Derritiendo El Corazón De Un Mafioso

Ángela no se movía de la habitación donde tenían ah Roby, por más que quería alejarse muy en el fondo no podía, un sentimiento de cariño, ternura y amor crecía por ese chico malo.

Por otro lado Angelina se encontraba en una habitación acompañada de Sergio y Jade.

*Tío por que no tienes novia* dijo Angelina sin ningún pudor mirando a Santiago y ah Jade sonrojarse.

*Mi pequeña por qué no había llegado la indicada* respondió Santiago con una sonrisa.

*Ósea que ya llegó tío?* Pregunto Angelina curiosa.

*Mmm bueno digamos que si* respondió Santiago dándole una pequeña mirada ah Jade.

*La conozco?* Insistió la niña

*Pequeña eso lo hablaremos después si?, Quiero que trates de descansar lo que sucedió no ha Sido fácil y quiero que cundo Roby despierte tu estés con energía para que ayudes a cuidarlo, te parece?* Decía Santiago para cambiarle el tema ah Angelina.

*Si tío está bien, cuida de la tía Jade por favor.* dijo la pequeña Angelina.

Y sin más Angelina cerró sus ojitos para tratar de descansar, eso sí, sin dejar de abrazar su peluche…. Santiago y Jade decidieron salir de la habitación pero está vez Santiago no se hizo el tonto

*Hermosa dama le gustaría dar un paseo por el jardín con este humilde servidor el cual está tendido a sus pies* dijo Santiago de manera elegante haciendo sonrojar a Jade.

*Creo que no es conveniente señor, yo no lo conozco* respondió Jade algo nerviosa.

*Pero eh allí el detalle permíteme dar un paseo a tu lado por el jardín y así nos conocemos un poco más, además que me tienes hechizado con tu hermosa mirada* decía Santiago con un pequeña sonrisa.

Jade no le quedó más que aceptar tal paseo, pasando muchas ideas locas por su mente, como el que Santiago es un hombre muy guapo, además ese toque nerd le fascinaba, es tan galante, habla hermoso, la trata como ah una flor, en conclusión era el hombre perfecto para ella, pero primero debía descubrir culés eran las intenciones del chico hacia ella.

Carlos por su parte se encontraba en la cocina acompañando ah Alejandra, Yenifer y ah Emily, por lo general no era muy conversador pero por conquistar a la chica que le roba los sueños sería capaz hasta de convertirse en un loro parlanchín.

*Aún no puedo creer que estemos viviendo todo esto* decía Yenifer soltando un suspiro.

*Yo quisiera buscar a mi familia pero en estas condiciones lo mejor es quedarnos al lado del señor Jhonson* dijo Alejandra mientras se movía de un lado a otro en la cocina ayudando a la empleada a preparar una ensalada.

*Y tú Emily que piensas de todo esto* pregunto Yenifer muy curiosa pues se había fijado que Carlos no se quería despegar de ella por nada del mundo, la única que no se daba cuenta era ella.

*Todo esto es muy confuso, por un lado me siento feliz de haber Salido de las garras de ese mal nacido, por otro lado tengo mucho miedo de que nos pase algo, quisiera tanto vivir libre y feliz, pero mis sueños han Sido arrebatados y no se ya que quiero para mi vida* respondió Emily sin animo

Los minutos y las horas fueron pasando, Santiago sentía que iba ganando terreno con Jade, ya había descubierto que la chica es oriunda de Turquía pero desde los quince años había escapado de su casa por que la obligarían a casarse con un viejo al cual no amaba, también supo cómo había llegado Jade ah mano de Stefano, siendo vendida por la que ella pensaba era su amiga, y así muchas cosas más.

La noche llegó, todos habían compartido la cena, excepto Ángela que no se despegaba de la cama donde estaba Roby, la temperatura corporal de aquel hombre iba en constante aumento y eso tenía las alarmas encendidas de Ángela, mientras colocaba pañitos remojados con agua fría para ayudar que la fiebre bajara mientras el tratamiento que le acababa de colocar el Galeno hacia efecto.

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En la habitación donde se queda Emily, después de una larga ducha y organizar sus pensamientos fue y se acomodo en la cama arropándose con la delgada sábana y apagando la luz, en un momento de estar quedándose dormida,  sintió un peso al principio pensó que era un sueño pero luego abrió sus ojos muy grandes y reaccionó tratando de levantarse y pegar un grito cuando su boca fue tapada por unas grandes manos.

*Shhhhhh, mi pequeña Emily soy yo Carlos, no grites* dijo Carlos al oído de la chica mirándola asentir y así el retiro sus mano de su boca.

*Que hace usted aquí, que pretende* dijo Emily con el ceño fruncido el cual no se lograba ver muy bien en la oscuridad.

*Quiero hablar contigo Emily, bueno es que voy. A ser sincero contigo* dijo Carlos algo nervioso.

*Eso espero que sea lo más sincero posible y se vaya o me obligará a irme de aquí* dijo Emily cruzándose de Brazos.

*No por favor, escúchame, es que desde que te Vi, realmente llamaste mi atención, me gustas muchísimo Emily, cada vez que te tengo cerca eres como mi tentación y se que después que te tenga serás mi adicción* dijo Carlos muy seguro de si mismo.

Emily quien se encontraba en shock, no sabía que hacer o que decir, realmente ese hombre era hermoso, tenía físico increíble que hace mojar bragas a cualquier mujer, pero el se había fijado en ella, y aún no lo podía creer.

*Dime algo por favor mi pequeña Emi* dijo Carlos acariciando la mejilla de Emily

*Disculpa, es que creo que estás jugando conmigo* dijo Emily muy segura.

*Para nada, si quieres nos casamos mañana mismo, no sé si crees en amor a primera vista, pero ahora se que si existe, y estoy como un loco por ti* dijo Carlos muy suave.

*Bueno, no te voy a negar que eres muy guapo, pero también eres como loco, como nos vamos a casar mañana, estás demente, mejor nos conocemos y ahí vemos* dijo Emily sin cerrar la oportunidad de conocer a Carlos.

*Me parece perfecto, voy a dormir hoy contigo, quiero que te acostumbres a mi, quiero todo contigo Emily* dijo Carlos mientras se quitaba su camisa.

*Pero salistes descarado, quien te dio permiso de dormir conmigo, además tú y yo no somos nada* dijo Emily algo nerviosa.

*Por eso no hay problema, soy un hombre que no me gusta perder el tiempo, se que eres la mujer perfecta para mí, claro dentro de nuestros errores, por qué nadie es perfecto pero cuando te gusta alguien hasta los más crueles defectos para los ojos del enamorado son perfectos* dijo Carlos Mientras se adentraba a la cama.

*Que pervertido eres, no creo que no tengas tu propia habitación para que estés molestando en la mía* dijo Emily nerviosa y ruborizada.

*Déjame demostrarte cuanto me encantas* dijo Carlos para colocar su mano en la mejilla y estamparle un gran y delicioso beso en los labios de esa hermosa chiquilla.

Los dos se dejaron llevar por la sensación tan embriagadora de ese beso, Carlos cada vez que podía lo profundizaba, solo se tomaban pocos segundos para recobrar el aire y seguir intensificando sus beso haciendo sentir una ola de sensaciones y corrientes en el cuerpo de Emily, llego el momento de separarse y Carlos saco un pequeño anillo del bolsillo de su pantalón este era algo sencillo pero hermoso.

*Se que no tengo ni una semana de conocerte, pero en mi vida eh aprendido que no puedo perder el tiempo, hoy estoy aquí contigo mañana no sabré si estaré acompañando a mis padres en el mas allá, Emily me encantas, me fascinas no he podido dormir pensando en ti, si aceptas ser mi novia, mi esposa, mi mujer, mi amante, mi amiga, mi confidente te prometo estar a tu lado por el resto mi vida* dijo Carlos con sus ojos brillosos esperando una aceptación de  parte de ella.

Que podía hacer? que debía decir? Todo era como demasiado rápido? Deberia de arriesgarse? Es cierto a veces las personas duran años conociéndose para luego casarse y no ha pasado un mes cuando el matrimonio es un fracaso, también ha escuchado de personas que al mes de conocerse ya se habían casado y eran las parejas más felices del mundo, será que todo era cuestión de suerte? O se trataba de una sugestion?. – Pensaba Emily

*Dime algo muñeca, no me dejes así* dijo Carlos algo asustado pues nunca había hecho lo que está haciendo con ninguna otra mujer

*Está bien, pero con una condición* dijo Emily viendo como una amplia sonrisa se dibujaba en los labios de Carlos.

*Lo que mi muñeca pida, de hoy en adelante soy tu esclavo* dijo Carlos.

*Quiero que vayamos con calma, ni siquiera te conozco, y pues es por dónde debemos empezar* dijo Emily

*Pídeme lo que sea menos eso, quiero que seas mi mujer* dijo Carlos y sin perder tiempo y sin dejarla hablar estampo nuevamente sus labios con los de Emily.

Emily no pudo soportar por mucho tiempo así que decidió entregarse al deseo y la pasión que ambos estaban sintiendo en ese momento así mañana se arrepintieran.

Poco a poco Carlos fue llenando de besos cada centímetro de su piel, sus manos parecían las de un pulpo acariciando por todos lados el cuerpo de su musa, hizo una estación en sus protuberantes pechos, pasando muy delicadamente su lengua generando corrientes eléctricas en el cuerpo de aquella mujer, como todo un artista bajaba poco a poco dibujando con sus besos las sensaciones más exitant es que podría sentir una mujer, llegando a su dulce fruta la mordió, la lamió, y la chupo hasta sentir los jugos deliciosos.

Emily no paraba de emitir gemidos ahogados en sus sábanas blancas, cuando Carlos se posicionó en el medio de ella , poco a poco y con sutileza fue introduciendo su falo, Emily no era virgen pero a Carlos muy poco le importaba eso, lo más importante es que ella era de el, solo de el y de nadie más.

Sus movimientos fueron acelerándose, produciendo más corriente dentro de sus cuerpos, como todo acróbata Carlos giraba y posicionada a Emily en diferentes posturas el cual le daban un mayor grado de satisfacción, hasta el punto en que ambos llegarán al clima x más alto de placer..

*Eres mía, y solo tu sabes encender el fuego que hay dentro de mi* dijo Carlos atrayendo a Emily había su pecho quedándose ambos dormido.