Maite es una chica de quince años que se enfrenta a una dura decisión, dejar a su sobrino en un orfanato, o cuidarlo como si fuera su hijo.
Un incidente con una cartera haría que su vida cambie de un día para otro, provocando no solo una nueva oportunidad de trabajo para que mejorar su condición de vida, al igual que el niño que la llama mamá, sino que también hará que cruce caminos con un hombre que tiene mucho que ver con él.
No obstante, sus personalidades y formas de ser son tan opuestas que el llevarse bien será algo difícil.
¿Podrá surgir al más allá que solo la conexión que los une con respecto a su hijo?
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Capitulo 18
Horas después Maite y Patricia regresan a la villa, Maite va por su hijo, el está haciendo su tarea. Maite se siente muy orgullosa al ver cómo su pequeño es muy responsable. Ella le da un beso en su mejilla.
— Mami. — Daniel deja su tarea y la abraza.
— ¿Te ayudó con tu tarea?
— Si. ¿Me puedes leer lo que voy a hacer aquí? Es todavía no puedo.
— Vamos a leerlo juntos. ¿Sale?
— Sale.
Maite comienza a leer las instrucciones y Daniel repite después de ella. Luego de un rato son llamados a comer y ambos bajan. Patricia le pregunta a Daniel cómo estuvo su día, el responde que bien, se divirtió mucho en la escuela. También pregunta por el tío Leandro, Patricia responde que el se siente cansado y no quiso bajar a cenar.
...
Los días siguientes Maite se va con Patricia al trabajo, ellas llegan muy temprano, así que no se cruza a David ninguno de esos días. El viernes Maite pide permiso a Patricia para salir temprano, ella le pregunta por qué, a lo que Maite responde que va salir con alguien. Patricia imagina quien es el alguien, se pone muy contenta y le dice que si quiere el chófer la puede llevar a casa para arreglarse.
Maite le da las gracias, y aunque no quiere aceptar al chófer, termina aceptando ante la insistencia de su jefa.
El chófer la lleva a casa, Maite busca entré su ropa algo lindo que ponerse, el clima es fresco así que toma un suéter delgado color rojo, un pantalón entubado color azul marino, y unos tacones del mismo color.
— Mami. ¿A dónde vas tan bonita? — Le pregunta Daniel.
— Tengo una cita.
— ¿Con quién? — Daniel se enoja.
— Con un amigo.
— Yo voy contigo.
— Amor.
— Yo voy. Tengo que cuidar de ti.
— Yo me puedo cuidar sola. Además la película que vamos a ver no te va gustar.
— Quiero ir. — Daniel pone una carita molesta.
— Ya te dije que no. Amor no va pasar nada. Sólo iré al cine con el.
— Pero mamá. ¿Y si el te besa la boca? — Maite se ríe.
— No me va besar. — Maite lo sienta sobre sus piernas. — ¿Confías en mí?
— Si.
— Te prometo que voy, veo la película y regreso a cenar contigo. ¿Si?
— Está bien. — Maite le da besos en los cachetes. — Pero no dejes que te bese la boca.
— No lo haré. Te lo prometo.
...
En la oficina, Patricia termina su trabajo y va al elevador.
"Para este momento Maite y David ya debe estar en su cita." Piensa ella emocionada, pero sus ilusiones se desvanecen cuando ella ve a David junto a su nueva secretaria. Patricia se molesta y sale del elevador.
— ¿Qué haces aquí? — Le pregunta ella.
— ¿Desde cuándo te doy explicaciones?
— ¿Y tu cita?
— ¿Cuál cita? ¿De que hablas? — Pregunta David, Patricia se da cuenta de que el en verdad no tiene idea de nada. "¿Si no se fue con David, con quién salió?" Se pregunta ella. No pierde tiempo y baja al estacionamiento, le pregunta a su chófer dónde dejó a Maite.
— En el cine.
— ¿Viste con quién estaba?
— No.
— Llévame a mi casa.
— Si señora.
...
Maite y Ezequiel termina de ver la película y el la invita a cenar.
— Le prometí a mi hijo que llegaría a cenar con él.
— Mami. — Daniel llega y abraza a Maite.
— ¿Dani que haces aquí?
— Vine con mis tíos. — Maite se da la vuelta y ve a Patricia con Leandro.
— Maite. No pensé que vendrías a esté cine. — Patricia intenta disimular.
— Qué agradable coincidencia. — Dice ella sin saber que más decir.
— Mi esposo y yo vinimos a ver una película. ¿Nos acompañas?
— No gracias. Ya estoy por irme.
— Mami, vamos a quedarnos un rato. — Maite observa a Ezequiel.
— Por mi no hay problema. Podemos quedarnos si quieres. — Contesta el.
— Bueno. — Patricia compra boletos para una película y todos entran a verla, ella se sienta al lado de Maite y del otro lado Daniel, así que Ezequiel queda lejos de su cita.
...
Al terminar la película Patricia sugiere que vayan a cenar, todos están de acuerdo, ella elige un lugar muy caro, Maite lleva a Daniel a lavarse las manos. Mientras tanto en la mesa, Patricia le hace preguntas un poco incómodas a Ezequiel.
— ¿Habías estado en éste restaurante?
— No señora. Es mi primera vez aquí.
— Supongo que con lo que ganas no te alcanza.
— Tal vez me alcanza, pero no me gusta darme lujos que no necesitó.
— Los hijos salen muy caros hoy en día, ¿crees que puedes mantener a un hijo ajeno?
— ¿Por qué me hace esa pregunta?
— Por qué noto un interés muy grande en ti por Maite. Sabes que ella es madre soltera. ¿Por qué te arriesgas a entrar en una relación así?
— Yo...
— Por tu propio bien, deberías alejarte de ella. — Maite regresa y Patricia finge una sonrisa.
— Amor, vamos a lavarnos, te ayudaré. — Le dice a Leandro. El se va con ella al baño.
— ¿Qué crees que estás haciendo? — Le pregunta el cuando están solos?
— Estoy alejando la competencia de mi hermano.
— No tienes derecho. Si Maite quiere salir con otro hombre, es su decisión. No te metas.
— Maite no puede amar a otro que no sea mi hermano, no quiero que mi sobrino crezca con alguien que no es su padre.
— Tu hermano lo debió pensar mejor, el la dejó sola.
— Tu no sabes cómo pasaron las cosas.
— ¿Y tú si?
— Todavía no, pero pronto el detective me traerá información.
— ¿Y si no investiga nada?
— Cómo sea sabré lo qué pasó. Y tú serás el primero en enterarse.
pero no tuvo ninguna otra mujer después de eso
en cambio Leandro tenía su esposa y decía que se amaban
entonces a Maite le va a amargar la vida pensar que ella destruyó ese matrimonio así no fuese directamente la que lo hizo
da la impresión de que ella sí se metió en ese hogar que iba bien hasta que supuestamente iba bien hasta cuando él la llegó