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Enamórate Perdidamente

Enamórate Perdidamente

Status: Terminada
Genre:CEO / Completas / Diferencia de edad
Popularitas:416.4k
Nilai: 4.7
nombre de autor: Fer.

Leonardo Salvatore, un empresario italiano/español de 35 años, ha dedicado su vida al trabajo y a salvaguardar el prestigio de su apellido. Con dos hijos a su cargo, su concepto del amor se limita a la protección paternal, sin haber experimentado el amor romántico. Todo cambia cuando conoce a Althea.

Althea Salazar, una colombiana de 20 años en busca de un nuevo comienzo en España para escapar de un pasado doloroso, encuentra trabajo como niñera de los hijos de Salvatore. A pesar de sus reticencias a involucrarse emocionalmente, Althea se siente atraída por Leonardo, quien parece ser su tipo ideal.

¿Podrá su amor superar todo? ¿O el enamoramiento se acabará y se rendirán?

NovelToon tiene autorización de Fer. para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Parte 12

Leonardo

Una ira incontrolable empezó a apoderarse de mí cuando veía cómo mi empleado se acercaba a Althea. ¿Quién se creía para hacerla reír? Sentía cómo cada uno de mis músculos se tensaba al verlos hablar.

Había escuchado el tonto rumor de que uno de mis empleados había estado aprendiendo español para poder comunicarse con la niñera. Era una idea razonable; después de todo, quería conocer mejor a la nueva empleada. Pero la sorpresa llegó cuando el rumor se distorsionó, sugiriendo que quería salir con ella. ¿Quería salir con Althea?

No, no iba a permitir que ese don nadie se acercara a ella. Si ella quería salir con alguien o alguien quería estar cerca de ella, debía ser mejor que yo en todo. Y nadie había logrado eso.

Definitivamente, eso no iba a suceder. No lo permitiría.

Por la cantidad de trabajo que había tenido, no pude estar en casa durante casi un mes. Cuando regresé, vi cómo Althea se había vuelto muy cercana al mismo hombre que intentaba conquistarla. Pocos días después, hubo otro rumor.

—¿Escuchaste cómo esa niñera rechazó a Dave? —Mi pecho se llenó de orgullo. No había contratado a cualquiera.

—Sí, pensé que iba a caer ante él. Siempre le sonreía.

—No lo creo. Tal vez es parte de la cultura de las latinas, ser amables con todos —Enarqué una ceja ante esa tontería. Estaban celosas de que Althea fuera buena en todo lo que se propusiera.

Pasaron más días, y Pablo cumplió seis meses, momento en el que comenzó a gatear. Tal vez fue gracias al esfuerzo de la estimulación que Althea siempre quería proporcionar a los niños en general.

Hoy llegué un poco tarde de la oficina y noté una luz peculiar en la sala. Me acerqué y encontré a Althea en el celular, absorta en algo que estaba viendo en alguna red social. Me sorprendió su presencia, y ella se sobresaltó al notar que me acercaba, pero luego me sonrió.

—¿Qué haces despierta a esta hora? —pregunté.

—Te estaba esperando —su comentario hizo que mi corazón diera un vuelco. Maldición.

—¿Sí? ¿Qué sucede? —me apoyé en el sofá para ver su celular. Efectivamente, estaba viendo algo en TikTok. Al cambiar a la parte de fotos, me mostró algunas de mis hijos.

—Ya gatea perfectamente —mencionó, mostrándome un vídeo de Pablo gateando en el tapete de su habitación, con Matteo dándole apoyo en el fondo—. Son hermosos. Mis padres están encantados con tus hijos.

—Lo sé —respondí automáticamente. Althea me miró con una ceja arqueada y luego se rio.

—Me tienes vigilada.

—Claro que no. A veces escucho a Matteo llamar "abuela" a tu abuela.

—¿Te incomoda eso? —me preguntó un poco asustada. Negué rápidamente con la cabeza.

—Para nada. Me parece muy tierno, ya que nunca tendrá una abuela de mi parte.

—¿Y de su mamá? —me miró unos segundos antes de sentarse a mi lado, atenta a lo que iba a decir.

—Creo que es hora de contarte cómo nació Matteo —sus grandes ojos brillaron un poco en la penumbra. Me senté a su lado para comenzar la historia.

—Soy un Salvatore por parte de mi madre —su sorpresa me hizo reír—. Mi padre adoptó su apellido porque era mucho mejor. Mi madre falleció cuando yo tenía 16 años, y fue lo más doloroso que he vivido. Y fue aún peor cuando, meses después, mi padre empezó a traer mujeres a la casa. La misma casa que era de mi madre —cerré los ojos, recordando esos momentos—. Para salir de allí, me uní al servicio militar.

—Eso no es obligatorio, ¿cierto? —preguntó, emocionada. Reí ante su reacción y asentí.

—No, no lo es. Pero no quería estar cerca del hombre que había dañado el recuerdo de la mujer de mi vida —dije, acariciando su cabeza—. Vieron mi talento para el dibujo y me introdujeron en un mundo que ya conocía por mi familia. Cuando menos lo pensé, estaba diseñando ciertas cosas para los militares y tenía un buen puesto, donde me estaban dando la oportunidad de estudiar ingeniería mecánica.

—¿Tomaste la oportunidad? —preguntó emocionada. Reí por su entusiasmo y asentí.

—Claro, pero a mitad de la carrera, mi familia intentó apoderarse de la empresa. Tuve que intervenir para evitar más daños.

—¿La familia paterna o materna? —preguntó, interesada.

—Ambas. Mi padre no estaba manejando bien las acciones de mi madre y estaba con su segunda o tercera esposa.

—¿Tuviste que regresar?

—Sí, pero fue diferente, porque esta vez volvía con casi un título y con una carrera militar donde tenía mucha influencia —le expliqué, sonriendo ante los recuerdos—. Tomé las riendas de la empresa y me adueñé de todas las compañías que, por derecho, eran mías. No sé cómo llegaron a querer no solo la empresa Salvatore, sino también las que tenía aparte y que se habían fusionado.

—¿Querían lo que lograste, por otro lado? —preguntó, pensativa.

—Sí.

—Qué envidiosos —dijo, negando con la cabeza, para luego mirarme completamente atenta.

—Mi excusa perfecta fue que todo eso sería para mis hijos. Pero no había duda de que yo no estaba interesado en mujeres. Tenía entonces 28 años y no me interesaba nada relacionado con eso. Estaba en mi propio mundo —le dije, recostándome y mirando el techo—. Cuando cumplí 30 años, la presión se volvió más insoportable que nunca. Querían que tuviera un heredero cuanto antes. ¿Sabes qué hice?

—Te metiste con la primera chica que encontraste en un bar —soltó una carcajada, y negué.

—Fue inseminación. No tuve contacto con la chica; simplemente me entregaron al bebé. Así nació Matteo —le dije. Me miró extrañada por un momento, pero luego me abrazó.

—Has pasado por mucho. Lo siento —correspondí a su abrazo, sintiendo el cariño y el amor que me transmitía.

—Gracias a ti por escucharme —Le digo con una sonrisa, había sido una conversación que hace mucho había necesitado y no me arrepentía de tenerla con ella.

—Siempre —Maldita sea esa sonrisa, me iba a enloquecer un día de estos, esos cachetes tan hermosos que estarían tan felices con algo dentro, trago fuerte cuando ese pensamiento se cruza por mi cabeza, debía controlarme, era un hombre adulto no podía dejarme llevar por el instinto.

—¿Y tu familia? —la miré para desviar todos mis pensamientos calientes de ella, suspira antes de comenzar su historia.

1
Gloria Stella
Me gustó mucho, gracias autora, muy divertida y relajante
Mercedez Peréz
bueno ya sabemos cuál era el miedo del pequeño ahora tendremos que esperar cuál es el secreto de ella excelente historia escritora
Mercedez Peréz
tendriamos que preguntar porque el niño no quiere que ella tenga algo con el padre
Mercedez Peréz
Excelente
Mercedez Peréz
adta aqui lo que e leído muy buena
Katyani Carolina Paredes Umbria
hermosa historia
Lu Perez Dominguez
Excelente
Kira Valenzuela
espero que tenga segunda parte
Graciela Maureira
Excelente
Graciela Maureira
Bueno
Mery Diaz
Excelente
Marialaura Sambray
muy buena sin tantas vueltas genial
Stella velez
muy bueno y bien escrito 👌
Angela Salazar
muy linda me gusto mucho felicidades por escribir tan bonito
Ivetsita
GENIAL!!! simplemente genial... 🤩
Alis
Me he preguntado desde que empecé a leer en diversas plataformas, porqué se les hace a los escritores que poner escenas con alcohol es llamativo o relevante, cuando es un poco denigrante sobretodo para las mujeres, cuando la diversión es sana no necesariamente debe haber estimulante alguno, es un comentario constructivo, sólo para saciar mi curiosidad.
Alis: estaré atenta a la siguiente historia, bendiciones multiplicadas.
Fer: Holis, es verdad, yo por eso trato de evitar poner en mis escenas tristeza, pero tendré más cuidado con ciertas cosas porque si me hiciste reflexionar jajaja
total 4 replies
Georgina Hernandez
Malo
Georgina Hernandez
Muy malo
mayelin Almonte
Y yo esperando la foto por favor
mayelin Almonte
Escritora estoy esperando la foto por favor si
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