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San Hidalgo...

Sentados es la sala; Romualdo y Felipe en el sofá más grande y Alberto con Roxana en otro de los sofás.

En la mesa de centro una charola con una botella de whisky y varios vasos. Alberto con un vaso en la mano y estando Roxana junto a este quien la abrazaba por la cintura; está con ambas manos recargadas en sus piernas.

Romualdo seguía tomando su café al igual que Felipe quien había pedido uno.

—realmente te agradezco por tantos favores que me has hecho. Por eso, ¡Salud!—menciona Alberto.

Todos hacen un brindis chocando sus vasos y tazas.

—Se rápido con lo que viniste, no tengo tu tiempo para niñerías. —reclama Romualdo.

—¡Hay que malo eres conmigo, yo que te quiero agradecer personalmente!—contesta.

—además mi querido esposo le ofrecerá una recompensa por tantos favores que le ha hecho.—interviene Roxana en un tono sensual.

—se de que se tratan esos regalos. Y ahora quien será, una niña nueva?—responde Romualdo.

—entonces quieres decir que lo aceptaras?—pregunta Alberto emocionado.

—Me molesta tus visitas y esas cosas tuyas pero ni modo de despreciarte.—responde Romualdo y Felipe quien habia dejado su taza en la mesa de centro se cruza de brazos con un semblante un poco molesto.

—¿De quien se tratara esta vez?—pregunta Romualdo.

—esta vez. Seré yo.—responde Roxana en con un tono de entusiasmo.

Tanto Felipe y Romualdo; impresionados por lo que acababa de decir voltean hacia esta.

—¿Le sorprende?—continúa Roxana.

—no esperaba que fuera así.—responde Romualdo.

—va a despreciarme, al saber que se trata de mi?—pregunta Roxana mientras se levanta para acercarse a este y sentarse en sus piernas.

Felipe al ver esto no disimula al mostrar indignación, tragando saliva.

Romualdo la toma de la barbilla para levantarle el rostro y está se pone un poco nerviosa.

—estas segura de lo que quieres?—le pregunta.

—por supuesto.—responde Roxana disimulando su nerviosismo.

Romualdo la mira por unos segundos para luego levantarse y llevársela a su recamara sujetándola fuertemente del brazo haciendo que esta comienza a quejarse.

Alberto sin tomarle importancia solo observa como estos se van con las piernas cruzadas y toma de su whisky.

—aquí esta su pago por el favor.—dice Alberto sacando un sobre de la bolsa de su pantalón y lo coloca en la mesa de centro.—puedes contarlo si quieres.—agrega.

Felipe apretando sus puños recargadas en sus piernas solo se queda callado, con una mirada molesta.

—bien...—dice Alberto dejándo el vaso en la mesa para luego levantarse y antes de irse concluye volteando hacia Felipe:

—Mañana a primera hora vendré por Roxana. Porque dudo que se desocupe temprano. Buenas noches y compermiso.—se retira para dirigirse a la puerta diciendo:

—¡No te molestes en llamar a la empleada, conozco la salida!

Termina por irse del casa.

Quedando Felipe solo en la sala este toma la botella de whisky y se sirve una vaso, para tomárselo de un solo trago.

Este agitado piensa: ¡ Asi como eres un caballero también puedes ser un insensible con los demas!, ¡Maltida sea, porque me afecta tanto cada vez que te veo hacer esto!,¡ Para ti solo soy alguien que te satisface cada vez que se te pega la gana!.Aunque quiera reprimirlo. Porque es tan difícil?!

San Lorenzo...

—ahora que me dieron la autorización, la investigación se hará más formal.—comenta Benavides a Sofia; ambos sentados a cada lado del escritorio dentro del despacho.

—realizará el viaje a la capital?—responde Sofia.

—solicite el permiso, mañana a primera hora ire hacia allá, también el vigilante Zacarias del centro de vigilancia hará una visita hacia el empleado de limpieza que ya no regreso a su trabajo en el momento en el que las cámaras de seguridad ya no funcionaban, tiene un fuerte presentimiento de que algo malo paso con el.

—una persona como una fuerte necesidad no abandona su trabajo así por que si.—comenta Sofia.

—así es. Llendonos a otra cosa, realmente espero encontrar aunque sea una mínima pista en el hotel.

Tocan la puerta...

—¡Adelante!—Dice Sofia.

Entre abre la puerta; siendo Cassandra quién avisa:

—Señora ya el niño Rodrigo junto conmigo terminamos de acomodar todas las coronas en el cuarto donde ordeno que se dejarán las cenizas. Ire a preparar la cena mientras Rodrigo pone la mesa, junto a Luz Maria.—esto último le causa mucha ternura.

—Yo me retiro.—interviene Benavides levantándose de su asiento y Cassandra lo detiene:

—quédese a cenar.—Benavides voltea hacia esta para luego voltear hacia Sofia quien le dice:

—se está tomando atribuciones que no le corresponden, pero...no querra rechazarla.—tanto Cassandra como Benavides quedan perplejos, para luego Cassandra intervenir emocionada:

—serán unas ricas enchiladas.

Benavides voltea hacia Cassandra para responderle:

—acepto su invitación, con una condición.—¿Condición?—contesta Cassandra confundida.—la condición es, que acepto pero si yo le ayudo a preparar.

Cassandra impresionada y Sofia quien los observa con curiosidad:

—acepto.—responde Cassandra con una sonrisa...

Momento después...

Estando todos en el comedor terminando de cenar, Rodrigo teniendo junto a el a Luz Maria en su carriola dormida; muy orgulloso le comenta a su madre:

—¡Debería de ver como nos quedo el cuarto con mi padre, todos las coronas por todo alrededor de el y en medio su gran foto con una repisa con sus cenizas y alrededor varias portaretratos con fotografías de todos nosotros para que siempre nos recuerde!

Es como si Sofia no lo hubiera escuchado solo seguía comiendo y Rodrigo al notarlo se siente mal bajando completamente sus ánimos.

—quizá más tarde la señora ira a verlo.—interviene Cassandra para levantarle en ánimo, viendo hacia este.

Rodrigo reacciona emocionado volteando hacia esta para asentar y Cassandra le responde con una sonrisa.

—muchas gracias por la invitación es una de las pocas veces en las que eh comido acompañado.—agradece Benavides limpiando la boca con la servilleta.

—no agradezca, las enchiladas estuvieron deliciosas. Usted es un buen cocinero.—comenta Cassandra y este se enorgullece.—¡Muchas gracias señor. Estuvo riquísimo!—interviene Rodrigo con una sonrisa.

—Señora ya no me necesitara más?—pregunta Cassandra.

—mañana te quiero aquí a primera hora, la publicación saldrá mañana y comenzarán a ir las interesadas a la constructora.—si señora.—responde Cassandra.—recogeré los platos para levarlos y pasar a retirarme.—continúa.

—¡Mi hermanita y yo ayudaremos Cassandra!—interviene Rodrigo.—esta sonrie y le responde:

—¡Bien mi niño!

—me ofrezco a ayudarla con los platos y si gusta puedo llevarla a donde guste, al fin al cabo ambos vamos para la ciudad. —se ofrece Benavides levantado de la mesa y notando en su voz algo de nerviosismo.

—no se preocupe puedo tomar el autobús para la ciudad, estaré haciendo algunas compras para prepararle una roca cena a mi novio.—esa respuesta hace en Benavides una desilusión que no podía disimularla en la mirada y sólo responde:

—como guste. —voltea hacia Sofia quien observaba a ambos y se había cruzado de brazos al escuchar la respuesta de Cassandra; este comenta:

—Mañana vendré para informarle lo sucedido.—en un tono firme como de costumbre.—vuelve a voltear hacia Cassandra.—yo me encargo de todo, no se preocupe y vayase tranquila a sus diligencias.

—ahh...gracias.—sonríe.

toma sus cosas y antes de irse menciona:

—antes de acostar a Luz Maria hay que darle su biberon y cambiarle el pañal, asi ya no despertara hasta mañana.—¡Yo me encargare de eso. No por nada usted me enseño todos los cuidados hacia un bebe!—interviene Rodrigo diciéndo con orgullo mientras se apuntaba con el dedo.

Esta se despide de todos para retirarse del casa mientras Benavides se arremanga las mangas de su camisa para comenzar a recoger.

Momento después ya se habia ido Benavides, Rodrigo ya habia acostado a Luz Maria en la recamara destinada a esta(está se ubica enfrente de la recamara de Rodrigo y hasta el fondo del pasillo a la derecha la recamara de Sofia).

Habiendo hecho todo lo que Cassandra habia dejado encargado, se había quedado un momento observando a esta(como de costumbre), junto a su cuna con los brazos recargados en esta, luego de esto este comenzaría a alistarse para ir a dormir.

Mientras pasaba esto, Sofia se dirigia al despacho para proceder a revisar el trabajo que había hecho Rodrigo.