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LA JOYA DEL CAPÓ

LA JOYA DEL CAPÓ

Status: En proceso
Genre:Matrimonio contratado / Intrigante / Mafia / Casada con el millonario
Popularitas:3k
Nilai: 5
nombre de autor: Nene R

Bianca solo tiene un deseo: poder y respeto. Dante se lo concederá. La convertirá en su esposa y lo que en un inicio fue por conveniencia se transformará en algo mucho más fuerte.

NovelToon tiene autorización de Nene R para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

El plan.

BIANCA

El día ha continuado entre pésames y más y las personas que están aquí jamás en la vida los he visto. Todos lucen ropa cara y costoso, manteniendo una mirada asesina entre ellos. A pesar de esos aires de grandeza se han acercado, me han saludo y dado el pésame. No puedo negar que no han sido amables, si lo son y me hablan con mucho respeto.

Continuo por todo el salón y llego a la cocina pidiéndole a Leila que arregle las copas ya que pronto van a servirlas.

Cuando salgo de nuevo al salón encuentro a dos de los guardias ordenando el piano. Dante quiere que toque y no me molesta hacerlo. Algo trama con las copas y el piano, no ha entrado en mucho detalle, pero sé que no es algo bueno.

—Bianca.

Maldición. Es Estefan. He sido muy cortante con él, dejándolo en ascuas que cruce por esa puerta.

Volteo y lo encuentro aquí, luce confundido y molesto. No tiene un buen semblante y parece que ha adelgazado.

—Hola—sonrió levemente, intento demostrarle que estoy bien—.Te extrañe.

—Bianca... ¿Por qué estás aquí? ¿Cómo te ha encontrado?—intenta tocarme, pero bajo la cesante mirada de los invitados no lo hace—¿Te ha golpeado? ¿Te ha hecho algún daño?

—No, yo estoy bien. He venido bajo mi propia voluntad, descuida.

—Bianca, te aleje de aquí y has vuelto. No entiendo nada ¿Puedes explicarlo?

—Lo siento, es algo muy largo que contar y no tenemos tiempo. No le he dicho nada sobre ti a Dante así que no vas a tener ninguna clase de problema.

—No me molestaría enfrentar a ese idiota.

—No le llames así—lo detuve—.Ahora por favor no hablemos de este y solo hay que respetar la muerte de los Rossi ¿Está bien? Es eso porque todos están aquí.

Él asiente, tiene muchas dudas, pero ahora no quiero contestarlas.

Estoy repasando mentalmente a Beethoven, estudie todas las partituras que el abuelo Maximino me entrego. Mientras más miraba a los presentes sabía que debía de tocar algo único que atraiga la atención de todos y pueda envolverlos en un descuido. Solo tengo una oportunidad y no puedo fallar.

Después de un rato escogí tocar en primer y tercer movimiento de Sonata Claro de Luna.

—¿Cómo esta papá?—le pregunto a Estefan.

—Ya sabes no le afecta mucho la muerte de tus suegros, con tu matrimonio con Dante piensa que todo está asegurado y ahora solo anda entrenando a ese guardia enmascarado.

—Oh lo recuerdo, ese tipo me da escalofríos. Toda la vida a andado con una máscara de caballo. No sé cómo papá puede verlo sin temerle.

Porque papá es también una bestia, loco y maniático. Tal vez por eso. Recuerdo que papá me castigaba y reemplazaba Teodora con ese guardia, no me movía y solo me quedaba quieta a pesar de que él sea unos años más grande que yo.

Vi a Dante salir del despacho y vino a mi lado, bajo la atenta mirada de mi hermano y los demás invitados me beso en los labios y me acaricio por la cintura.

—Es momento, principessa.

Asentí, sabía lo que significaba.

Un gran silencio se formo en la sala y lo único que se escucharo fueron mis tacones mientras me acercaba al piano y tome asiento mientras que Dante hablaba:—.Acérquense, amigos. Mi amada esposa, la reina de todo lo que ven aquí va a tocar una bella pieza.

—Lluvia ¿Por qué piano?—hablo Emilia apoyada en el enorme instrumento.

Dante la miro mal y yo, a pesar de que tarde unos segundos que sentí que fueron enormes ya que me batallaba mentalmente por buscar una respuesta correcta, respondí.

Debo de admitir que el piano no fue mi primera elección, de hecho, ningún instrumento, pero papá me obligo a ello y el abuelo me daba ánimos. Sin embargo, un tiempo después descubrí que no era fácil, fue un reto y fue uno que me propuse a ganar.

Eso no lo diría en voz alta y solo decidí repetir cada una de las palabras de ánimo que decía Maximino.

—El piano es un nuevo mundo por descubrir. Tras cada tecla y sonido, hay una nueva melodía por pulir y nacer. No es un instrumento fácil de domar y el que lo haga es porque posee un talento innato.

—No creen que sea perfecta?—dijo Dante.

No pude evitar sonrojarme por sus palabras. Tome asiento frente al piano y roce mis dedos con las teclas, se ve que es nuevo y muy hermoso. Voltee la mirada a los invitados y todos tiene su atención en mí. Nada más que en mi.

Cerre los ojos y pensé que estaba de vuelta en el conservatorio.

"No vomites, Bianca. No te debilites".

Empiezo a tocar las primeras teclas, el sonido es alto, demasiado alto y lento ya que hemos comenzado por el primer movimiento. No volteo a mirar a nadie, la música que desprende del piano es mágica, fuerte y envolvente.

No existen errores ni confusiones. Es ganar o perder. Repito esas palabras una y otra vez cada vez que continuo con las teclas.

Paso al tercer movimiento de la sonata y cerca a mi dejan una copa lo que me hace saber que ya la están repartiendo. Aumento la velocidad y la intensidad en cada momento para que no pierdan su atención.

Los siguientes minutos son más largos y para nada me siento entumecida. Amo estar en esta posición, me gusta tanto como al estar debajo de Dante mientras que me hace suya. Los recuerdos de mi primera vez vienen a mi mientras toco y me llenan de deseo por querer volver a tomarlo.

Quiero que me tome, quiero que me haga experimentar, me hunda más en ese mundo que desconozco y me haga completamente suya aquí encima del piano y escuchar las teclas mientras me lo hace.

Intensifico los movimientos cuando ya estoy cerca a la parte final, sigo manteniéndome fuerte cuando llega el momento de bajar. Mis dedos se calman y termino la partitura unos minutos después. En todo este tiempo me he dado cuenta que no he respirado, tomo una fuerte bocana de aire y me muevo siento la excitación en mi entrepierna.

Giro a ver a los invitados, todos ellos me reciben con una gran ola de aplausos. Respiro por la boca de manera exagerada mientras que los demás se acercan a felicitarme.

—Sin duda tienes una joya en casa Dante—dice Axel, sino me equivoco es el líder de la organización de Nápoles.

—Por algo es la joya del capo.

"La joya del capo" esas palabras las guardo en mi cabeza.

Todos me aplauden y me felicitan. Les agradezco por su atención y tomo la copa, la mía está llena pero la de todos no. Los empleados ya están recogiendo todas las copas vacías. Sonrió sintiéndome satisfecha ya que ha funcionado.

Dante aparece y viene a tomarme de la mano.

Por un momento olvidé por lo que estábamos aquí y sonreí. Sonreí porque todos ellos no me insultaban, sino demostraban respeto y decían cosas lindas sobre mí. Lo que tanto desee se ha cumplido. Dante ha cumplido con su palabra.

—Gracias—le susurre al oído.

—Solo han visto lo que tanto se ha ocultado, Bianca juega con un mechón de mi cabello—.Es solo el inicio principessa.

No todo podía ser bueno porque entre todos los invitados que me felicitaban esta papá y Loretta. Ambos fulminándome con la mirada. Solo los deje de lado que se sigan pudriéndo de enojo y molestia juntos y con los invitados salimos de la mansión. Aún había un entierro por el cual asistir.

Hay un mercedes esperando y fuimos solo los dos. Salimos de la propiedad y en medio de la soledad, él me tomo de la pierna y pude verlo orgulloso de mi.

—Mi reina, la rompiste ahí dentro.

—Si, me gustó mucho—sonreí—¿Y salió todo como esperabas?

—Si, por 48 horas sabré la ubicación de todos esos imbéciles a través de lo que implante en sus copas.

—Hacemos un buen equipo.

Él dirigió su mirada hacia la pista y asintió con una sonrisa de lado.

—Hacemos un buen equipo.

Cruzo las piernas y empiezo a frotarme, ya quiero que sea de noche, aunque no sé si se sienta de ganas hoy.

Cuando miraba por la ventana y continuaba con mis piernas, él auto se detuvo de golpe.

—¡Mierda!—grite.

—¿Qué haces? ¿Por qué te mueves así?

Otra vez mierda, ¿He sido tan evidente? Volví a sonrojarme mientras veía que Dante se quitaba el cinturón de seguridad. Aún estamos cerca de la mansión, la carretera está sola y los pocos autos que pasan son los de los invitados.

—No es nada, solo... ya lo hablamos en la noche.

—¿Te excitaste solo por tocar?—se inclinó y empezó a acariciar mi pierna, su mano entro por debajo de mi vestido y no me molesto—¿Puedes abrir las piernas? Quiero comprobar si estoy en lo cierto o no.

—Si.

Dante en su faceta autoritario y posesivo me gusta, hace que pueda humedecerme más y más. Sus dedos me tocaron sobre la braga, para después entrar por debajo de la tela.

Jadee al sentir sus dedos contra mi piel ahí abajo, se hizo paso y metió dos de sus dedos.

—Ah—gemí.

—Estás húmeda. Voy a consentirte.

Quite el cinturón de seguridad y me acerque a su regazo. Él me tomó del cabello y me acerco para besarme. Quite su cinturón y desaproveche su pantalón, ya podía sentir su miembro duro.

Dante empezó a pasar la punta por mi entrada, provocándome más y más. Movía las caderas animándolo a penetrarme y al ver que lo deseaba tanto lo hizo. Para no hacer ruido lo besé.

Pase mis brazos alrededor de su cuello y acaricie su cabello oscuro.

—No pares, Dante—supliqué—No pares.

Sus manos bajaron a mis caderas y sus embestidas fueron cada vez más profundas hasta que sentí que llegué a mi clímax y el continuo tras de mí.

Pego su frente con la mía y me toco los senos. El auto se ha empañado totalmente. Dante me mantuvo cerca de él y no me despego hasta que se lo dije.

—Aún tenemos que ir al entierro.

—Sí, aunque quisiera quedarme de esta forma contigo—acomodo mi braga y bajo la falda de mi vestido—Vamos.

Volví a mi asiento y continuamos con el viaje. Los padres de Dante serán enterrados en un mausoleo familiar. Tardamos en llegar unos 30 minutos y cuando lo hicimos tratamos de vernos lo mejor posible para que no sospechen, aunque debido a nuestra tardanza no pasamos desapercibido.

En todo el entierro apoyé a Dante, estando a su lado y tomando de su mano. Al ver los ataúdes había vuelto a tomar esa misma apariencia fría y cruel que poseía la primera vez que lo vi en Sicilia. No mostraba sentimientos en su rostro y usaba esa máscara ante todos los miembros de la organización.

Llego un momento en el que pidieron dejar un par de rosas y se esperaba que Dante fuera el primero. Al ver que no se movió, yo lo hice. Tome un par de rosas que había traído Rouss y las lleve a los ataúdes, Dante siguió mis pasos y los demás Rossi también.

Algunos tíos, tías y sobrinos de Dante se acercaron y luego se alejaron. Se continuó en enterrar los ataúdes hasta que las puertas del mausoleo se cerraron. Oliver Rossi y Mónica Claus de Rossi es lo que dice en la entrada.

Dante se acercó esta vez solo y susurro unas palabras, fueron en otro idioma y no logre entenderlo.

—¿Qué es lo que dijiste?

—Mortui nullam pacem habent, donec sciant quid illis accedería—hace una pausa—.Los muertos no tienen paz hasta saber qué es lo que les paso. Es latín.

Estuvimos en el cementerio una dos horas más. Los integrantes de la organización se acercaron y volvieron darnos el pésame, deseando que ambos ya se encuentren descansando en un lugar mejor. Dante con cada palabra se volvía más frío y se enojaba cada vez más y más que temía que le reventara la mano a alguien con esa clase de apretón.

Rouss trajo un paraguas al ver que empezaba a llover. Todos empezaron a irse y al final solo quedaron mi padre y mis hermanos.

—Que descansen en paz los Rossi—dice Gabriele—.Nosotros también nos vamos, pasaremos la noche en un hotel en el centro, ya que acaban de cancelar el vuelo por esta lluvia dicen que es peligroso. Lo único que me da paz es que el matrimonio vava en viento en popa.

—Pueden quedarse en casa—hablo—.Hay suficiente

espacio.

Padre se queda mirándome por un largo tiempo como si buscara mis intenciones tras esa amabilidad.

—Claro, gracias por la propuesta—responde Estefan.

Dante giro a ver por última vez el mausoleo de sus padres y después empezó a caminar con su mano entrelazada a la mía. Subimos al auto y volvemos a la mansión. La lluvia había empezado a ser más fuerte y se ve que va a empeorar por el resto de la noche.

Llegamos a la mansión y los empleados nos reciben en la entrada con toda las atenciones.

—Por favor, Steven, prepara tres habitaciones para mi padre y mis hermanos—le hablé.

—Si señora.

Alfredo entró último en la mansión y se acercó a Dante—no sin antes saludarme—y sea lo que sea que le haya dicho causa un cambio positivo en él.

—Principessa, iré a ver unos asuntos al despacho.

—Claro. Avísame si me necesitas.

Él asintió, se acercó a darme un beso en los labios y subió las escaleras.

Gabriele se alejó e igual Loretta y Estefan vino a mi lado para pedir respuestas, sin embargo, yo solo me fui hacia el piano.

—Te secuestro ¿Verdad? Es una maldita bestia.

—No lo hizo—le dejo en claro —.Ya basta, deja de pensar así de él. Estoy aquí por mi voluntad y pienso quedarme. No me iré de mi casa y no dejaré lo que es mío.

—Tú no quieres estar aquí.

—Pues ahora si ¿Te extraña tanto el cambio?

—Sí.

—Pues acostumbrate. La Bianca que no quería nada de esto es una personalidad que vive en el pasado—cerré el piano—.Voy a cambiarme. Nos vemos en la cena.

Deje a Estefan con la palabra en la boca, no lo merecía, pero ya me tiene hastiada con todo ese asunto de Dante. Ahora solo quiero tomar un buen baño, revisar mis cosas y después descansar.

Cuando abrí la puerta vi que nada lo que había planeado se iba a cumplir por una irritante presencia.

—Qué lindos tacones ¿Desde cuándo las bastardas se visten con ropa cara y costosa?

Loretta

Me asquea su presencia.

—Son un lindo par de zapatos ¿Los quieres?—ella no respondió al instante, pero termino por asentir—.Puedes quedártelos, tengo muchos más de estos. A mi marido le gusta consentirme.

—No mereces el lugar que tienes. Tú...

—¿Por qué? ¿Por qué no utilice un bikini igual que tú?—sonreí de lado y me cruce de brazos. Ame este momento, estaba humillándola de igual manera que ella lo hizo en años—.A nadie le importara que tengas una cara bonita cuando tienes tan podrido el cerebro y todo lo que tienes dentro.

Mi respuesta parece que la enojo bastante que lanzo el tacón lejos de la habitación y salió dando un fuerte portazo. Por fin me había deshecho de ella y al fin descansaría en paz, aunque no niego que me divertí.

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Maria Guadalupe Osio Guarneros
😍😍
Ichigo Kurosaki
Me quedé con la intriga, necesito una actualización pronto.
Laqueno Sebaña
Necesito más, por favor.
Ceridwen
Los personajes están bastante buenos 💪😎
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