Todos Los Reinos (Colección Hurmaya)

El rey Fortem de Fontana tiene veintinueve años, tiene el poder mágico de destellos de furia y no la ha tenido fácil; a los dieciséis años perdió a su madre, a consecuencia de las acciones de un rey que admiró por años y que consideraba su maestro en el arte de la espada. Tres años después Fortem se convirtió en rey, ante la infortunada muerte de su padre.

Nueve años después, queriendo detener las desgracias provocadas por la guerra, aceptó un tratado de paz que lo llevó a casarse con la hija más amada de su mayor enemigo, sin saber, que esa muchacha era la prometida de su hermano Josag.

Aquel matrimonio no se llegó a consumar, y luego eventos dramáticos logró ser anulado; Fortem además por su excesiva confianza y hechizos de su antiguo consejero, terminó en segundas nupcias con la amante de este último; descubierta la mentira y acusada de traición, se la repudió como esposa y fue condenada a la muerte; sin embargo, Fortem le perdonó la vida, la envío lejos con una nueva identidad y una segunda oportunidad para ser feliz.

...Rey Fortem de Fontana...

Lady Jarumi, tiene poderes mágico que le permiten controlar la naturaleza, está a punto de cumplir veinticuatro años, es hija del duque de Garbe de Fontana y la princesa Luna de Urtesi (hermana del rey Sago), quien murió cuando Jarumi tenía dieciséis años; una mujer muy hermosa con un cabello negro como la noche y unos ojos azules brillantes, tiene un ímpetu salvaje, que ha espantado a la mayoría de sus pretendientes; y aunque con uno pudo haber una oportunidad más real, ambos pertenecían a reinos diferentes y no estaban dispuestos a abandonar sus lugares de origen.

Lo que no sabe y no recuerda Lady Jarumi, es que ella, realmente es la encarnación de Keydis, custodia celestial de la naturaleza, que aceptó la misión del dios de la Armonía de hacerse humana y ser de ayuda para Amor y él, si fuera necesario; como custodia siempre fue impetuosa y determinada, características que como humana no ha perdido.

...Lady Jarumi de Fontana y condesa de Visky (Urtesi)...

Jarumi ingresó al entrenamiento de selección de oficiales de Fontana haciéndose pasar por chico, cuando la descubrieron pensó que iba a ser castigada severamente, pero el rey Fortem aceptó que las mujeres también entrenarán, en poco tiempo Jarumi se convirtió en oficial del reino de Fontana.

Tiempo después, salvó al rey Fortem de una emboscada y colaboró en la batalla que terminó con la muerte de Tesko, ex Consejero Real y primo del rey Fontana.

Pasado algún tiempo, Fortem y Jarumi se dieron cuenta que se habían enamorado; han empezado a salir y el rey de Fontana, cree que ha llegado el momento de pedir su mano en matrimonio.

Cuando regresó de la coronación de su hermano Josag, encontró a su tío en el palacio, había llegado justo a tiempo, el día siguiente irían a Garbe.

Fortem, en compañía de su tío el conde de Sharaf, ha ido a la residencia de Lady Jarumi y han solicitado una reunión con el Duque de Garbe, quien los ha hecho pasar a su despacho, después de los saludos protocolares los invitó a sentarse, Lady Jarumi se mantuvo de pie detrás de su padre, lo que llamó la atención de su progenitor.

- "Su Majestad, no esperaba tenerlo en mi residencia, ¿debió llamar al palacio a su fiel súbdito?", expresó con solemnidad el duque de Garbé.

- "La visita que realiza mi sobrino no la hace como el rey de Fontana, (pone un pergamino en la mesa) sino como un hombre enamorado que viene con una propuesta formal de matrimonio para su hija", expresó con la máxima solemnidad el duque de Sharaf.

El duque de Garbé miró sorprendido al rey Fortem, que no entendía cómo podía sentirse tan nervioso, para luego mirar a su hija, que por primera vez la veía con la mirada nerviosa y una postura que para nada expresaba su clásica serenidad.

- "Me gustaría hablar con el hombre enamorado a solas", expresó con seriedad el duque de Garbé; no había más que decir él era la máxima autoridad del ducado de Garbé y todos los demás debían hacer lo que él señalaba.

Luego, el duque de Garbé se dirigió a una de las ventanas y le hizo una señal a Fortem para que se acercara.

- "Soy el duque de Garbé, y solo tengo una hija, ella es la única heredera de mi legado, convirtiéndose más adelante en la duquesa de Garbé, además del título que ya tiene de condesa heredado de su madre; la crie fuerte, decidida, capaz de conquistar el mundo porque tendría que defender su legado en un mundo de hombres, varios nobles han pedido a mi hija en matrimonio para sus hijos, uno que otro para ellos mismos, y no acepté a ninguno porque sabía que jamás apreciarían ni entenderían el brío de mi hija; ella no tiene miedo de tomar decisiones y difícilmente se arrepiente de ellas, le asusta más vivir en una farsa que morir peleando; a mi hija no la verá llorando en una habitación por miedo a perder a la persona que ama, si usted se equivoca con ella, dará media vuelta y se alejará sin importar las consecuencias, lo puede proteger hasta la muerte o destruir en un instante, ¿está seguro de que quiere a una mujer como ella, en el rol de reina de Fontana?, es cierto usted puede ser un hombre enamorado, pero jamás podrá dejar de ser el rey de esta nación", manifestó el duque sin dejar de mirar a Fortem.

- "En la vida me he equivocado varias veces, no miré el interior de las personas y pagué las consecuencias de ello; pero le aseguro que jamás me rendiré con respecto a Jarumi, la amo más que a nadie en la vida, precisamente porque ella nunca tuvo miedo de amarme a mí, soy el rey de Fontana, el hombre con más poder en este reino, pero cambiaría todo eso por una sonrisa de su hija; entendí hace mucho que la reina que me acompañe jamás deberá ser una muñeca de porcelana sino una guerrera que pueda andar conmigo este escabroso camino; daría la vida por ella, duque; antes no sabía amar, ella me enseñó cómo, le aseguro que sé muy bien cómo es ella y amo todo lo que ella es", dijo el rey Fortem con absoluta sinceridad.

- "Me basta mirarla para saber que ella ya lo aceptó, solo quería que quedara claro, que usted podría morir en el intento de reinar con ella", expresó el duque con una sonrisa.

El duque tomó el pergamino y le indicó al rey que mandaría la respuesta apropiada después de hablar con su hija, para definir las condiciones y la fecha del matrimonio; cuando se despidieron desde lejos Jarumi le sonrió y le mandó un beso volado, el corazón del rey se aceleró, habían pasado tantas cosas, pero era con Jarumi la primera vez que se reconocía a sí mismo como un hombre verdaderamente enamorado, sin lugar a dudas, fuera de hechizos que lo obsesionen o lo confundan.

Nuevamente desde lejos una mujer de ojos avellanas los observa, escribe algo en un pergamino y lo pone en una alforja que lleva en la espalda; sonríe y se da cuenta que todas las piezas del rompecabezas están calzando perfectamente.