Venciendo El Pasado

Estaban todos reunidos en el pase de revista: Los médicos adjuntos, los residentes y los estudiantes de medicina. Maried estaba deslumbrante y radiante, incluso los profesores le dijeron que se veía bonita y que había algo diferente en su mirada.

Uno de los adjuntos hizo una pregunta sobre la Diabetes Mellitus y su clasificación, e inmediatamente Maried levantó su mano para participar. Todos conocían la capacidad e inteligencia de ella, siempre esperaban aportes brillantes.

Así fue, como siempre se lució con la explicación sobre dicha patología y cuando ya estaba terminando tocaron a la puerta de la habitación del servicio de Medicina Interna del hospital. Alguien dijo adelante. Cuando se abrió la puerta no se veía a nadie, sólo un ramo de flores blancas la cual tenía una tarjeta. Uno de los bachilleres, por orden de los adjuntos, tomó la tarjeta y la leyó, decía:

Para la más hermosa del hospital, tu belleza opaca éstas rosas, pero fue lo más parecido que encontré a ti. Maried, te espero en el parque.

Cuando todos escucharon se reían y celebraban y el Doctor Larry, adjunto del servicio dijo: "Rafael escogió bien".

Maried se estaba muriendo de la vergüenza, se enrojeció, sus manos temblaban y sudaban, y el corazón? Se le quería salir por la boca. En ese momento ella quería que la tierra se abriera y se la tragara.

Todos aplaudían y el Dr. Vinicio le dijo, ¿qué esperas? Ve a encontrarte con el amor!.

Ella no podía dar ni un paso, porque sus piernas estaban inmóviles. Sin embargo, sus amigas María, Pili y Wendy la tomaron de los brazos para llevarla. Cuando ya casi salía de la habitación, el profesor le dijo: "Maried, únicamente te pido una cosa, sigue igual con tus estudios por favor y nunca dejes de brillar". A lo que ella volteó y asintió con su cabeza.

Sus amigas iban tan emocionadas como ella, pero Maried no sabía si debía ir al parque, como se lo pidió Rafael; sin embargo, sus amigas la convencieron de ir.

A medida que se iba acercando comenzó a ver algunos árboles decorados con corazones, en la grama estaba una sábana llena de flores. Y al levantar la mirada, allí estaba él, Rafael, esperando a su princesa.

Su corazón latía muy de prisa y sus amigas la tenían tomada de sus manos. Cuando él la vió, corrió hacia ella y la tomó de sus manos. Sus amigas continuaban allí, pero Rafael les dijo, que se fueran, que Maried estaría bien.

Ellas sonrieron y se fueron. El dirigió a su amada y hermosa princesa hasta la sábana, allí se sentaron, pero ella no pronunció ni una palabra. Estaba tan nerviosa, que no sabía qué decir!

A Rafael no le importaba que su amada no hablara, él era lo contrario, no podía parar de hablar porque también estaba nervioso.

En algún momento él le preguntó: "si no te sientes a gusto y si te quieres ir, realmente yo te entiendo".

Ella le respondió: "no me quiero ir". Y tomó la mano de Rafael y la puso en su pecho para que él sintiera sus fuertes palpitaciones.

Evidentemente, Rafael entendió que si le gustaba, pero que ella estaba nerviosa. Entonces aprovechó para preguntarle: "quieres ser mi novia".

Maried comenzó a temblar de nuevo y bajó su cabeza, sin pronunciar una palabra. Él esperó unos segundos y le dijo: "yo te respetaré y trataré de que siempre estés feliz. Estudiaremos juntos y juntos saldremos adelante".

Ella se levantó, sin decir nada. Entonces Rafael replicó: "te irás sin decirme nada?".

La hermosa princesa le respondió: "necesito pensarlo por favor. No quiero cometer errores, y mucho menos hacerte daño. Me gustas y me siento muy bien contigo, pero déjame pensarlo por favor".

Él estaba prendido de ella, y no le importó el lapso de espera que le pedía. Rafael la tomó por la cintura y la besó en los labios. Maried no sabía besar, ella nunca había experimentado eso, así que, lo empujó y salió corriendo. Él, también corría detrás de ella, y ante el nerviosismo, ella cruzó una avenida sin mirar para los lados, y sin saber si venía algún carro.

Muchas veces, a nosotros también nos pasa eso. Nos descontrolamos frente a alguna circunstancia y no nos detenemos a pensar en las consecuencias que podemos tener.

Maried era una joven hermosa, inteligente, cariñosa, amiga, buena hija, mejor hermana, de agradable compañía, honrada y leal.

Ese día sintió las famosas mariposas del amor y su corazón le gritaba que estaba viva. Ella corrió sin pensar en nada más, solamente en que en ese momento quería huir, pero eso no significaba que no se sintiera atraída por Rafael; al contrario, todo su ser le decía que ya lo amaba.

Ella corrió sin mirar y sin pensar que aquel día, su vida podría cambiar y su estado de salud también.

¿Qué crees que pudo haber pasado ese día lleno de amor y de ilusión? ¿Será que venía algún carro de prisa por la avenida?

Pues si. Cuando iba cruzando únicamente sintió un golpe que la lanzó hacia la cera y cayó inconsciente.

Rafael corrió hasta donde estaba ella. La levantó en sus brazos, pero ella estaba desmayada, no hacía nada, sus brazos y cabeza colgaban, y no respondía ante los llamados del estudiante.

¿Qué le pudo pasar a Maried ese día? ¿Será que el golpe fue tan fuerte y murió?