Aiden ha reencarnado en un mundo donde quienes dominan son los alfas y quienes son despreciados son los omegas. Ahora él es un pequeño omega obligado a vivir bajo las sombras debido a la familia del alfa que abusó de él y por consecuencia tuvo un hijo de este, quien recibe crueles tratamientos debido a la falta de feromonas de su padre.
Pero ahora, con este nuevo Aiden, todo cambia, moviendo sus piezas a su favor, logra llevarse a su hijo lejos de esa familia y en busca de crear una medicina que pueda salvar a su hijo, se verá en la mira de personas peligrosas que buscan acabar con su medicina experimental, pero recibirá la ayuda de quien menos esperaba, Barett Durov, el padre de su hijo.
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Capítulo 18
Con la carga de trabajo, el cuerpo de Aiden sufrió de un colapso, ya era un cuerpo débil, pero ahora había empeorado.
Tuvo una fuerte fiebre que duró varios días, aún en ese estado, Aiden continuó trabajando.
Todo su cuerpo ardía por dentro pidiendo que dejara salir la feromona que se acumulaba por dentro, un camino para lograr que saliera la feromona era pedir la ayuda del alfa con el que había tenido contacto hace tiempo, sin duda, eso era lo último que haría Aiden.
Al no ser capaces de soportar el dolor, varios omegas que se encontraban en la misma situación recurrían a este método, muchas veces perdiendo su dignidad o sometiéndose a los malos tratos y caprichos de esos alfas.
Sin embargo, esa solución no siempre era confiable, al sentir la fuerte feromona del alfa, y forzar su cuerpo a emitir las feromonas, podía llevar al omega a un estado de shock, un shock de feromonas del cual era difícil recuperarse.
Aiden no podía digerir la comida y terminaba vomitándola, su cuerpo se encontraba más delgado y frágil.
Su mayor preocupación era realizar el medicamento para su hijo, por lo que continuó trabajando a pesar del dolor que sentía.
La glándula del omega era realmente frágil, era como diseccionar un frágil huevo, no era difícil para Aiden, solo tenía que encontrar el lugar exacto en donde pudiera perforar con una pequeña aguja el lugar sin dañarlo.
Solo tenía una oportunidad para lograrlo, no era permitido fallar.
"Debería descansar un poco", Michael estaba preocupado por la salud de Aiden.
No podía recuperarse, se veía más demacrado y frágil conforme pasaba el tiempo.
"Estaré bien pronto, solo tengo que trabajar un poco más", dijo Aiden mientras miraba jugar a su hijo.
Isaac se mantenía entretenido con Girlboss, al tratar de seguir a la cachorrita, Isaac se movía más por su propia cuenta.
La fecha en la que debía completar su tratamiento estaba próxima a llegar, como el niño se encontraba registrado en el hospital bajo el nombre de Michael, Aiden tenía que registrar primero a Isaac en la notaria como su propio hijo y retirar el tratamiento.
Después de todo, Aiden era médico investigador y podía encargarse del tratamiento de su hijo, pero tenía que verse mejor y recuperar su salud.
"Solo tengo que sacar esto", dijo Aiden tocando la parte posterior de su cuello.
Su propia feromona ayudaría a su hijo tanto como a él mismo al liberarlo.
Un Alfa era capaz de morder ese lugar con facilidad, pero solo era guiado por su instinto, así que no tendría mucha ayuda si preguntase, a menos que estuviera presente en el momento del acto.
"Un acto horrible, dejar una marca visible en un lugar tan bonito", dijo Aiden perdido en sus pensamientos.
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El medicamento que funcionaria para liberar la feromona de la glándula estaba compuesto de diversos relajantes y medicamentos para mejorar el flujo y circulación de la feromona al momento de su liberación, al momento de la aplicación no ocasionaria un ciclo de calor en el omega, más bien llegaría a relajar su cuerpo.
Había un compuesto extraño en el medicamento que tomo Aiden cuando estuvo ingresado en el hospital, aparte de ocasionar el ciclo de calor en el omega, el medicamento tenía un compuesto que atacaba directamente al corazón.
Se trataba de un simple analgésico mezclado con esteroides que dañaba el corazón.
Como no podía entrar con regularidad al laboratorio del centro de investigación como antes, Aiden instaló su propio laboratorio en su casa con las cosas que tomó del centro de investigación.
"Ratas mentirosas", Aiden estudió el acelerador de ciclo de calor que compró Michael, ya que él aún tenía prohibido comprar medicamentos de las farmacias, una orden que la Señora Iria había puesto y debía retirar.
El acelerador de ciclo de calor y el medicamento que usaban en el hospital para supuestamente liberar la feromona, no era más que el mismo componente mezclado con analgésicos y esteroides que dañaban el corazón y distintos órganos.
Aiden redactó un informe completo sobre el medicamento y sus mentiras, lo presentaría pronto sin importar las consecuencias.
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El hospital en donde solía tratarse Isaac estaba repleto de bebés en el mismo estado, Aiden fue a verificar en que condiciones se encontraban estos niños.
Había una solución, una solución sin tener que pasar por todo ese dolor, si bien la mayoría de los niños estaban acompañados por sus papás o mamás omega, la feromona del padre alfa era necesario para crear el nuevo medicamento, no podía tomar la muestra de cada uno para resolver el caso de cada bebé, tenía que ser un medicamento que pudiera usarse de manera general.
Todo cuerpo contiene hormonas, que son fundamentales para el desarrollo y se transmiten por medio interno. Mientras que las feromonas se propagan por el medio externo, ese era el funcionamiento normal de un cuerpo.
Pero en este mundo, las feromonas debían ingresar al cuerpo de un niño para fortalecer su crecimiento y desarrollo.
Es por eso que era doloroso el no poder expulsar o tomar las feromonas.
Lo mismo ocurría con los bebés que crecían sin las feromonas de alguno de los padres.
"Es más sencillo nacer como un beta", dijo Aiden suspirando.
Un beta era un ser humano normal sin tener que lidiar con las feromonas.
Cuando se escucharon los llantos de los bebés, Aiden salió del hospital, no era capaz de soportar el llanto de dolor de los niños porque recordaba el momento en que su hijo pasó por lo mismo.
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Con solo una oportunidad de tocar la glándula del cuerpo sin vida de Caden, Aiden hizo una pequeña incisión que fuera del tamaño de una aguja, no tenía más tiempo que perder, ya que el tratamiento de su hijo estaba cerca.
Solo fue una pequeña perforación y la glándula no sufrió daño alguno.
Aiden sonrió extasiado, al fin había logrado encontrar el lugar donde podía poner la inyección en la glándula sin dañarla.
