Volver A Conocerte

-déjame volverte a conocer Danna- no pude responder, alguien entró a la oficina sabía que no debía alejarme mucho pues él iba a caer al piso

Odié a la persona que nos interrumpió, era una enfermera que se veía bastante asustada

-Doctora, el paciente de la cama 316 que atendió en urgencias está colapsando-

Le hice seña para que se acercara a nosotros y tomara a Cain

-Vuelvo en un momento Cain- corrí por el pasillo y subí al elevador, mientras llamaba al doctor encargado de la guardia

En menos de 2 minutos ya estaba allí, vi que tenían problemas, el paciente estaba en medio de un ataque de epilepsia bastante agresivo

Después de luchar en contra del tiempo pudimos estabilizar al paciente, y después de dar indicaciones pude volver al consultorio, vi a mi siguiente paciente esperando en el pasillo me preguntó por qué Hiram no lo había pasado

Al entrar me encuentro a ambos hablando como si nada en el sofá, Cain estaba con las piernas extendidas en el mueble mientras que Hiram revisaba el expediente del siguiente paciente

Ambos me vieron preguntando con la mirada si todo estaba bien, yo estaba agitada y supongo que hasta el cabello hecho un remolino

-Ya veo por qué no has pasado al paciente- mire a Hiram con un poco de molestia

-estaba esperando para que llegaras Danna- decía riendo mientras se rasca la cabeza

-pásalo, y dame el expediente- se lo quité de las manos, me vio sonriente y salió al pasillo Cain me veía atento como si esperara mi siguiente movimiento

-tienes que irte- él me vio serio -mis consultas deben ser privadas-

-entiendo- su mirada era entristecida, tenía ganas de quedarme más tiempo con él, pero tenía un deber por cumplir -pero continuaremos en casa-

-si, lo sé- me hizo seña para que me acercara a él, y así lo hice, me puse a su altura, se inclinó hacia mí y beso mi mejilla después me vio sonriente

-te veré más tarde- salió del consultorio, no sabía cómo habíamos llegado a esto tan rápido, pero me alegraba de sobremanera

Entró mi siguiente paciente junto con Hiram para seguir con la jornada

Después de algunas consultas y rondas por los pasillos pude terminar mis deberes, Hiram había terminado temprano así que lo dejé volver a casa para que adelantara su tesis

Ya para salir de la oficina alguien a quien no esperaba apareció en la puerta

Una mujer de mediana edad, cuerpo que una veinteañera envidiaría y de ropa elegante entró sin pedir permiso

Julissa Lane, era la jefa de cardiología en el hospital y fue amiga y amante de fallecido suegro, una mujer de actitud déspota que se sentía dueña del lugar

-Linda tarde Julissa ¿a qué debo tu omnipresencia en mi oficina?- ella siempre me vio con fastidio, puesto que siempre me ha visto como quien le ha quitado la herencia que le dejaría Mathew Rogers

-Deja tus juegos de lado, niña- tomó asiento frente a mi escritorio -Tengo que hablar contigo-

-¿Te ofrezco, agua, café o cualquier otro elixir?- me vio fastidiada, yo no solía ser grosera con nadie, pero a esta mujer debía tenerle cuidado, era capaz de querer manipularme si yo me dejara

-no tengo tiempo para tus bromas, idiota-

-tú has venido a mi oficina Julissa, el tiempo lo tienes- rodó los ojos, exasperada – ¿qué se te ofrece?-

-estoy enterada de que le has pedido el divorcio a tu querido Cain, venía a preguntar ¿cuándo iba a poder reclamar la cláusula del testamento en donde dice que si no duran dos años casados el hospital pasa a ser mío?- su sonrisa nefasta me molestaba, pero no iba a caer en el juego que trataba de hacer

-no sé dé que me hablas Julissa, las cosas con Cain van de lo mejor- comenzó a reír estruendosamente estaba viendo su teléfono y después me lo ha mostrado, un video se estaba circulando en donde se veía el escándalo que hice en la gala

-espero que sea pronto antes de que se cumplan los dos años querida- sonreía triunfal yo solo sonreí hipócritamente

-¡veo que estás en todos los chismes de adolescentes!- me daba asco mi propia ironía, pero esta mujer se lo merecía -Lamento decirte que el divorcio está planeado para después de los 2 años- su mirada era colérica

-¡con este video puedo apelar que están cometiendo un fraude!- se levantó y apoyo sus manos sobre el escritorio

-haz lo que quieras Julissa, Cain en este momento no se encuentra en facultades para saber si quiere divorciarse o no de mí, así que hasta que mentalmente esté bien podemos hablar de lo que tú quieras- tome la misma posición que ella sobre el escritorio -y si no quieres esperar, te recuerdo la oferta que te hice antes, compraré tu porcentaje del hospital si tú quieres venderla, pero no dejaré que se pierda el patrimonio por el cual el Señor Mathew lucho tanto por sostener para su hijo-

-Nunca venderé mi parte, esa me la dio Mathew- yo me incorporé, no tenía intenciones de aguantar su actitud de niña

-entonces conformarte con eso- tomé mi bolso -si me permites tengo que irme-

-una principiante no podrá con la carga de este lugar-

-hasta ahora lo he hecho excelente- le señale la puerta para que saliera, y está a regañadientes lo hizo – ten una bonita noche Julissa- cerré la puerta y después camine hacia el elevador, escuche sus tacones Gucci caminar furiosos al lado contrario

Esa mujer tenía diciendo que sería la dueña del hospital meses antes de que mi suegro falleciera, realmente era una descarada

Al llegar al estacionamiento me dirijo hasta donde deje mi auto, a lo lejos pude distinguir a Liam que me esperaba recargado en el cofre

-Liam… ¿Qué haces aquí?-

-¿Qué no puedo venir a ver a mi mejor amiga?- estaba algo extrañada porque él nunca había venido al hospital por mi

-No... No digo eso, pero me parece extraño…  digo nunca lo habías hecho-

-siempre hay una primera vez- no sabía cómo cortarle el rollo, es que lo que más me apuraba era llegar a casa con Cain, para retomar la charla

-lo lamento Liam, pero lo que quiero ahora es llegar a casa a descansar, ha sido un día muy agotador-

-no creo que quieras encontrarte con Lissa- sentí una punzada en el pecho - supe que Cain la llamo para que fuera a la casa- no sabía cómo procesar lo que me había dicho, me sentí decepcionada quizá solo estaba jugando o simplemente retomaría la venganza en mi contra

-¿de verdad?- traté de sonar lo menos interesada él asintió, tomo mis manos y me acerco para abrazarme

-te llevaré a la playa, verás que te relajará-