En un mundo donde la magia y la mitología se entrelazan, "Círculos de Fuego: La Llama Eterna" narra la épica historia de un joven guardián, Elian, que descubre su destino en una antigua profecía. Su vida da un giro inesperado cuando encuentra un artefacto perdido que despierta una llama mística con un poder inimaginable. Esta llama, conocida como la Llama Eterna, tiene la capacidad de cambiar el destino del mundo, pero también atrae a fuerzas oscuras que desean controlarla.
NovelToon tiene autorización de AMATISTA DE LA LUNA para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO 21: ATAQUE SORPRESIVO
La alegría y el alivio de la reciente victoria llenaron las calles de Eldoria, pero en los corazones de Elian, Kael y Lyra, la inquietud persistía. Sabían que la batalla contra Malakar había sido solo el comienzo, y que las fuerzas oscuras aún acechaban, esperando el momento oportuno para atacar.
Una noche, mientras la ciudad dormía bajo la protección de la Llama Eterna, Elian tuvo un sueño perturbador. En su visión, vio un ejército oscuro emergiendo de las profundidades del Bosque Sombrío, avanzando hacia Eldoria con una rapidez y determinación aterradoras. Al despertar, sudando y con el corazón acelerado, supo que el peligro no había pasado.
Reunió a Kael y Lyra en la sala del consejo, explicándoles su visión. "Siento que algo oscuro y poderoso se está gestando. No podemos bajar la guardia. Debemos estar preparados para cualquier eventualidad."
Kael, siempre el estratega, comenzó a planear las defensas adicionales. "Debemos fortificar las murallas y aumentar las patrullas en el bosque. También sería prudente enviar exploradores para obtener información sobre cualquier movimiento inusual."
Lyra, con su conocimiento arcano, sugirió reforzar las protecciones mágicas de la ciudad. "Puedo invocar una barrera mágica que podría advertirnos de cualquier intrusión. Además, podríamos usar hechizos para fortalecer las armas y armaduras de nuestros guerreros."
Con el plan en marcha, Eldoria se preparó para lo inesperado. Los ciudadanos, aunque cansados de la guerra, entendieron la necesidad de permanecer vigilantes. Elian, Kael y Lyra lideraron con el ejemplo, trabajando incansablemente para asegurar que la ciudad estuviera lista para cualquier ataque.
Una semana después, justo cuando la vida parecía volver a la normalidad, los exploradores regresaron con noticias alarmantes. "Hemos visto un ejército oscuro marchando hacia Eldoria desde el noreste. Son más numerosos de lo que pensábamos y avanzan rápidamente," informó uno de ellos, jadeando.
Elian, con la mirada firme, convocó a una reunión de emergencia. "Debemos actuar rápido. No tenemos mucho tiempo antes de que lleguen a nuestras puertas."
Kael tomó el mando, organizando las tropas y designando puntos estratégicos de defensa. Lyra, mientras tanto, trabajó en la barrera mágica y distribuyó amuletos de protección entre los guerreros.
El día del ataque, una niebla densa cubrió Eldoria, un presagio de la oscuridad que se avecinaba. Elian, Kael y Lyra se colocaron en la vanguardia, listos para liderar a su gente en la defensa de su hogar.
El primer signo del ataque fue un silencio inquietante, seguido por el sonido atronador de tambores de guerra. Desde la niebla emergieron figuras oscuras, los soldados de Malakar, liderados por un nuevo comandante, un oscuro y poderoso nigromante llamado Drazul.
"¡Por Eldoria!" gritó Elian, alzando el Cetro y la Corona, cuyo brillo penetraba la niebla. Los defensores de la ciudad respondieron con un rugido unificado, enfrentándose al ejército oscuro con valentía.
La batalla fue feroz y caótica. Drazul, con su magia oscura, invocaba criaturas de las sombras y lanzaba hechizos destructivos. Elian, Kael y Lyra se movían con rapidez, contrarrestando los ataques y protegiendo a sus aliados.
Kael, con su espada encantada, se enfrentó a los comandantes oscuros, sus movimientos precisos y letales. Lyra, desde la retaguardia, lanzó hechizos de curación y protección, fortaleciendo a los guerreros y debilitando a los enemigos.
Elian, con la Llama Eterna y la Corona, se dirigió directamente hacia Drazul. Sabía que derrotar al nigromante era clave para desmantelar el ejército oscuro. Los dos se enfrentaron en un duelo épico, la luz contra la oscuridad, cada uno desplegando todo su poder.
"Tu luz no puede salvarte, Elian," dijo Drazul con desdén. "La oscuridad es eterna."
"Quizás," respondió Elian, "pero mientras haya esperanza, siempre habrá luz."
Con un esfuerzo final, Elian concentró toda la energía de la Llama Eterna en un rayo de luz pura, golpeando a Drazul directamente en el corazón. El nigromante gritó, su cuerpo desintegrándose en sombras mientras el ejército oscuro comenzaba a desmoronarse sin su líder.
La batalla había sido ganada, pero Eldoria había sufrido. Muchos guerreros habían caído, y la ciudad estaba herida, pero no rota. Elian, Kael y Lyra, aunque agotados, sabían que la victoria era solo un paso más en su lucha contra la oscuridad.
Mientras el sol se alzaba sobre Eldoria, bañando la ciudad en una luz dorada, Elian se dirigió a su gente. "Hoy hemos demostrado que la luz puede prevalecer sobre la oscuridad. Pero nuestra lucha no ha terminado. Debemos seguir unidos y vigilantes, por Eldoria y por nuestro futuro."