Anastasia alegre, espontánea y feliz... En su segunda vida conocerá al Gran General, un hombre recto, estricto y de pocas palabras.
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Buscando información parte 1
Al día siguiente Anastasia se levantó muy temprano para hablar con su madre
- hija, una de tus doncellas me dijo que me acompañarás al orfanato hoy
- cierto había olvidado eso, lo que sucede madre es que... bueno yo quisiera... lo que pasa es que a ver, cómo te digo, madre mira...
-Anastasia Hamilton me estás asustando, desde cuándo dudas al hablar
-no, no dudo, solo bueno es que no podré ir al orfanato hoy día, y quisiera saber si me dejabas salir con General Aragón
- ¿Cómo? por el día ¿que tú qué?
(susurrando) - salir con el general Alexander
- !Oh Dios mío! pensé que este día nunca llegaría, me estás pidiendo permiso para salir por el día
- pero no lo grites
-¡Oh! sí, sí, lo siento, bueno hija tu padre no está, pero conozco a Alexander desde pequeño, así que no habría problema, tomate todo el día libre
- ¿en serio? bueno había escuchado en las reuniones de té que era difícil que se dieran los permisos para las salidas...
- hija mía, eso es cuando estás en los 15 o 16, tú ya eres mayor de edad, la verdad es que me alegra, yo creo más a mí que a ti, que salgas
- madre solo una salida, no es nada más, no creas otras cosas.
- Por supuesto, que crees que ya me estoy imaginando otras cosas, ah por cierto después del orfanato me iré de compras, tengo muchas cosas que comprar ahora
- eh claro que te vaya bien.
Cuando la Duquesa salia del comedor se encontró con el General...
-Duquesa Buenos días
- Buenos días Alexander, mi hija me comentó de su salida
- ¿en serio?
- así es
-Sí, claro estaremos durante el día afuera, espero que a usted no le moleste...
- no, por supuesto, pero igual será bueno que lleve una doncella... usted sabe para evitar malos entendidos
- por supuesto Duquesa, jamás haría nada que complicase la reputación del ducado
- muy bien Ahora me voy al orfanato, cuide a mi hijita con su vida por favor
- sí Madame
El general entró en el comedor y se encontró Anastasia que terminaba desayunar
- así que me acompañará mi lady en la salida de hoy
- Así es, siéntase honrado que ocuparé mi valioso tiempo, en compartir unas horas con usted
- Jajaja así es, muy bien tu madre me ha pedido que la acompañen alguna doncella, así que iremos en carruaje hasta el pueblo del Sur
- bien en unos minutos estaré lista
- bien nos vamos a la entrada, con permiso mi lady
(susurrando) - este soldadito juega muy bien a hacerce el bueno conmigo...
Unos minutos después, un carruaje con el emblema del ducado Hamilton salía desde la mansión. Dentro del carruaje Anastasia y el General, la doncella por sugerencia de Alexander iba adelante con el cochero y al lado del carruaje iban los dos militares de confianza general Aragón en caballo.
- creo que para mi doncella, hubiese sido más cómodo estar adentro
- lo sé, pero aprovecharé de dormir un poco, ayer me quedé hasta tarde viendo datos sobre este caso
- Así que tienes más información
- Así es,
- ya cuéntamelo todo, quién es, porque... cómo las tienen obligadas, quiénes son ellas... mi socio lo sabe... quién más lo sabe... necesito...
- Son muchas preguntas y te dije que tengo sueño
- Eres un pesado soldadito
- Sí, ahora verás que soy muy pesado
- por qué lo dices...
Alexander recostó su cabeza en las piernas de ella y cerró los ojos.
- me despiertas cuando el carruaje se detenga
- O sea, no te basta con ser un soldadito pervertido, que intenta secuestrarme, ahora me utilizas de Almohada
- así es
- eres un descarado
- lo sé
Cerca de 10 minutos después, ella notó que efectivamente el General se había dormido profundamente
- wow su respiración ahora es regular, no tiene ese ceño fruncido, se ve en calma... quién hubiese pensado que el soldadito se ve mejor durmiendo...
Anastasia sin darse cuenta, comenzó a acariciar el pelo del General mientras lo contemplaba...
- Pensar que los militares de este mundo, están condenados por las próximas guerras, es una pena por él y por todos sus hombres
Cerca de tres horas más pasaron y el carruaje al fin se detuvo.
Anastasia no alcanzó a decir nada porque la puerta se abrió y los soldados y la miraron sonrojados, al ver al General aún durmiendo
- Despierta todos nos están viendo raro
Alexander abrió sus ojos como si nada pasara, estiró un poco el cuello y se sentó correctamente
- Bien el juego va a empezar.
- Espero que estés lista
- por supuesto
- bien mis hombres saben qué hacer.
Anastasia notó como la mirada inmediatamente de Alexander había cambiado, ya no tenía esa mirada infantil, divertida que tenía generalmente cuando ellos discutían, ahora era una mirada determinada llena de vida, y eso le llamó mucho la atención...