Han pasado solo unas pocas desde que Camila se fue de su vida, pero Nicolai siente que algo muy grande le hace falta. Siente que debe luchar por eso que mas quiere, pero los obstaculos en su vida no paran de aparecer. ¿puede aun quedar un poco de su alma en ella?
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Chica tonta
Alexandre miro de nuevo hacia la casa, llevaba casi media hora dentro del carro con las manos fuertemente apretadas en el volante, se susurraba así mismo si era buena idea hablar de nuevo con Camila.
Miro para los lados aun analizando el tema, habia querido preguntarle a Nicolai pero sabia que obtendria una negativa. Él sólo, tomaría esa desicion, sentia que era algo tan intimo entre el y su hermano, que parecia estarlo traicionando
- Que idiotes - hablo Alexandre entre dientes - es por él que lo hago.
Se bajo del carro decidido a hablar con Camila y sintiendose como un loco por haber estado media hora dentro del carro hablando solo.
Cruzo la calle y toco el timbre pero no escucho nada, lo volvio a tocar pero no hubo respuesta
-Maldicion - gruño Alexandre- esta puta puerta no me va a detener
miro el cerrojo, no era muy dificil de abrir, volvio para el auto y busco en la guantera unas pequeñas heramientas que le ayudarian y una llave suiza, coloco todo en el bolsillo de su abrigo.
Volvio a la puerta y la abrio en un minuto, la casa estaba sola y no se escucha ningun ruido. No era la primera ni la segunda vez que estaba en la casa de Patrick, había venido muchas veces para conversar con Patrick en el pasado.
Aun no entendia ¿por que el habia hecho esto? tenian una amistad de casi veinte año y de la nada se separa. Camila es muy bonita y hermosa pero dar la espalda a toda tu vida por una simple mujer, le parecía una estupidez.
Se sentaría a esperar en la sala hasta que alguno de los dos llegara, reviso sus sobaqueras, donde estaba enfundada la pistola y se sento en el sofa mirando, se distraerá en el celular.
Esperó poco mas de una hora cuando escucho la puerta abrirse, por los pasos leves percibio que era Camila y sonrió. Solo escucho el grito agudo de la mujer cuando la tomo por sorpresa sentado en la sala, que tenia las cortinas cerradas y dejaba entrar poca iluminación.
- Hola Cam - saludo Alexandre
-¿que...? - Camila sentia que su corazon se iba a salir del pecho, no podia creer que era Alexandre, ¿que hacia dentro de la casa? pero tambie le impresionó que la saludara, Alexandre nunca saludaba.
-Si, lo se, es muy extraño todo esto - Alexandre abrió los brazos, señalando todo a su alrededor - pero necesito hablar contigo.
-¿no era mas facil llamarme? - pregunto Camila, deja su cartera encima de una pequeña mesa y fue abriendo las cortinas iluminando toda la sala.
-Es cierto, pero tengo la cabeza en otro lugar, solo vine para aca - explico Alexandre, apretandose la sien.
-¿que necesitas hablar conmigo? - Camila se sento en frente de él, aun se sentia en confianza estando con Alexandre.
-Sobre nuestra promesa, la promesa que le hicimos a nuestra madre - Alexandre se cruzo de brazos y la miri serio
-¿por que? Nicolai nunca acepto hablar de eso - Camila se sintio confundida, eran muy celosos con su pasado, primero habia sido Natalia y ahora Alexandre.
-Porque quiero a mi hermano y porque creo que esto resolvera mucho, pero la ultima desicion la tomas tu, siempre lo he dicho - Alexandre respiro hondo y comenzo a contarle todo lo que habia pasado esa noche.
Las expresiones de Camila variaban entre el miedo, el terror, la tristeza y la sorpresa, antes de darse cuenta estaba llorando, quizas era por sus hormonas, sentia sus sentimientos a flor de piel, sentía un fuerte dolor en el pecho, quizas fuera por ver a su hijo tan solo unas horas atras, pero parecia que aquella historia entraba con hielo en su pecho.
-Nicolai fue quien mas sufrio esa noche, tardo más de un mes en salir del hospital y al salir parecia otra persona, aun siento que es mi culpa, si esa noche yo no lo hubiera obligado a seguirla, él no hubiera casi muerto - Alexandre estaba cabizbajo, nunca había contado lo que sucedio esa noche, sentía un vacio en el estomago y escalofrios en la espalda - yo tenia a nuestra madre moribunda en mis brazos y lo ultimo que ella vio fue a su hijo mayor ser apuñalado por su esposo, sus últimas palabras fueron "mi Nikia, disculpa"
-Ahora entiendo porque esa promesa es tan fuerte para Nicolai- Camila se limpio las lagrimas y miro Alexandre- pero yo siempre fui un mero contrato para él, aun no entiendo porque ustedes estan haciendo todo esto Alexandre, desde que sali del hospital no he visto ninuna vez mas a Nicolai y a pasado mas de un mes.
-chica tonta, quieres ser un gran ejecutivo pero te olvidas de las bases de un contrato, tu rompiste el contrato solo dos semanas depues de firmarlo, debes de saber que luego de eso, las dos parte deben sentarse y discutir la renovación del contrato si quieren que todo continue con normalidad, en ningun momento Nicolai te pidio eso y él es muy apegado a los contratos, muy apegado a sus planes, si lo quiebras hasta alli llego la sociedad. - alexandre la señala con el dedo y se rie - Pero contigo realizo una excepción, no solo no te hizo firmar un nuevo contrato sino te perdono, lo que hicieron estuvo fuera del trabajo, mujer tontas, piensa un poco en el contrato vuelvelo a leer, tu hacías muchas cosas que estaban prohibidad en el contrato por ejemplo podias salir con tus amigos sin problemas, solo aguantabas el ataque de celos de Nicolai y no solo eso, tambien podias beber que tambien estaba prohibido, Nicolai te trato como su pareja, no como un contrato, solo era un excusa que él mismo se creo para no aceptar lo que sentia por ti.
-Pero él siempre lo repetia, siempre me lo recordaba - Camila no queria aceptar eso, era imposible que Nicolai se hubiera enamorado de ella.
-Analiza un poco mas el contrato, vuelvelo a leer y encontraras que lo de ustedes no fue un contrato eso fue solo una excusa para Nicolai, ni el mismo estaba preparado de sus sentimientos hacía ti Cam. Aun esta perdido Camila- la mirada de tristeza de Alexandre pareció decirle que algo malo le estaba pasando a Nicolai, por un momento sintio mucha preocupación por él, queria verlo.
-No puedo hacer nada - Camila se quito aquel sentimiento del pecho, penso en su hijo prematuro, no podoa volver con Nicolai, como madre su instinto le decia que debia de alejar a su hijo de un posible mal futuro, no podia pensar solo en ella, ahora Maksim era su prioridad - Me voy de nueva York en dos meses.
-¿como? ¿por que? - Alexandre la mi sorprendio, se puso en pie sintiendose furioso, habia tomado una mala decisión, le habia hablado con sinceridad a Camila pero ella solo les daba la espalda, quizas se habia equivocado y realmente ella no sentia nada por Nicolai ¿como luego de decirle algo tan delicado, solo respondia que se iria?
-Me aceptaron en una empresa europea, solo estan esperando mi recuperación - realmente la recuperación de Maksim, penso Camila - voy a trabajar como administrador en jefe, es un buen futuro y no lo puedo rechazar.
-Pense... ustedes dos son mas idénticos de lo que parece, son tercos y solo piensan en sus futuros, has lo que tu quieras Camila, es todo lo que vine a decir - Alexandre camino hacia ella, le robaria otro beso.
-Si me vuelves a besar Alexandre te voy a golpear - Camila adivino sus intenciones, se puso de pie, la ultima vez la habia agarrado con la guardia baja, Alexandre solo sonrió y con un rapido movimiento tomo su rostro y la beso, esta vez no fue un beso rapido el saboreo sus labios una y otra vez a pesar de los movimientos de Camila.
-Es de parte de Nicolai- dijo Alexandre separandose y sonriendo pero Camila lo tomo por sorpresa y le dio un golpe en la mejilla, la miro incrédulo- que seas feliz Camila.
-Eres un idiota Alexandre, deja de invadir propiedas privadas - le grito Camila pero el salio de la casa solo riendose.
Camila se toco los labios, estaban calientes, le recordo tanto los apasionados besos de Nicolai, paso su lengua por ellos.
Pero que idiotez estaba haciendo, fue Alexandre quien la beso. Pero a pesar de todo no eran tan frios como los labios de Patrick.
Dejo de pensar en eso y subio rapido las escaleras, tenía que leer de nuevo el contrato ya ni recordaba ni la mitad de lo que decía.