Es la vida de una joven que a muy temprana edad, tiene que asumir el rol de madre soltera, sin el apoyo de sus padres. El día de su boda, el más esperado fue el más doloroso para ella.
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Mi primer regaño de papá
Después de anunciar la boda de mis padres. Todos aplaudieron, mi padre me llamo la atención y me dijo que porque yo hablaba por ellos, que si él estaba seguro de que lo queríamos hacer, esas palabras me pusieron tenso, no me espere esa reacción de mi padre.
Mi madre me dijo, metiste la pata yo solo me quedé cayado, y me fui a mi cuarto, luego me fui hablar con la abuela y está me dijo, no te preocupes, Oswaldo estaba esperando la reacción de tu madre no le hagas caso. Pero mi madre no dijo nada, mi padre se fue a su casa con la abuela y nosotros nos fuimos a dormir, al día siguiente me llamaron de Londres y me fui en el primer vuelo, mi madre se fue conmigo, solo los Bisabuelos sabían de nuestra partida, mi madre iba para finiquitar su contrato yo por cumplir los últimos compromisos ya pautados, llegamos y me puse a trabajar, la abuela Martha fue a la casa a llevar unos dulces y no nos encontró, supo que nos habíamos ido y fue a la constructora a decirle a mi padre que por su culpa nos habíamos ido, el trato de comunicarse con nosotros pero mi telefono estaba apagado ya que estaba en quirófano y mi madre metida en sus consultas y cuando trabajamos apagamos los teléfonos, fué hablar con los Bisabuelos y estos les dijeron que me habían llamado de urgencia, el pregunto donde trabajaba en londres y la abuela le dijo, lo que ellos no se imaginaban que nos iba a buscar, el estaba seguro que era por lo que me había dicho. Eran como las diez de la noche, salí al patio del hospital a tomar un café y fumarme un cigarrillo, estaba muy estresado de tanto trabajo de todo el día, siento una mano que me agarra por el hombro y me dice, perdóname hijo no quise hacerte sentir mal, volteo y es mi padre, lo abrace y le digo que haces aquí, no quiero perderte, ya perdí mucho tiempo al no saber de tu existencia para perderte ahora, te he llamado y no me responden ni tu ni tu mamá, yo solo le digo, cuando trabajamos, apagamos los teléfonos y regresamos por unos compromisos, salimos de madrugada y no te llamé me imaginé que estabas durmiendo.
Tu abuela no me habla me dijo que por mi culpa te fuistes y te volvió a perder, yo solo solté una carcajadas imaginándome a la abuela regañar a papá. Le digo a mi padre que me dé su número para llamarla y explicarle, luego le digo déjame llamar a la casa para avisar que te preparen una habitación, madre se acaba de ir, no tiene tiempo de haber llegado a la casa, si me esperas veo un paciente y nos vamos, ya no doy más, le pregunto si tiene hambre y me dice que comió algo en el cafetín, yo le digo que vamos a comer a mi fonda favorita que está abierta toda la noche. En eso llega Elisabeth y me dice que me valla que ella se hace cargo y rápidamente le digo que te tomo la palabra ya no doy más y por favor me avisas si pasa algo yo voy a dormir. Le digo Elizabeth ven para que conozcas a mi padre, el se presenta y ella le dice desde que lo ví me lo imaginé por el parecido, párese gemelos, mi padre se rió y me pasó la mano por la cabeza, saliendo al estacionamiento viene la jefa de enfermeras y me dice que la operación de mañana ya no va, que fue aplazada para dentro de dos días, yo le agradecí y salí con mi padre. Nos fuimos a cenar y luego llegamos a la casa, mi madre ya se había acostado, lo lleve a su cuarto y me fui a dormir. En el camino mi padre me contaba como le dolió saber que nos habíamos venido, que por su cabeza pasaron muchas cosas y más que la abuela Martha lo culpó y se fue brava y no le habla, no la llamo en estos momentos, ya estará durmiendo y la puedo asustar, pero mañana lo hago. Me bañé y caí en la cama no se en que momento me dormí.
