Mía se ha separado de su familia en malos términos y todo por un supuesto amor que la meterá en serios problemas.
Aparece una amiga verdadera que la cuida y un hombre de las sombras que la protege, además de que ella decide buscar a su amor de la infancia y pedirle perdón.
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Cap. 18 ¿Cómo te atreves a entrar en el concurso?
Mia enfureció en ese momento, Lena siempre la trataba así de mal todo el tiempo, quería asesinarla, pero cuando vio lo que había en la mesa le dio hambre y decidió comer, por último era el jefe Dark el que pagaba todo eso.
Mia trabajó en su proyecto todo el día sin que la moleste nadie y cuando estaba listo ella sonrió orgullosa, ese era el trabajo que quería mostrar.
En la noche esperó al jefe Dark pero él nunca apareció y ella se durmió un poco resentida, no sabia por que lo estaba esperando, a lo mejor se sentía tan sola en esos días que hasta ese hombre era una buena compañía.
El lunes en la mañana se reunió con Nicolas Levin, él dio el visto bueno y se reunieron en la tarde para presentar oficialmente al concurso pero cuando llegó no encontró a Nico y su celular decía que se atrasaría un poco y que lo entregue hasta que él llegue, Mía sonrió y se acercó al lugar con Zule quien estaba más que orgullosa de que su amiga sea tan inteligente.
Mia presentó su proyecto pero escuchó la voz que no quería oír nunca más.
Mia, ¿qué haces?, ¿cómo te atreves a entrar en el concurso? _ Luther estaba molesto, él había querido ganar ese concurso ya que era el que tenía mejores notas, él ya estaba un dos antes que Mía haga su traspaso y había concursado todo el tiempo y no había podido ganar.
¿Qué te importa, eres dueño del concurso?, además siempre he sido más inteligente que tú asi que es obvio que voy a ganar _ Mia habló con superioridad haciendo que Luther enfurezca.
¿Cómo te atreves a decir eso?, no estás ni cerca de mi nivel, solo harás el ridículo _ Luther se cruzó de brazos mientras la miraba burlón.
En ese momento se acercó Reina angustiada mientras miraba con agravio a Luther, él no la había buscado más desde el último incidente con el profesor y Reina se sentía abandonada.
Mia rodó los ojos al verlos, eran realmente descarados y está ridícula escena había distraído a todo el mundo pero en ese momento recibió un mensaje en su celular.
[Apuesta el collar, si el pierde, deberá devolver el collar]
El mensaje venía del jefe Dark y Mia en ese momento entendió la razón de que se inscribiera al concurso, Luteher era vanidoso y egocéntrico así que no se resistiría a ena apuesta para saber quién era el mejor así que se compuso y dijo altanera interrumpiendo el toxidrama de Reina.
Luther, ya que soy tan inferior, hagamos una apuesta _ Mia lo miró con altanería.
Bien, me parece que es justo, voy a disfrutar hacerte polvo en este proyecto, no quiero que estes lloriqueando _ Luther se regodeo burla mientras se quitaba los brazos de Reina que lo tenían sujeto de su brazo.
Reina se molestó aún más por la actitud de Luther, toda la tencion del joven estaba en Mía y era evidente que el solo tenía ojos para ella en ese momento haciendo que Reina se sienta despreciada.
Si ganas, ¿cuál es tu precio? _ Mía hablo sin emociones, como si no le importara lo que pediría, en cambio Luther estaba contento, un brillo de maldad se asomó por sus ojos.
Serás mi mujer por una noche y no podrás negarte a nada _ Luther sonrió perverso mientras que Mia frunció el ceño ante ese estupido pedido.
Reina por otro lado no estaba feliz con esa solicitud, antes lo aceptaba para deshacerse de Mia y terminar esa venganza y Mia sea expulsada pero ahora le parecía absurdo, no entendía por qué Luther quería llevarla a la cama cuando ya habían sido descubiertos.
Mía sin embargo no esperaba que Luther pida algo tan absurdo y descabellado, ella no se imagina siquiera esa situación así que trató de calmarse y pensar con la cabeza fría.
Reina jaló la camisa de Luther en protesta ya que no estaba de acuerdo pero Luther solo la fulminó con la mirada en forma de reprimenda.
Zulema por otro lado estaba molesta, no podía creer lo descarado que era Luther, solo a un desvergonzado se le ocurre pedir algo así en público y sin ninguna pena.