la manera, De calmar mi bellaquera— Replicó Gabriel un poco alto.
"¡Ese cuerpito natural me hace pensar en mil maneras!
🎶De invitarte a pecar aunque diosito no lo quiera
🎶Si te dejas llevar, yo te llevo hasta donde quieras
🎶Y hacemos el amor, aunque al final nos duela, ey (yah)"— exclamaron todos, riendo después.
Winder sonreía, era la canción que él le había dedicado a Renata cuando empezaban de novios. De un momento a otro, todos empezaban a disfrutar de cantar en voz alta, disfrutando de cómo los relajaba y los llevaba a una tranquilidad. Que tanto necesitaban en ese momento.
—¡Grítalo Gabriel!— exclamó Winder
—¿De dónde saliste tú? Dale, apaga la lu'
🎶Que tengo la cama encendía'
🎶Mira, mami, qué cara tiene' tú, parece' un iglú
¿Por qué te noto tan fría?
🎶Si sabes que ahora soy diferente, se nota y se siente
Dale, que los ojos no mienten
🎶Ese culo me tiene impaciente, sígueme la corriente
Un perreíto buena gente
—¡Todos!— pidió Winde, para cantar al unísono.
🎶Ese cuerpito natural me hace pensar en mil maneras
🎶De invitarte a pecar aunque diosito no lo quiera
🎶Si te dejas llevar, yo te llevo hasta donde quieras
🎶Y hacemos el amor, aunque al final nos duela, ey.
Los cuatro cantaban a todo pulmón, olvidando por un momento todo lo que estaban pasando. De esa manera, Renata no pensaba en nada que los llevará a estar en apuros nuevamente, donde debían correr sin parar, quedando sin aliento.
Caminaron por un buen rato y seguían sin ver una salida más clara, donde pidieran ver las estatuas o el templo. Tan solo una esperanza de salir de ahí de una vez por todas.
El silencio apareció después de ya estar cansados o aburridos de cantar, la sed y el hambre hicieron presencia.
—¿Se imaginan que lleguemos al mismo lugar?, ¿Que solo estemos dando vueltas?— hablo Alicia, después de un buen rato en silencio.
—No creo, siento que estamos cerca— aseguro Winder.
—¡Siii, eso espero, ya necesito lavar mi cola bien!— exclamó Gabriel.
—¡Por Dios, Gabriel!, no hables de cosas desagradables, que se me devuelve el estómago, del hambre— reclamo Renata.
—Y pensar que las hienas y los buitres se comieron todo el búfalo, debimos agarrar un poco más— se lamentó Gabriel.
—Ya queda poco— Winder quiso ser positivo.
—Ojalá, de verdad siento la cola babosa— confesó Gabriel.
—¡Gabriel, qué asco!— exclamó Renata, casi yéndose en vómito.
—No discutan, que no me dejan escuchar— los interrumpió Alicia.
—¿Qué vas a escuchar, beby?— Se acercó Gabriel, tratando de escuchar lo mismo que ella, pero nada.
—Parecen pájaros volando encima de los árboles— hablo Winder, buscando las sombras que se reflejaban con el poco sol que entraba, siendo la niebla muy intensa.
Los cuatro buscaban encima de los árboles, pero la niebla no los dejaba ver nada, así que decidieron seguir caminando sin detenerse, en silencio, no tenían animos ni de cantar ya.
—Si salimos con vida de aquí—
—¡Cállate Reni!, claro que saldremos con vida— Reclamó Alicia, afirmando que saldrán sanos de esa aventura.
—Bebe, cuando salgamos necesito una semana de descanso, luego prepárate— bromeó Winder. Gabriel quedó viendo a Alicia.
—¿Por qué me ves así?— interrogó Alicia, ya sonrojada.
—Por nada beby, solo estaba viendo lo hermosa que te ves con ese cabello, así— se burló Gabriel, Alicia intento pegarle, pero no la dejaba, dándole un abrazo, su comentario hizo que Renata se tocara el cabello.
—¿Cómo está el mío, amor?— Pregunto renana a su novio, Winder no sabía qué decirle, la verdad estaba muy feo.
—¡Horribleee!— chillo Gabriel, riendo.
—Estás hermosa, igual, bebé— la consoló Winder, ayudándola arreglarlo un poco.
—Les haré una coleta— anunció Gabriel, buscando unas ramas que no se quebraran tan fácil.
Las chicas observaban muy atentas, la locura de Gabriel parecía funcionar muy bien, muertas de risa se probaron las famosas coletas de Gabriel. Sintiéndose mejor con el cabello recogido, continuando su caminata.
—Mucho mejor— expreso, Renata.
—Gracias amor— le dijo Alicia, besando su mejilla, pero Gabriel la agarró par besar sus labios, haciendo reír a winder y Renata.
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