La Omega más deseada

Llegamos a casa junto a mi madre, ella se encontraba muy abrumada ante su encuentro con el antiguo rey y pareja. No debió ser sencillo para ella recibir su rechazo, luego por amor haberse doblegado y finalmente haber tenido que huir con un bebé en su vientre para salvar su vida.

- Mamá ten, este té de hierbas podrá ayudarte a estar más tranquila_ le dije mientras le servía una taza

- Gracias cariño. Me reconforta saber que tú me entiendes_ suspiro con pesar y tomo un sorbo antes de hablar nuevamente.

- Hace años le entregué mi corazón, era mi compañero destinado y llegué a amarlo; sin embargo, su padre nunca aceptó que tomara como reina a una Omega. Él hizo lo que le dijeron finalmente, lucho contra el deseo natural que se tiene por tú compañero_ apretó los labios con tristeza

Supongo que para él nunca fui lo suficientemente buena, ya que tomo como reina a alguien que me odiaba y que solo busco acabar conmigo.

- Lo lamento mamá. Me imagino que no quieres que yo pase por lo mismo_ le comenté

- Quiero que seas feliz Hada. No sé si hubiera sido lo mejor, con haber sido la Luna de Dante. Ser la reina no es nada fácil_ argumentó tomando mi mano con suavidad

Puede que haya quienes no quieran que el Rey Leandro tome como esposa y reina a alguien que escapó de la manada.

- No quiero pensar aún en aceptar al rey. Además lo que sucedió con Dante, aún me duele... Me costó entender mis sentimientos por él, para que eso cambie tan pronto_ dije con tristeza

- Ha pasado más de un año cariño. Y si llegara a despertar él se dará cuenta que tú no eres su compañera_ comentó

¿Estarías dispuesta a aceptarlo y que él pierda la oportunidad de hallar a su mate?_ preguntó

- Tengo miedo mamá. No quiero pensar en eso todavía_ dije con sinceridad

- Me parece bien querida. Hay que pensar en el presente_ termino de decir y se levantó a preparar algo rico

Al día siguiente de la visita al palacio del rey, llegó alguien a nuestra casa. Era una joven de cabello rojizo y ojos color miel, era una mujer muy linda. Parecía una muñeca, con su piel de porcelana. Algo en su manera de presentarse, me decía que ella no tenía buenas vibras hacia mí.

- Hola, mi nombre es Natasha. Soy amiga de la infancia de Leandro... Perdón quiero decir del rey_ llegó diciendo

Vine para darte la bienvenida a nuestra manada. Escuché que tú y tu madre fueron miembros antiguos de aquí y que por razones muy especiales tuvieron que irse, espero que logren estar a gusto ahora.

Sus palabras sonaban amigables, pero sus expresiones faciales no calzaban. Era extraño...

- La verdad Natasha, no esperaba visitas. Mi madre comenzó a trabajar y yo aún estoy acomodando mis cosas en este lugar. Te agradezco mucho tu bienvenida, espero que me disculpes, pero tengo que seguir trabajando_ dije con gentileza y cortesía

Ella cambió drásticamente sus expresiones faciales y su rostro pareció distorsionarse.

- No creas que voy a permitir que una desertora, obtenga lo que por derecho me corresponde a mí_ agregó con enojo

- Disculpa. ¿Estás bien?_ dije confundida

- Supe tú historia Hadassa Creed.Tú causaste muchos problemas en la manada que estuviste, y su futuro alfa quedó en coma por qué tú no entendiste que él no sería tu compañero. Eres una mujer que solo busca poder_ argumentó y se cruzó de brazos mirándome de pies a cabeza como si fuera un insecto.

- ¿Cómo amiga del rey te sientes con el derecho de decir cosas que no te constan que sean verdad?_ dije divertida por su actitud tan infantil

¿Por lo que veo estás haciendo esto porque quieres ser algo más que su amiga de la infancia o me equivoco?

- ¡¡Yo seré su reina!!_ dijo furiosa

- Eso será si resultas ser su compañera. ¿Lo eres?_ pregunté con ironía

Estaba harta de que algunos se creen con el derecho de pisotearme solo por Omega. Bueno admito que por un momento sentí el impulso de decirle que era hija del antiguo rey... ¿Cambiaría aquello la imagen que ya tienen de mí? Recordé al padre de Dante, que a pesar de saber que era la hija del rey, me veía como insignificante. Quizás porque oficialmente no era reconocida como tal...

Soy una hija no reconocida.

- ¿Acaso eso importa? Soy hija de los betas más poderosos y distinguidos del rey, por años mi familia ha sido privilegiada en ese puesto. Además, él necesita su reina y aún no ha encontrado la suya. Mi familia ha acordado que yo debería ser... Así que no busques acercarte, él es mío, Omega insignificante_ dijo con una sonrisa maliciosa

- Bueno resulta que está humilde Omega es su compañera destinada_ dije sin pensar en las consecuencias

¡Rayos! Su ataque de celos me hizo hablar más de la cuenta y revelar eso. No sabía lo que pensaba el rey sobre ser su compañera... ¿Y qué pasaría si me pasaba lo mismo que mi madre?

- Eso no puede ser_ dijo perpleja

Salió después de escuchar mis palabras, la había dejado sin argumentos, o peor aún estaría tramando algo en mi contra. Me puse una mano en mi cabeza, ¿qué sucedía conmigo? ¿Me había vuelto loca? Estaba a penas conociendo el clan y ya me estaba involucrando en un problema.

Mi madre me pidió que no hablara sobre el asunto y yo acordé lo mismo a penas ayer porque no sabía qué sucedería conmigo.

Suspiré con pesar

- Oh Dante, ¿por qué tuviste que dejarme para lidiar con esto?_ susurré con pena

Me atraía el rey, no podía negarlo, era mi compañero después de todo. Pero sentía que en mi corazón aún estaba el recuerdo de Dante. Me acurruque en el sillón sintiendo un vacío enorme

¿Qué pasaría conmigo ahora que me había peleado con la amiga de la infancia del rey? Si el rey me rechazaba, era probable que tomara como esposa y reina a la tal, Natasha. Eso podría ser malo, porque ninguna reina quiere tener cerca a la verdadera compañera de su esposo.

Eso fue lo que obligó a mi madre a huir en primer lugar...

Escuché sonar mi teléfono, el número resultó ser de la Sra. Laura, la mamá de Dante. Me temblaron las manos, sabía que ella me avisaría si llegaba a suceder algo con Dante.

- Hola Sra. Laura. Quiero decir luna_ dije en corrección

- Hola Hada. Me da gusto oírte, lamente tanto todo lo que sucedió, ¿cómo has estado?_ preguntó

- Bien, todos nos han recibido muy bien_ dije con los ojos llenos de lágrimas. Me conmovía su preocupación y cariño

¿Y usted, cómo está?_ pregunté

- Bien querida. También te llamé para eso... Hay algo que debo contarte_ mencionó

Sentí que el corazón se me detenía y que lo que escucharía me afectaría. Comencé a soltar las lágrimas sin poder evitarlo... Mi loba sintió mi pena en esos momentos y gimió.

Sentí la puerta abrirse de golpe, mientras oía las palabras de la Luna de mi antigua manada.

Un rey completamente agitado irrumpia mi casa.

Y yo solo me quedé sorprendida.