MI VENGANZA

             CRISTIAN FERRARI

Hola soy Cristian tengo 52 años, soy mellizo de Marcos, siempre he Sido un hombre sobresaliente tanto en el estudio como en el trabajo, desde muy pequeño me interesó el mundo de los negocios, siempre estaba junto a mi abuelo preguntado cada cosa que no entendía cuando lo veía trabajar en su despacho, mientras que mi hermano era más extrovertido siempre estaba pegado en las faldas de mamá.

Cuando cumplí quince años, mi abuelo me dijo que no podía tener novia ya que estaba comprometido desde mi nacimiento, eso me entristeció me gustaba mucho Maricarmen, ella era una joven de hermosos ojos verdes, cabello castaño, piel tan blanca como la nieve.

Al cumplir diecinueve años, mi abuelo fallece

dejándolo todo su patrimonio a su único nieto, que lo acompaño hasta el último día de su vida, eso molesto a mis padres que añoraban que mi abuelo fallezca para disfrutar de su fortuna, pero como solo dejo una pequeña herencia para su hijo ambos tomaron el dinero y decidieron disfrutarlo lejos de nosotros, pero en el transcurso de viaje en avión, hubo una falla mecánica el avión exploto en pleno vuelo, ahí murieron mis padres.

Mi abuelo, dejo muchas cláusulas en su testamento y una de ellas era que tenía que casarme con mi prometida de toda una vida, ella era de la familia Peterson, una de las familias más ricas del mundo automotriz, pero ella estaba en una relación con el magnate Valentino y esa relación ya era de muchos años, no podía meterme en esa relación y exigir el cumplimiento del contrato, ella amaba a otro hombre y un matrimonio sin amor era lo que menos quería.

Dos meses después, llegan los padres de Nicol pidiendo el cumplimiento del contrato, podía ver el dolor en los ojos de aquella bella joven, Pero como decía el contrato ambos cambiamos de unir nuestras vidas queramos o no.

Aquella tarde, los padres de Nicol la dejaron conmigo, me sorprendía la actitud de los padres de Nicol en dejarla con una persona que recién su hija conocía decidí hablar con ella y ser buenos amigos llegamos a congeniar muy bien con ella, me contó que su novio de tres años la traicionó con otra mujer y esperan un hijo, también me dijo que ella amaba mucho a Valentino yo la entendí.

Días después, en una gran y lujosa boda, nos casamos ante Dios y ante la ley, así lo dispuso mi abuelo, en la boda también estaba presente el exnovio de Nicol, sus ojos reflejaban un gran dolor, ambos nos acercamos y él nos felicitó y nos deseó felicidad eterna.

Pasan los días, puedo ver a mi hermano Marcos muy extraño, siento a Nicol muy inquieta y me sigue a todos lados, a veces pienso que teme a mi hermano, pero descartó esa posibilidad porque él es muy bueno y generoso, jamás dañaría a su propia cuñada.

El abogado de mi abuelo, nos dice que debemos cumplir la otra cláusula que dispuso mi abuelo, es de procrear a nuestro heredero, Nicol se pone muy nerviosa, ella aún ama con toda su alma a Valentino y yo respeto ese sentimiento, quiero a Nicol como una amiga y no como mujer, pero ambos decidimos cumplir esa cláusula.

Ese día, mi hermano había salido de viaje Nicol y yo bebimos unas copas de más, solo así consumamos el matrimonio, esa fue la única vez que estuvimos juntos y solo vasto eso para engendrar a mi primogénita.

Tres meses después, ella se encontraba mal, Valentino y yo nos hicimos muy buenos amigos, yo respetaba mi matrimonio y ella lo respetaba de la misma manera, Valentino siempre estaba cerca de nosotros, claro con respeto y pidió ser padrino de mi hijo.

El ginecólogo de Nicol, sugiere que ella sea internada y pase todo su embarazo en observación, ya que es de alto riesgo, eso me preocupo y acepte que sea internada, pasan los meses y nace mi adorada Carolina.

Pasaron algo más de tres años, tenía un cliente musulmán y me solicitó que viajará a su país, ya que estaba delicado de salud y necesitaba culminar algunos temas con él, me daba tristeza en dejar a mi pequeña Carolina, mi nena era muy pegada a mí, este viaje iba a demorar casi un mes, este cliente deseaba vender terrenos y yo deseaba contribuir grandes hoteles.

Mateo, así se llamaba mi cliente, me presenta a Mimarach este hombre y su familia nos acogieron en su casa, ellos deseaban vender sus tierras, ya que necesitaban el dinero para la boda y dote de su hija.

Mimarach me presenta a su hija, al verla me quedé hechizado, ella era rubia de hermosos ojos plomizos, era alta como de un metro setenta, tenía un hermoso cuerpo, pero su rostro refleja que la joven no pasa de los dieciocho años.

La joven se llamaba Lia, era la última de las hijas, la mayor se llamaba Esther que para sorpresa mía no dejaba de dar miradas coquetas al prometido de Lia, esa noche se celebrará la fiesta de compromiso y mañana sería la boda.

Llegó a la ceremonia de compromiso, Lia está preciosa con un vestido blanco y un adorno en su dorado cabello, pero lo más raro es que ella se encuentra sentada sola, mientras que el novio está conversando feliz con la cuñada, como si fuera ella la novia.

Minutos después, observo al futuro esposo acercarse a una mujer, quien le entrega una copa, él se acerca a Lía besa su frente y entrega la copa, ella bebé un sorbo y él al verla tomar el vino sonríe y se aleja.

A mí me da mucha curiosidad, me acerco a la misma mujer quien entrego la copa de vino al novio, le pido que me dé lo mismo que le entrego a él, ella me sonríe, se aleja un momento y luego se acerca y me entrega la copa de vino, me sonríe y me dice que lo disfrute, eso me causa extrañeza, bebo el vino que no lo encontré nada extraño.

No pasaron ni veinte minutos, empecé a sentirme sofocado, tenía mucho calor, decidí salir fuera de la vivienda y regresar al hotel, subo a mi auto y conduzco rumbo al hotel en donde me estaba quedando, al llegar a mi destino veo a Esther que bajaba a la fuerza a Lía y la dejaba ahí, en plena calle, Esther vuelve a subir a su auto y abandona a su suerte a Lía que a simple vista está igual que yo.

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